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El cuerpo, ese verbo simple: poesía de Ailín Curbelo

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Obra ganadora del premio Onetti.

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Un cuerpo doliente de mujer, sostenido por la ciencia y la tecnología en un hospital cualquiera. Cuerpo soporte, cuerpo liviano, cuerpo catástrofe y todo es cuerpo cortado, perforado, abierto, derramado. Esta es una de las entradas posibles al poemario de Ailín Curbelo Cuánta fe se necesita para sostener un cuerpo, ganador en 2024 del concurso literario Premio Juan Carlos Onetti.

El contacto de la carne con las ventosas, agujas y cuchillas resulta un indicador de un límite posible entre el yo de este lado del cuerpo y eso otro que no soy yo, pero que, en estas circunstancias, se ensaya que lo sea. Ese cuerpo abierto, desollado, también es autopsia, y la pregunta inevitable es dónde termina mi cuerpo: “En los bordes rojos/ el anonimato de la sangre/ material biológico descartable/”. Se pone sobre la mesa la duda del alcance de la noción de persona en aquello ¿impersonal? de un fluido. ¿Cuándo el cuerpo es masa o es persona? ¿Cuál de todas las partes que integran un cuerpo lo hacen único? ¿Dónde está el yo en el cuerpo?

Para intentar una posible respuesta, la memoria se hace presente: “Para recuperar un cuerpo/ hay que dejarlo tocar el recuerdo/”. La evocación resulta un bálsamo para reparar aquello roto y propone un volver en sí, un volver a ser uno.

De esta manera, el recorrido propone el mapa de la piel y del tiempo. Desde el poco aire de sus pulmones enfermizos de la infancia: “Mamá unta en mi pecho/ una esencia que los abre”, al presente sostenido en esa carne doliente que se vive como “mi parcela de tiempo esta cloaca” y un futuro al que sólo se reconoce en el anhelo: “Desear es un salto en el tiempo”.

Aquella tibia línea de agarre maternal ahora proviene de las máquinas a las que el cuerpo parece estar ceñido y por momentos lo hacen ser “una casa de luto” como también una “habitación para leprosos”; el giro se produce cuando el cuerpo es “intertextualidad” y “verbo simple”. Esa forma verbal única que expresa en sí misma acción y tiempo define, en este caso, un sustantivo, entonces se redime a ese cuerpo doliente y se lo hace ser acción. Acción en presente que dialoga desde lo simple con los textos que desde antes también tejen identidad.

Cuánta fe se necesita para sostener un cuerpo, de Ailín Curbelo. 62 páginas. Pez en el Hielo, 2025.

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