La ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza está generando pérdidas y destrucción equivalentes a 69 años de desarrollo en el enclave costero palestino, advirtió este martes la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En el informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se indica que la economía palestina en general es ahora un 35% más pequeña en comparación con hace un año, cuando comenzó la ofensiva israelí tras los ataques iniciales de Hamas, y que el desempleo “potencialmente aumenta” a una cifra que puede llegar al 49,9% de la población.
La investigación del PNUD mostró que se prevé que el índice de desarrollo humano (IDH) de Gaza, una medida del “logro promedio en dimensiones clave del desarrollo humano”, caiga a un nivel estimado para 1955, “borrando más de 69 años de progreso”.
Mientras tanto, en Cisjordania, otro territorio palestino que se encuentra parcialmente bajo ocupación israelí, se estima, de acuerdo con el informe, que el IDH caiga a un nivel “que refleje una pérdida de 16 años”. Advierte que es “probable que empeore aún más” si persisten los ataques militares israelíes contra dicha zona, gobernada por la Autoridad Palestina.
La tasa de pobreza en la Franja de Gaza se duplicará este año hasta el 74,3%, de acuerdo con los datos que arroja el informe. En total, 4,1 millones de personas se consideran actualmente pobres en todo el territorio palestino, incluyendo la Franja de Gaza y Cisjordania, y 2,61 millones se sumaron a esta situación desde el comienzo de la guerra.
La situación en Gaza, en cierta medida opacada por el peligro de una guerra regional y por los enfrentamientos diarios entre las fuerzas israelíes y las milicias chiíes libanesas de Hezbolá, es a esta altura desastrosa, particularmente en el norte del enclave, donde todos los días los ataques israelíes están asesinando decenas de personas, muchas de ellas civiles, mujeres y niños.
Además de los asesinatos, las fuerzas israelíes están derrumbando casas y otras edificaciones que no fueron destruidas por los bombardeos, a la vez que se están desplazando de manera forzosa a los palestinos que permanecen en dicha parte de Gaza, que son aproximadamente 300.000. Estas personas se encuentran en una situación de total desamparo, con hambre y falta de recursos de todo tipo.
La intención cada vez menos velada del gobierno israelí que encabeza el primer ministro, Benjamin Netanyahu, es dejar tierra arrasada en el norte de Gaza, con la pretensión de colonizar dicho territorio en un futuro cercano.
De hecho, en Israel se están realizando actividades públicas en ese sentido para crear un movimiento de opinión tendiente a justificar esta ocupación.
La situación humanitaria en el norte de la Franja de Gaza llevó a que el gobierno estadounidense de Joe Biden le diera un ultimátum a Netanyahu, dejando claro que cortarían el suministro de armamento si no aumentaba la cantidad de camiones que todos los días ingresan alimentos y otros insumos al lugar. Ante ello, la respuesta israelí fue permitir que pasaran más camiones, aunque la ayuda que está llegando es a todas luces insuficiente.
A la vez, de acuerdo con lo que informó el portal israelí Ynet, el gobierno de Netanyahu está evaluando un plan “para el día después”, que se refiere a cómo se alimentará y administrará a la población de Gaza.
Según trascendió, el Ejecutivo israelí podría trasladarle esta responsabilidad a una empresa privada llamada Global Delivery Company (GDC), que es propiedad del empresario israelí-estadounidense Mordejai Kahana.
Esta compañía, según dice en su página web, “es una empresa privada que brinda servicios logísticos a organizaciones sin fines de lucro, agencias gubernamentales, empresas e individuos”.
GDC ya actuó en Afganistán, Siria, Yemen, Ucrania y otras zonas de guerra, y su plan para el norte de la Franja de Gaza, que desde la empresa se dice que se podría implementar en 30 días, es crear burbujas humanitarias bajo su control, en las que la población palestina podrá acudir a recibir alimentos e insumos necesarios para su vida cotidiana.
En declaraciones al diario The Times of Israel, Kahana dijo que imaginaba que GDC sería responsable de distribuir ayuda desde los cruces fronterizos a ciudades específicas de Gaza. El empresario dijo, además, estar en contacto con una empresa británica compuesta por exsoldados de ejércitos occidentales, quienes se encargarían de asegurar la llegada de los convoyes a las comunidades que reciban la asistencia.