“La Justicia y el Estado de Derecho”, es el nombre del ciclo de conferencias organizadas por el sector colorado Tercera Vía, liderado por el senador y exfiscal Gustavo Zubía, que en la noche de ayer tuvo su primer evento. El lugar elegido fue la sala de conferencias del edificio anexo del Palacio Legislativo, que se vio abarrotado de gente. Entre los presentes se destacaban el exsenador de Cabildo Abierto (CA) Guillermo Domenech, el exdiputado colorado Daniel García Pintos y el exintegrante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros Héctor Amodio Pérez.
Entre los que se destacaban en el panel de exponentes estaban el exdiputado de CA Eduardo Lust —actualmente líder del Partido Constitucional Ambientalista, que no tiene representación parlamentaria—, la exfiscal Gabriela Fossati y el senador colorado Gustavo Zubía. Gran parte de la charla ,que duró casi dos horas, estuvo centrada en los militares condenados por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura.
Fossati sostuvo que “la gente se pregunta” por qué “mucha gente que está vinculada con la guerrilla, muchos tupamaros y de otros movimientos guerrilleros no han sido sometidos a proceso durante la dictadura ni después”. Recordó que la respuesta es clara, ya que la ley de amnistía (15.737), de 1985, “los exoneró de responsabilidad, entonces, respecto de ellos, la conducta no es punible”.
“¿Por qué los militares y los civiles que estaban vinculados con esos militares no habían sido perseguidos penalmente luego de 1986? Precisamente, porque en ese año se dictó la ley de caducidad [15.848], la cual liberaba de responsabilidad a todos esos hechos cometidos entre 1973 y 1985. Creo que las leyes de amnistía y de caducidad fueron el peor error de los políticos en los últimos años. No se puede procurar la paz, la resolución de un conflicto, de una manera tan forzada, porque a la larga se va a generar un problema peor, que es lo que pasó ahora”, señaló Fossati.
La exfiscal sostuvo que ahora se están “generando víctimas que no son culpables de que no se los haya juzgado en su momento, cuando tenían las garantías de tener la prueba vigente”. Dijo que con estos “nuevos mecanismos probatorios de valoración de la prueba, de flexibilización, de contextualización, ellos son perjudicados por una situación que se decidió primero por los políticos y después por la sociedad, en 1989, cuando se plebiscitó la ley de caducidad, y en 2009, cuando se volvió a plebiscitar”.
Fossati aseguró que se llegó a esta situación porque “a partir de la segunda mitad de la primera década de este siglo” (es decir, desde 2005, cuando el Frente Amplio asumió por primera vez el gobierno nacional) se ha producido “un proceso de ideologización, no sólo de la Fiscalía”, sino también “del Parlamento y del Poder Judicial”, se ha ido “confundiendo ideología con Justicia” y se han interpretado las normas “en cuestión de ideología”.
Zubía pro Rebollo
El evento lo cerró el anfitrión Gustavo Zubía, que se centró “en las nuevas concepciones en la valoración probatoria”, y subrayó que esa valoración está atada a “la duda como mecanismo racional del receptor de una información para cotejar la veracidad de ese suceso”. Luego recordó la película La duda (John Patrick Shanley, 2008) protagonizada por Meryl Streep, que trata de “una monja que acusa a un sacerdote de relaciones indebidas con un menor de edad, y se transforma en un debate entre esos dos personajes, donde la duda está arriba del tapete”. “Cuando al final, la monja, con más años y más experiencia de vida, logra que ese sacerdote abandone la grey a la cual había sido designado, ella comienza a llorar y establece que en el fondo la duda la sigue atormentando”, señaló Zubia.
Así las cosas, el senador sostuvo que hoy en la Justicia “no existe la duda, parecería que hubiera desaparecido por arte de magia”, y recordó el aforismo latino in dubio pro reo (en la duda, a favor del acusado). “No podemos estar en la duda a favor del denunciante. Ha sido un principio de derecho penal insoslayable durante toda la vida democrática de este país. Entonces, ¿hoy se respeta ese principio en las causas de militares? No, no se respeta”, insistió.
El senador colorado dijo que no ha accedido a muchas sentencias. No obstante, se centró en el ejemplo del militar retirado Juan Rebollo, que fue condenado a 30 años de cárcel por el crimen de las Muchachas de Abril, en junio de 2025.
Zubía dijo que “leyendo las actuaciones” del fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad Ricardo Perciballe, le provoca “un sentimiento de que parece que fuera otra persona” diferente a la que él conoció, ya que como fiscal trabajó “durante 25 años a un metro de distancia” de él. Zubía dijo que Perciballe “tiene una percepción ideológica que, lamentablemente, ha comido a la percepción personal”. “La presunción de inocencia debe ser respetada como la niña de 15 del tema probatorio penal. Si no respetamos la presunción de inocencia, todos estamos sometidos a un régimen dictatorial en cuanto al momento de imponer determinadas orientaciones”, señaló.
Luego de detallar todo el caso, Zubía insistió con la “diferencia de criterios”, que “lamentablemente es ideológica”, y “en esta línea” van a seguir “operando”, para ver si eso lo pueden cambiar. “Con las dificultades enormes que vamos a tener, del acompañamiento político, pero sí lo podemos cambiar, por lo menos, por determinada legislación que atempere estas incongruencias a las que están siendo sometidos generalmente oficiales del Ejército, Policía o civiles asimilados por esta caza de brujas”, finalizó.