El sábado, en la Sociedad Italiana de Las Piedras (Canelones), el Partido Nacional (PN) realizó otro evento de su gira de “análisis, autocrítica y oportunidades de mejora”, con dirigentes, legisladores, ediles y concejales tanto de Canelones como de Montevideo. Se trató del cuarto encuentro regional; el próximo sábado será el último, correspondiente a los departamentos de Maldonado y Rocha.
En rueda de prensa, el presidente del directorio blanco y excandidato presidencial, Álvaro Delgado, resaltó que en estas instancias también aprovechan para presentar la Secretaría de Asuntos Sociales, que es “una innovación que este directorio ha hecho”, ya que “hacía mucho tiempo que el PN no tenía ese vínculo tan cercano con el mundo gremial y sindical”.
En cuanto a la instancia de autocrítica, Delgado dijo que “la gente se expresa con respeto y unidad”, para hacer “un mejor PN, más abierto, ensanchar la base, un partido más cercano a la gente y descentralizado”. Además, como lo viene haciendo en cada instancia, Delgado subrayó que el PN “tiene una doble condición”, porque es oposición a nivel nacional pero a su vez es gobierno en 14 intendencias.
La prensa le consultó a Delgado si el expresidente Luis Lacalle Pou no debería participar en estos eventos, y contestó que no, porque el exmandatario “tomó una merecida distancia de la coyuntura partidaria”, y sólo participó en eventos partidarios aislados, como en los festejos por los 189 años de la divisa blanca. “Seguramente, el año que viene participe en muchas de las instancias de los 190 años del PN, pero en el tema de coyuntura me parece que merece tener un poco de descanso”, insistió.
Delgado señaló que los informes del sociólogo Rafael Porzecanski, director de Opción Consultores, que vienen usando como insumo para estas instancias, hablan de que “algunos elementos fueron importantes para el resultado” del balotaje. “La caída de Cabildo Abierto fue la primera”, afirmó. También “la inercia demográfica entre los que entraron al padrón, jóvenes con un sesgo hacia el Frente Amplio [FA], y los que dejaron el padrón, por fallecimiento, con un sesgo hacia la coalición”, apuntó.
“Ahí estamos hablando quizás de más de dos puntos, más algunas otras incidencias que aparecen en los informes. Además, hay un tema que es determinante: en octubre, si bien la suma de los partidos de la coalición le sacó cuatro puntos al FA, 48% a 44%, en realidad, la mayoría parlamentaria, por lo menos en el Senado, la tuvo el FA. Contra eso es difícil, ¿no? Hubiera sido otro escenario si la coalición hubiera tenido mayoría parlamentaria en ambas cámaras”, finalizó.
La interna blanca de Canelones se coló en el debate
A todo esto, un participante del evento señaló a la diaria que, en la última parte de la jornada, cuando se abrió el micrófono para quienes quisieran hablar, hubo más de 40 intervenciones de dirigentes, concejales, ediles y convencionales, entre otros. La fuente subrayó que estuvo “muy candente” porque “se entreveró un poco” la autocrítica a nivel nacional con la interna blanca de Canelones, en particular, por las diferencias que hay dentro de la lista 400, de Aire Fresco, con la disputa entre los liderados por el diputado Juan Pablo Delgado y los que responden al exdiputado Alfonso Lereté. Por lo tanto, según la fuente blanca, “el debate derivó hacia el tema más departamental”.
De todas maneras, consignó que sobre la derrota en la elección nacional hubo varios planteos, con “críticas y reproches”. Sostuvo que no faltaron comentarios sobre la integración de la fórmula, con Valeria Ripoll como candidata a vicepresidenta, así como las “quejas” de algunos dirigentes porque no fueron “debidamente escuchados por los jerarcas” durante el gobierno pasado, una crítica que es “bastante recurrente” en este tipo de instancias.
A su vez, varios referentes de la lista 400, como los diputados Delgado y Amin Niffouri, redactaron un comunicado ante la instancia de autocrítica. Allí señalaron algunos aspectos que entienden que pudieron haber tenido incidencia en la derrota. Por ejemplo, que “la motivación de los militantes se vio tal vez algo disminuida, de parte de la dirigencia después de un gran esfuerzo de todo tipo, y de mucha actividad en octubre, en conquista de las bancas parlamentarias”.
También mencionaron “el agotamiento de recursos económicos suficientes para poder haber tenido una fuerte y sostenida actividad política electoral durante todos y cada uno de esos 30 días”, entre la primera y la segunda vuelta. “Además, posiblemente, muchos sintieron en la noche del 27 de octubre que con el buen resultado alcanzado ya habíamos ganado la elección, y que sólo con la inercia con la que veníamos desde octubre se llegaba y se ganaba fácil”, finalizaron.