El presidente Luis Lacalle Pou sorprendió a varios al afirmar que no está de acuerdo con que la Policía tenga acceso a la ubicación de los clubes cannábicos. La norma que habilita este extremo fue incluida en la Rendición de Cuentas y generó un debate interno en la coalición de gobierno. Fuentes del Ministerio del Interior consideraron que las idas y vueltas con respecto al tema se generaron por “falta de información”. “Hay gente que cree que con esto buscamos perseguir o reprimir a los cultivadores de marihuana. Esto no es así. Lo que pasa es que los agentes se aburrieron de dar vueltas toda la noche en busca de un lugar para conseguir un porro”, explicó un jerarca de la cartera.
Un agente policial reconoció que esta búsqueda suele insumir una o dos horas de las rondas nocturnas. “Tenemos que ir preguntando a la gente si conocen algún club cannábico en el barrio, y eso nos consume bastante tiempo. Muchísimo más que el que nos consume ir a buscar pizza o bizcochos, porque en el caso de los bares y las panaderías están completamente identificados. Tampoco queremos que los clubes cannábicos tengan un cartel, pero una lista con las ubicaciones nos vendría bien”. El agente explicó que “conseguir porro tendría que ser mucho más rápido que conseguir comida, porque nos lleva bastante más tiempo recuperarnos de fumarnos un porro que de comernos una bandeja de muzzarella o un par de bolsas de bizcochos”.
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