En los dos últimos días de abril (29 y 30) ingresaron oficialmente al Parlamento una docena de proyectos del senador blanco Luis Alberto Heber. Los 12 tienen relación con la seguridad y algunos ya habían sido presentados en el último año del período legislativo anterior (luego de renunciar como titular del Ministerio del Interior, Heber volvió al Senado en noviembre de 2023).
Una de las iniciativas que se repiten es la referida a la deportación de las personas extranjeras que cometen delitos graves. Heber presentó un proyecto en ese sentido en setiembre de 2024, pero ni siquiera llegó a salir de la Comisión de Población, Desarrollo e Inclusión, y el 14 de febrero de 2025 se archivó por el fin de la legislatura.
Otro de los proyectos introduce un cambio en el Código del Proceso Penal (CPP) (ley 19.293, de diciembre de 2014), en su artículo 195.5, que actualmente dice: “La denuncia policial por violencia doméstica se tomará a todos los efectos como autorización expresa para el allanamiento y registro de morada dentro de las 48 horas siguientes a su presentación”. El proyecto de Heber le agrega otra circunstancia especial para que el allanamiento se pueda hacer dentro de las 48 horas: la “comercialización de estupefacientes”.
En la exposición de motivos, el senador argumenta que hasta el presente “el mecanismo para que se disponga un eventual allanamiento de un lugar donde ilegalmente se comercializan drogas resulta por demás lento, engorroso y complejo, sumado a que está sujeto a un criterio subjetivo de quien debe solicitar la medida a la Justicia”.
“En tal sentido, se suelen requerir innumerables elementos indiciarios, tales como diversas denuncias policiales, un trabajo de vigilancia y recopilación de eventuales elementos probatorios, las declaraciones de varias personas que expresen haber comprado estupefacientes en el referido lugar, etcétera. Todo ello conspira con poder enfrentar a los grupos criminales, la distribución y venta de drogas en las ciudades y localidades”, sostiene Heber. Por lo tanto, asegura que, “de aprobarse esta iniciativa legislativa, se facilitaría el mecanismo del allanamiento de las bocas de comercialización de estupefacientes produciéndole un fuerte golpe al narcotráfico”.
Contra el fentanilo
Otro de los proyectos de Heber también modifica el CPP, pero para establecer la protección de los peritos. Agrega un artículo que establece: “Los peritos, en los procesos penales por narcotráfico, crimen organizado o lavado de activos, serán sometidos a medidas de protección especiales para garantizar su seguridad y su integridad a consecuencia de su colaboración o declaración en la causa”.
Allí se establecen varias medidas, “las cuales podrán ser extensibles a los familiares y demás personas cercanas al perito que la resolución judicial determine”. Por ejemplo, “garantizar el acceso a los tribunales evitando el contacto con los investigados, indagados, imputados, prensa y público en general”, así como también la “prohibición de toma de fotografías o registración y divulgación de su imagen tanto por particulares como por los medios de comunicación”.
Otra de las iniciativas presentadas por el senador blanco versa sobre el combate al fentanilo (una potente droga sintética que en Estados Unidos y otros países desató una crisis sanitaria). El proyecto establece un cambio en la ley de estupefacientes (Decreto-ley 14.294, de 1974). El texto propuesto dice: “El que, sin autorización legal, importare, exportare, introdujere en tránsito, produjere, elabore, comercializare, distribuyere, transportare, tuviere en su poder, fuere depositario, almacenare, poseyere o, a título oneroso o gratuito, suministrare, aplicare o entregare, promoviere, indujere o facilitare su consumo u ofreciere en venta o negociare de cualquier modo alguno fentanilo, será castigado con pena de ocho a 15 años de penitenciaría”.
En la exposición de motivos, Heber señala que el fentanilo es altamente adictivo, y “si alguien trata de dejar de usarlo a menudo desarrolla síntomas de abstinencia, como sensación de pánico, insomnio, escalofríos y sudores fuertes, dolor muscular, calambres estomacales, náuseas, vómitos y diarrea”. “Se trata, pues, de una amenaza presente y emergente, en gran expansión a nivel mundial, por lo que correspondería tomar medidas legales penales para combatir este fenómeno de nuevo mercado de drogas ilegales por parte del crimen organizado y el narcotráfico”, finaliza.