Si bien es aconsejable eso de no juzgar a un libro por su portada, hay portadas que invitan a sacar el libro del estante y hacerle un juicio exprés en plena librería. Algo así me ocurrió con Future, recopilación de la obra del historietista finlandés Tommi Musturi, que forma parte del extenso catálogo de la editorial sevillana Barrett (recién llegada o recién descubierta por mí). El libro se destaca por su formato grande y por el coloreado estridente del dibujo de la tapa, en el que una persona bebe de una botella de gaseosa cuya etiqueta tiene los datos mínimos necesarios sobre la publicación.
Dentro, lejos de calmarse, nos encontramos con una explosión cromática que enmarca una colección de historietas cortas que parecen haber sido realizadas al menos por una docena de artistas diferentes. Pero Musturi no es el nombre de un colectivo artístico, sino el de un autor nacido en 1975 que, además de participar en diversas publicaciones, editó el fanzine que da nombre al libro. Fueron diez números publicados entre 2018 y 2022, cuya compilación se editó en simultáneo en varios puntos de Europa y, como el mundo es tan pequeño, algunas copias en español llegaron hasta acá.
Lo primero que hay que destacar es la edición, que en definitiva fue el anzuelo con el que me atraparon. Era difícil que el interior del libro continuara la combinación de tintas fluorescentes y papel brillante, pero el trabajo de impresión permite que las más variadas paletas con las que trabaja Musturi lleguen de la mejor forma a los ojos de los lectores. Quizás en el único sitio en donde falla es en los textos de entrada o salida de cada capítulo/número, ya que los extensos textos en negro no contrastan lo suficiente con los colores de fondo.
El resto es oro puro. Porque la obra de este camaleónico finlandés podría destacarse incluso en blanco y negro, pero cada uno de los estilos que maneja tiene, a su vez, una forma de vestirse de colores. Hay aventuras cuyo arte coquetea con el clip art, y cuya paleta plenísima recuerda a la de numerosos dibujantes posmodernos de línea clara. Pero también hay trazos sucios que parecen coloreados con crayolas, otros con pasteles que construyen escenarios etéreos y hasta toda clase de intermedios más tradicionales en cuanto al coloreado digital al que podemos estar acostumbrados.
Lo anterior es algo que podríamos descubrir con una simple hojeada o con una simple ojeada. Para empaparnos de los contenidos favoritos del finlandés se necesitarán algunos minutos más. Lo bueno es que el formato antológico permite leer (y mirar) a Musturi en pequeñas dosis, porque por momentos puede resultar un poco mucho.
Si queremos conocerlo antes de conocer a su obra, el libro incluye un póster doblado que, en el reverso, presenta una entrevista al autor realizada en 2020. Allí no solamente profundiza sobre su técnica y sus influencias, sino que hasta ofrece un pantallazo de la cultura en su país de origen, especialmente en relación a la historieta. Lo más interesante, por supuesto, es lo que refiere a su trabajo en este volumen.
“El concepto de futuro es tan amplio e impredecible que mi objetivo no ha podido ir más allá de dar ciertas pinceladas, inventar posibles sucesos al azar, uno por ahí y otro por allá, en lugar de intentar crear un retrato fiel de ‘la verdad’ sobre el futuro”, explica. “También tenía en mente trabajar en un libro en el que se combinaran todos los estilos e identidades artísticas que había utilizado en mi trabajo hasta ahora. Esto le venía a Future como anillo al dedo, porque necesitaba poder observar el tema a través de varios prismas distintos en lugar de intentar explicarlo todo de forma lineal”.
La primera de sus historias cortas funciona a la perfección como puerta de entrada: una familia nuclear (por su constitución, no por sus poderes) disfruta de un hermoso picnic en un parque, hasta que se abre el suelo y casi todo el parque queda cubierto de lava ardiente. No ocurre más que eso. La siguiente historia transcurre dentro de una nave espacial con forma de bolsa de nailon llevada por el viento. La seguirá un mago inútil y luego un cruel reality show que incluye viñetas con publicidades. Cierra con una página de corte expresionista y un clip art delirante. Las seis parecen provenir de seis cerebros (o equipos de cerebros) completamente distintos.
Con el correr de los números algunas de las historias se vuelven recurrentes. El conductor del reality show, mezcla de Mickey y Tribilín, regresará para atormentar a los participantes y a los lectores. El mago inútil tendrá aventuras con influencias de Windsor McCay (Little Nemo), cuyo estilo también permeará en otros de los segmentos. También nos encontraremos con homenajes a la revista MAD, a las tiras cómicas clásicas, y experimentos puntuales que combinan muy bien con el resto.
La atmósfera siempre será opresiva y colorida, pesimista y naif, densa y pop. El futuro imaginado por Musturi tiene (como suele ocurrir, por ejemplo, en la ficción especulativa) todos los elementos de nuestro complejo presente, proyectados en direcciones imposibles a través de los prismas mencionados por el autor en la entrevista. En épocas de maratones, televisivas y de cualquier índole, Future es un libro para tomar con calma y disfrutar tranquilamente mientras las bombas caen. A veces en forma literal.
Future, de Tommi Musturi. 288 páginas. Barrett, 2024.