La luna nos observó aquella vez,
en la que se me erizó la piel.
Al ver tal obra de arte,
cuando me atreví a apodarte,
como el amor que siempre busqué,
todo era tan divinamente trágico.
Los colores de tu energía,
solo me remarcaban lo único que quería.
Mirarte a los ojos y decirte que eres bellísima.
Nos llamarían blasfemia-
Ellos no ven que eres arte aunque no seas mía,
simplemente allí detenida.
Todos los papeles que guardé,
con poemas hacia tu poder.
Todos los lienzos que pinté,
pensando en cada uno de los “defectos”; cada uno que encontré.
Si tan solo supieras todo lo que bordé,
pensando en tus ojos oscuros como café.
Amo abrazarte todas las noches.
Aunque con tus esquinas dolorosas me choque,
te protejo de la lluvia porque sé,
que el agua arruina lo que tanto una vez me costó recrear.
Pero me da igual,
a mi lado permanecerás.
Mi linda tela,
te coloqué en un altar con velas,
junto a las pinturas que utilicé para pintar tus problemas.
Porque aunque no lo creas,
eres especial con todo ellos y más,
por favor vive conmigo hasta el final.
Mi lindo cuadro,
te mantendré en mis brazos,
para olvidar aquel disparo,
en el cual ella soltó mi mano-
Te protegeré con mi corazón y cráneo,
y no será en vano-
Si no la olvido en esta vida,
en la próxima volveremos a encontrarnos.