Finalmente, la Cámara de Senadores aprobó este miércoles casi por unanimidad la reforma de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios (CJPPU), con los votos del Frente Amplio (FA), el Partido Nacional (PN) y el Partido Colorado (PC). El proyecto de ley, elaborado originalmente por el Poder Ejecutivo pero ampliamente modificado durante el tratamiento legislativo, sólo fue rechazado en la cámara alta por el senador Gustavo Zubía (PC). El resultado de la votación fue 30 en 31.
Sobre el mediodía, en el marco de un cuarto intermedio, el senador Daniel Caggiani (FA) anunció a la prensa que el oficialismo y la oposición habían alcanzado un acuerdo para evitar que la caja paraestatal “se funda”. Si bien puntualizó que se trata de un proyecto que “nadie quisiera haber aprobado”, Caggiani aseguró que la reforma le dará a la CJPPU “la posibilidad de tener cierta estabilidad financiera, justamente para después pensar en alguna serie de reformas más profundas y estructurales”.
Caggiani sostuvo que en las últimas horas el oficialismo y la oposición arribaron a “un punto medio”. A su entender, dada que ninguna de las dos partes tiene mayoría en ambas cámaras, la negociación fue “una prueba de fuego” para los partidos políticos con representación parlamentaria.
En sala, el senador Eduardo Brenta (FA), miembro informante del proyecto, sostuvo que “los profesionales universitarios son claves a la hora de pensar el desarrollo del país”. “Nunca participamos en una mirada de los profesionales universitarios como privilegiados; por el contrario, somos plenamente conscientes de las enormes dificultades que tienen en el ejercicio libre de la profesión”, expresó. En tal sentido, mencionó que existen “dificultades de inserción laboral”, “situaciones de precarización laboral” y “relaciones laborales de trabajo subordinado encubiertas bajo fachadas de empresas unipersonales”.
Brenta apuntó específicamente contra el sistema de aportación basado en fictos, y no por el ingreso real, y afirmó que “constituye una dificultad para captar nuevos colectivos a la Caja”. “Es sabido que el sistema de fictos actual muchas veces perjudica a las y los profesionales con pocos años de experiencia, porque los obliga a hacer un aporte que no está dentro de sus posibilidades y, en el peor de los casos, los expulsa del sistema”, resaltó.
Javier García: el proyecto acordado es “mucho mejor” que el del Poder Ejecutivo
“Las cosas hay que decirlas como son: no estamos votando una solución buena, sino la menos mala” fueron las primeras palabras del senador Javier García (PN) en sala, previo a la votación. Sostuvo que “hace muchos años” que la CJPPU está en problemas y “todos” sabían que “tenía fecha de vencimiento”, pero, “como no se veía”, se hacía “a la uruguaya” y el asunto se pateaba para adelante.
El senador del PN recordó que a mediados de 2023, durante el gobierno de Luis Lacalle Pou, vieron “que la fecha de vencimiento estaba a la vista” y por eso plantearon un proyecto de ley al respecto, que ni el FA ni Cabildo Abierto acompañaron. “Esta es la verdad: esta sesión de hoy, y los últimos meses de trabajo vinculados al salvataje de la Caja, se hubieran ahorrado si se hubiera actuado con responsabilidad en 2023. Hoy la Coalición Republicana está haciendo lo que el FA tendría que haber hecho cuando tuvo que asumir la responsabilidad y se escabulló”, insistió.
De todos modos, García sostuvo que el proyecto acordado este miércoles es “mucho mejor” que el presentado por el Poder Ejecutivo, y puso como ejemplo que “el aporte de los pasivos es la mitad”. Agregó que le pareció “muy injusto” que en el debate público que se dio en las últimas semanas “se haya pretendido acusar a los profesionales y haberlos puesto prácticamente en el casillero de los culpables, como una casta privilegiada de uruguayos”.
“Me pareció un razonamiento que sólo puede partir de una concepción ideológica muy bañada en la lucha de clases, que no es la primera vez que la escucho en Uruguay”, subrayó García. Por último, dijo que “hay que lavarse mucho las manos, o ser muy injusto, para tildar así a gente que se pela el traste para llegar a tener una profesión universitaria”.
Diferente fue el tono de la intervención de la senadora Graciela Bianchi (PN), quien valoró en sala tanto “los apoyos de nuestros compañeros de la Coalición Republicana” como “el buen talante del actual oficialismo”. Bianchi destacó, sobre todo, “el apoyo del equipo económico, que ha dado realmente un espaldarazo en lo que se refiere al asesoramiento”.
Robert Silva: “No es la mejor solución, no es la solución definitiva”
Según supo la diaria, Zubía, acérrimo enemigo del IASS, había avisado días atrás en la interna de la oposición que no acompañaría la reforma. Este miércoles, antes de la votación, el senador colorado cuestionó en una rueda de prensa el proyecto acordado, pese al “enorme esfuerzo” del resto de los legisladores.
“Había otra senda de trabajo: la reestructuración del número de profesionales que existen en el país pero que no aportan a la Caja. Es como si usted llega al médico con una puñalada en el medio del pecho y el médico está atento a los raspones que usted tiene en el codo; no tiene sentido”, afirmó Zubía.
A su turno, el senador Tabaré Viera (PC) aseguró que la solución acordada este miércoles “difiere sustantivamente del proyecto original enviado por el Poder Ejecutivo y de lo posteriormente aprobado en la Cámara de Diputados”, en referencia al texto sancionado semanas atrás, que no incluía ningún tipo de contribución de los afiliados a la CJPPU.
“Hoy el debate se centró en buscar un acuerdo realista, posible, porque al fin y al cabo las soluciones muchas veces no pasan por lo que queremos, sino por lo que podemos”, sostuvo Viera. Según el senador del PC, primó “un criterio de responsabilidad”, ya que, sin reforma, “dentro de pocos días, menos de un mes, los pasivos no cobrarían su jubilación”.
Por su parte, antes de levantar la mano, el senador Robert Silva (PC) dijo sentir “una sensación agridulce”. “Nos entristece esta situación de tener que votar lo que vamos a votar, porque no es la mejor solución, porque no es la solución definitiva”, afirmó.
El senador del PC dijo que no se trata de “la solución que la Caja merece”, sino “la posible”, “a la que pudimos llegar luego de horas y horas de dedicarnos a este tema y de tratar de mejorar una propuesta original que era demasiado onerosa para los involucrados y también para la sociedad en su conjunto”.
¿Cuál fue el acuerdo entre el oficialismo y la oposición?
A diferencia del proyecto aprobado en primera instancia en la Cámara de Diputados, el texto votado este miércoles en el Senado establece tres fuentes de financiamiento para atender la crisis que atraviesa la CJPPU.
En primer lugar, la reforma dispone un aumento gradual de la tasa de aportación de los activos que, eventualmente, podría pasar de 18,5% a 22,5%. En caso de que la situación financiera de la CJPPU lo amerite, el Poder Ejecutivo podrá incrementar dos puntos porcentuales en 2026, un punto más en 2027 y un último punto más en 2028. El proyecto original del gobierno disponía un aumento automático de cuatro puntos porcentuales.
En segundo lugar, la reforma establece un nuevo impuesto para los pasivos de la CJPPU, que varía entre 2% y 5% según el nivel de ingresos. Hay tres franjas: los jubilados que ganan hasta 39.456 pesos no pagarán ningún impuesto adicional, quienes cobran entre 39.456 y 65.760 pesos pagarán un gravamen de 2% y aquellos que superen los 65.760 pesos contribuirán con 5%. El proyecto original del Poder Ejecutivo establecía, en una escala progresiva, gravámenes de 7,5%, 10% y 12% a partir de los 65.760 pesos.
La tercera fuente de financiamiento proviene del conjunto de la población, es decir, de quienes no integran el subsistema previsional. Según el artículo sobre el aporte estatal aprobado este miércoles en el Senado, al que tuvo acceso la diaria, la CJPPU recibirá este año desde Rentas Generales 218 millones de pesos por mes. En este punto, el proyecto original del gobierno establecía un aporte de 110 millones de pesos por mes.
El artículo aprobado dispone además que durante 2026 la CJPPU recibirá mensualmente desde Rentas Generales “una suma igual a dos veces y media” la recaudación prevista por el nuevo impuesto a aplicarse a los pasivos.
Asimismo, en función de las disminuciones que fueron acordadas para los activos y los pasivos, la CJPPU recibirá “por única vez” –no mensualmente– sumas adicionales de Rentas Generales: 665 millones de pesos en 2025 y en 2026, y 332 millones de pesos en 2027.
El diputado Joaquín Garlo (FA) explicó en una rueda de prensa que el proyecto original del gobierno disponía un aporte estatal de 32 millones de dólares por año, mientras que el proyecto acordado este miércoles dispone un promedio de 62 millones de dólares por año.
“Es un aumento significativo. El esquema de financiación queda en un 50% con aportes de activos y pasivos y un 50% con aportes de Rentas Generales y de los timbres profesionales, queda mitad y mitad”, indicó Garlo. En el proyecto original del gobierno, 73% de la reforma recaía sobre los afiliados a la CJPPU y 27% sobre el conjunto de la sociedad.
Discusión en Diputados con acuerdo previo
Sobre las 21.30 del miércoles, el proyecto comenzó a discutirse en el plenario de la Cámara de Diputados. Si bien la iniciativa ya había sido aprobada en esa cámara, al hacerse modificaciones en el Senado, debió volver a ser considerada por los representantes. El presidente de la cámara, el frenteamplista Sebastián Valdomir, pidió a los legisladores que fueran breves, porque tenían “ una muy extensa lista de oradores”. El debate se extendió pasada la medianoche.
En las intervenciones iniciales, el frenteamplista Joaquín Garlo destacó el acuerdo alcanzado entre el oficialismo y gran parte de la oposición en ambas cámaras, porque “sigue la línea de la financiación equilibrada en las cargas”, tal como proponía el Poder Ejecutivo, porque se trata de un acuerdo “sostenible en el tiempo y socialmente justo”. “El sistema político ha estado a la altura de las circunstancias y la responsabilidad republicana primó por sobre todas las cosas”, celebró.
A su turno, el diputado nacionalista Pablo Abdala afirmó que el desenlace del tratamiento legislativo del proyecto le deja “sensaciones contradictorias”. Por un lado, “una suerte de retrogusto amargo” porque la propuesta acordada no les “gusta”, pero, al mismo tiempo, “con la conciencia absolutamente tranquila de que hemos actuado desde el inicio de todo este proceso con gran honestidad intelectual y, además, con una dosis de sensatez”. Recordó que no sólo fue necesario buscar acuerdos con el oficialismo, sino también entre los partidos de la oposición. “En el cruce de caminos que se nos generó, optamos por lo que teníamos que optar, con la ética de la responsabilidad, y tenemos, por lo tanto, la certeza y la íntima satisfacción de que la Caja se va a salvar”, destacó.
Finalmente, el proyecto fue aprobado en la Cámara de Diputados por 90 votos en 94, con la oposición de Cabildo Abierto e Identidad Soberana.