En el ciclo de intercambios con la militancia sobre el presupuesto nacional, los legisladores frenteamplistas Óscar Andrade, Gustavo González y Sol Maneiro estuvieron presentes en el Club Alma Gallega del barrio Aguada. Hicieron énfasis en la situación económica heredada y en los condicionamientos que eso implica para el desarrollo del plan presupuestal. González señaló que “somos un país que vivimos de prestado” y recordó que este año habrá “3.450 millones de dólares para pagar deuda”.
Andrade recordó que el gobierno frenteamplista recibió el país con “el déficit fiscal más alto de 35 años a esta parte”. El senador comunista comentó que esto deja a la administración “patas para arriba”, por lo que ahí hay una “discusión política para dar”. “Tenemos que generar una subjetividad que haga insoportables los niveles de desigualdad que tenemos”, remarcó el legislador, y aseguró que si gobernara “la derecha” se estaría “en un ajuste”.
González, profundizando en el origen de la situación económica, puntualizó que “el gobierno de [Luis] Lacalle Pou fue absolutamente consecuente con los malla oro”. Según el senador socialista, durante la gestión del expresidente nacionalista se “duplicó la exoneración al capital”, lo que llevó a recaudar menos y a tener “este presupuesto austero” que tiene “algunas cosas muy duras para la izquierda”.
Profundizando en las dificultades del presupuesto, González habló de la situación de la Universidad de la República (Udelar) y aseguró que los diputados “están viendo” cómo se logran aumentar los fondos que se destinan a la casa de estudios. “No podemos seguir manteniendo un grado dos de la Universidad con 18.000 pesos por mes”, cuestionó el legislador. También se refirió a la vivienda, donde desde su punto de vista hay un plan “muy bueno”, pero los fondos que se destinan “no dan para cumplir” con los objetivos.
Los impuestos
“No sé en qué momento nos atacó la alergia a hablar de impuestos”, cuestionó Andrade. Subrayó que los que incluye el presupuesto “por suerte están” porque si no, la situación sería “desastrosa”. “Entre el impuesto mínimo global y el de la ganancia en el exterior, estás recaudando unos 750 millones de dólares”, recordó el legislador y a su vez reconoció que mucho de eso va a “matar agujeros”.
En términos generales, Andrade subrayó que le “parece bien” que el gobierno frenteamplista no haya “quedado atrapado en el planteo de campaña”. En ese sentido, llamó a construir “una subjetividad donde sea imprescindible” hablar “de justicia tributaria”.
El senador comunista indicó que “para que los números cierren” también se pretende que la DGI recaude “700 millones de dólares más de combate a la evasión”. “En el periodo pasado se alivió la presión de la DGI y particularmente en impuestos directos”, aseguró.
González puntualizó que hay que “ir a una reforma tributaria”. “No hay que temerles a esas cosas, el impuesto al patrimonio en este país lo puso el Partido Nacional”, remarcó en la misma línea el legislador. Agregó que “lo bueno que tiene este presupuesto es que afecta al capital”, aunque reconoció que él quería que también se le gravara con un impuesto del 1% al 1% más rico del país. “Vamos a tener que llegar a eso, no hay otra”, comentó.
Maneiro se refirió al “impuesto Temu” y reconoció que no es algo “simpático”. Sin embargo, llamó a ver la “realidad” y consideró que el gravamen cumple una función de “defensa propia”. “Es un desfiladero de trabajadores de empresas que han cerrado desde que asumimos en febrero”, aseguró la diputada, haciendo referencia a su labor como integrante de la Comisión de Trabajo de la cámara baja.
Las perspectivas
Más allá del presupuesto, los legisladores se dieron un espacio para describir la situación política en la que se desarrolla la discusión presupuestal. En el caso de González, hizo referencia a que se está “frente a una derecha que es ultra”. “Desde marzo nos han llamado hasta al portero del ministerio”, ironizó el legislador sobre las convocatorias al Parlamento. “Nos están hackeando y tenemos que ser conscientes”, agregó en referencia a que ese accionar saca al oficialismo del papel de “gobernar”.
En ese sentido, llamó a los presentes a “redoblar el esfuerzo” desde la conciencia de que hay “un presupuesto austero”. “El Frente Amplio ha salido de situaciones peores que estas y hemos vencido”, remarcó González. Maneiro, por su parte, remarcó metafóricamente que cuando se asume el desafío de gobernar, se quiere “subir 10 escalones” y a veces “de dos en dos”. Sin embargo, remarcó que si cuando termina el quinquenio “no subiste los diez escalones, pero subiste cuatro”, eso también debe ser valorado.