La paralización parcial de la Terminal Cuenca del Plata (TCP) como consecuencia de medidas sindicales terminó este miércoles, luego de casi una semana. Este jueves se empezó a transitar una ventana de negociación de diez días, espacio que se confirmó luego de una reunión de los trabajadores con representantes del Poder Ejecutivo.
Al final de la jornada del miércoles, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, había anunciado que –con TCP en movimiento– se empezaría desde el gobierno a trabajar en el diseño de la estrategia de negociación que se utilizará en la ventana de negociación. Asimismo, durante la jornada del jueves, el ministro compareció ante la Comisión de Asuntos Laborales del Senado, luego de haber sido convocado y cuestionado por la oposición, cuando aún continuaban activas las medidas sindicales. Durante la tarde también participaron de la instancia parlamentaria representantes del sindicato y de la empresa belga Katoen Natie.
Luego de su comparecencia, Castillo destacó en rueda de prensa que ya se estuvo articulando con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas para instalar este viernes el ámbito tripartito de negociación. El jerarca marcó la necesidad de “aprovechar al máximo el tiempo” para “lograr el consenso”, poniendo sobre la mesa una “estrategia” basada en que se “recupere la confianza entre las partes”.
Castillo dejó claro que “hay algunas cosas que ya estaban previstas” entre la empresa y los trabajadores. En ese sentido, se refirió a “la estabilidad laboral” y “la plena vigencia del convenio colectivo”. Asimismo, remarcó que por lo pronto las “demandas” que se hacen desde el sindicato –y que no se lograron resolver antes de las medidas– tienen que ver con “la reducción de la jornada de trabajo” –a seis horas sin pérdida de salario– y el “reaseguro de jornales” tras la entrada en operación del sistema operativo Navis/N4 en TCP.
Sobre la posibilidad de realizar un análisis técnico del impacto de Navis/N4, indicó que no se sabe si se llegará a ese punto. “Nosotros en todo caso vamos a llevar una propuesta [...] una figura que queremos colocar de manera que no sean ni sólo los trabajadores ni sólo los empleadores los que determinen las condiciones laborales y las consecuencias laborales [del sistema operativo]”, adelantó Castillo, sin más detalles.
Oposición y oficialismo, dos miradas
Tras la comparecencia de Castillo, la visita del sindicato de TCP –con la participación de dirigentes del Sindicato Único Portuario y Ramas Afines– y de los representantes de Katoen Natie –entre ellos, el gerente general, Kenny Pauwels–, se generaron visiones contrapuestas entre oficialismo y oposición.
En una rueda de prensa, el senador colorado Robert Silva se detuvo en que el sistema operativo se había adquirido por parte de la empresa “hace tiempo”, concretamente, en 2022. Asimismo, remarcó que la empresa “asegura que no va a haber pérdidas de puestos de trabajo”. “Han puesto en valor la operativa, este sistema nuevo de la empresa lo que hace es gestionar el manejo de los contenedores, no va a manejar las grúas y, por lo tanto, no va a haber afectación de las jornadas laborales”, comentó el legislador.
En definitiva, Silva señaló que considera que hay “voluntad de llegar a un acuerdo por parte de los sectores involucrados”. En cuanto al planteo del sindicato de reducir la jornada laboral, como consecuencia del aumento de productividad que generaría el nuevo sistema operativo, el senador manifestó que la empresa apunta que eso “no está probado”. De todas formas, subrayó que “hay clara voluntad de no negarse” a la discusión por parte de Katoen Natie, aunque puntualizó la complejidad de pretender ese cambio en diez días.
El senador frenteamplista Gustavo González afirmó a la diaria que si desde Katoen Natie se señala que no habrá pérdidas de fuentes laborales, se “tiene que firmar en el convenio para resolver el conflicto” dejando por escrito ese compromiso. “Si eso no se firma, los trabajadores tienen todo el derecho a desconfiar, porque toda tecnología del sistema capitalista ha llevado a pérdidas de puestos de trabajo”, agregó.
Más allá de eso, el legislador oficialista planteó que desde su visión la patronal “no mostró ganas” de resolver el conflicto. En ese sentido, cuestionó que se manifieste que “no hay problemas de insalubridad” en las tareas que se llevan a cabo, algo que está puesto sobre la mesa a la hora de pedir la reducción de la jornada laboral desde el sindicato. “Eso lo tiene que determinar la salud pública o el organismo pertinente”, comentó el dirigente socialista.
“Ojalá que se resuelva el conflicto, pero no veo que en diez días se pueda resolver”, indicó González. En caso de que exista la posibilidad de que se pierdan los puestos de trabajo, el senador se mostró de acuerdo con la reducción de la jornada laboral, como forma de mantener los puestos de trabajo.