Hasta el 22 de julio está disponible la puesta de manifiesto del Ministerio de Ambiente (MA) para que la ciudadanía haga comentarios, preguntas u observaciones sobre los proyectos de prospección sísmica offshore 3D en el mar territorial uruguayo y la instalación de plataformas petroleras para la extracción de hidrocarburos, a cargo de las empresas APA Exploration y Searcher Geodata UK.
Con la intención de frenar estos proyectos, la organización Mar Libre de Petroleras Uruguay impulsa la campaña “Las petroleras no navegan” junto con surfistas, pescadores y personas relacionadas con el océano. Este domingo 20, a las 11.00, habrá encuentros en la parada 1 de la playa Mansa en Punta del Este y en la playa Colón en Piriápolis para completar los formularios de la puesta de manifiesto de ambas empresas. Además, se invita a los participantes a llevar tabla, kayak, equipo y carteles. Ese día, a la misma hora, también habrá actividades en Rocha, Canelones y Montevideo para difundir información.
El MA catalogó por impactos ambientales negativos con categoría C estos proyectos, por lo que deben pasar por dos instancias de participación pública: la puesta de manifiesto y la audiencia pública. Sandra Corbo, integrante de la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras Uruguay, dijo a la diaria que se reunieron con la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) y la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea) para que las audiencias no estén centralizadas en Montevideo. “La preocupación es de toda la costa, ya que Rocha, Maldonado y Canelones van a ser afectados”, señaló.
Impactos en costas y fauna marina
La activista ambiental expresó que preocupan los impactos de estos proyectos en la flora y la fauna marina, producto de los disparos de las armas o cañones de aire comprimido que utilizan los buques sísmicos. “Son ondas sonoras de baja frecuencia que rebotan en el subsuelo marino, son captadas y regresan a la popa del barco; el sonido llega a 250 decibeles”.
Empresarios y pescadores ya advirtieron sobre las posibles afectaciones en sus oficios. La cuestión es “cómo afectaría al turismo y a las personas que viven frente al mar”, además de la pesca artesanal y deportiva, entre otras actividades marítimas.
Corbo recordó, además, el derrame de hidrocarburos que ocurrió en 1997 en Maldonado, al sur de Punta del Este, que causó impacto en la Isla de Lobos y mortandad. “No estamos preparados ni económicamente ni con técnicos especializados para algo de esta magnitud, tampoco contamos con los controles”, dijo.
Por otra parte, aseguró que las organizaciones no tuvieron acceso aún al informe completo de las consultoras sobre los estudios de impacto ambiental, por lo tanto, “se está incumpliendo con los plazos establecidos para el acceso a la información pública”.