Libros Ingresá
Libros

Harold Bloom.

Foto: s/d de autor

El hombre del canon: murió el crítico literario Harold Bloom

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Tenía 89 años y estaba enfermo, pero dio clase hasta el jueves en la Universidad de Yale, donde era profesor desde 1955. El lunes, se supo que Harold Bloom había muerto en un hospital de New Haven, en Estados Unidos.

Era, posiblemente, el crítico literario más famoso del mundo. Alabado y denostado por su postura contraria a las innovaciones teóricas en su campo, alcanzó notoriedad global en 1994, cuando publicó El canon occidental, una obra en la que proponía 26 autores imprescindibles de la literatura de Europa y las Américas (Jorge Luis Borges y Pablo Neruda eran los representantes del sur). La sola acción de jerarquizar una producción tan vasta y de asignarle un centro (William Shakespeare) iba en contra de las ideas que imperaban en la academia estadounidense, pero su libro fue un bestseller, gracias a que funciona como una guía de lecturas imprescindibles escrita en lenguaje accesible.

Los cuestionamientos provenientes de tiendas marxistas, feministas o poscoloniales, por otra parte, no le hacían mella, y se refería a esas posturas como “la escuela del resentimiento”. Sus fuentes interpretativas, además de la propia tradición literaria, eran los textos sagrados hebreos y las teorías de Sigmund Freud.

Aunque su principal interés fue la poesía romántica, como queda claro en su obra La ansiedad de la influencia (1973), escribió, o coordinó estudios, sobre cientos de autores contemporáneos de habla inglesa. Su erudición, sumada a su incesante actividad –publicó más de 50 libros– lo volvieron una referencia ineludible en su campo, se estuviera con él o no.

¿Te interesan los libros?
None
Suscribite
¿Te interesan los libros?
Recibí cada quince días novedades en lanzamientos de libros, recomendaciones y entrevistas.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura