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Sergio Díaz Granados, Lucía Topolansky, Enrique Iglesias, Alberto Volonté y Rafael Freire, el 9 de setiembre, en el Centro de Formación para la Integración Regional.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Instituciones que promueven la integración regional homenajearon a Mujica: “Estaba convencido” de que era “el camino para el desarrollo”

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El dirigente blanco Alberto Volonté resaltó la figura del exmandatario “por su sencillez y austeridad” siendo presidente, algo que “reconoció el mundo entero” y que logró que a Uruguay “se lo conociera mucho más que por el fútbol”.

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Leído por Patricia Lima
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Algunos días antes de la muerte de José Mujica, una tarde, sonó el celular de su esposa, Lucía Topolansky, y le pasó el teléfono al expresidente: “Tomá, Pepe, es Francisco”. “¿Qué Francisco?”, preguntó Mujica. “El papa”, contestó ella. “No jodas, Lucía”, replicó Mujica. Con esta anécdota abrió el homenaje a Mujica el ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF, antes conocido como Corporación Andina de Fomento) Pablo Gentili, en el salón de actos de la sede de esa institución, sobre la calle Ciudadela, este martes al mediodía. El homenaje fue organizado por las instituciones que promueven el Foro Integración y Solidaridad Regional: CAF, la Asociación Latinoamericana de Integración y el Centro de Formación para la Integración Regional (Cefir).

“Conversaron cosas que seguramente nunca sabremos, pero también con seguridad se unieron en la convicción que marcó la trayectoria de dos figuras entrañables para la humanidad del último siglo, de la lucha por la justicia y la igualdad. Los unía la frase 'nadie se salva solo', un principio moral que resuena en cada uno de los pasillos, de las paredes y de los escritorios de este CAF”, dijo Gentili. Subrayó que “el desarrollo no es otra cosa que las respuestas que nuestras sociedades dan para poder construir la vida en común, con justicia, igualdad, dignidad y paz”.

Además, sostuvo que Mujica “estaba convencido de que el camino para construir el desarrollo era la integración regional”, especialmente en América Latina, y señaló que en el evento estaban reunidos los representantes de cada uno de los ministerios de los países de América del Sur que conforman el Consenso de Brasilia, la iniciativa que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lanzó en mayo de 2023, “y que viene construyéndose como una alternativa a pensar soluciones concretas” para el desarrollo, y nació “con la recomendación que el propio Pepe le hizo al presidente Lula ni bien iniciaba su mandato”.

Al evento asistieron varios ministros y legisladores del gobierno uruguayo y el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez. En cambio, casi no hubo dirigentes de los partidos de la oposición, a excepción de algunos pocos, como el nacionalista Sergio Abreu, canciller del último tramo del gobierno de Luis Lacalle Herrera (1990-1995), y su correligionario y excandidato a presidente Alberto Volonté, que fue uno de los oradores y estuvo presente como presidente del Cefir, impulsor del homenaje.

Topolansky y el largo desvelo de Mujica

“Efectivamente, la integración fue un largo desvelo que tuvo Pepe”, empezó diciendo Topolansky al inicio del homenaje. La exvicepresidenta recordó que Mujica señalaba que hay una cantidad de organismos ya construidos, y que con ellos debemos “integrarnos para que el continente pese en el contexto mundial”, porque “de a uno no somos nadie, a pesar de que tengamos países importantes como Argentina, Brasil, México y Colombia”.

Topolansky subrayó que Mujica “estaba enojado” con la palabra “Latinoamérica” porque dejaba excluidos “a los pueblos originarios que, sobre todo en la zona andina, todavía están e importan mucho”; así como también esa expresión excluye “a toda la población africana, que en el contexto de la historia se fue trayendo contra su voluntad, y se arraigó acá y es parte de nuestra historia”. Agregó que Mujica pensaba en otra denominación: “Los amazónicos”.

Además, Topolansky dijo que Mujica también estaba preocupado por “no complicarse con grandes declaraciones y empezar por la integración de cosas simples, que la gente pudiera entender y defender”. De lo contrario, “pasa muchas veces que la población es espectadora de grandes conferencias, pero no tiene muy claro para qué le sirven”.

Puso como ejemplo la integración en la educación. “¿Por qué una muchacha o un muchacho que estudia en Uruguay y se hace médico, ingeniero, arquitecto, lo que fuere, después, para poder ejercer en cualquier país de América Latina, tiene que hacer una montaña de trámites? En cambio, vienen algunos de otros continentes, se los llevan y ta, no hay ningún problema”, señaló Topolansky.

Al final, la exvicepresidenta retomó la anécdota de la llamada del papa y recordó que por estos lares siempre se bromea con la frase “¡ni que te llame el papa!”. “Le hice el chiste [a Mujica]. Es la primera vez –y capaz la última– que me pasa, en mis 80 años de vida”, finalizó.

Lucía Topolansky, Enrique Iglesias y Alberto Volonté.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Iglesias y Volonté

Otro de los oradores del homenaje fue Enrique Iglesias, expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo y canciller durante el primer gobierno de Julio María Sanguinetti (1985-1990), que fue presentado por Gentili como “el principal arquitecto de la integración regional”. Iglesias dijo que era muy grato estar en el evento acompañando “a doña Lucía y a todos”, recordando al “querido amigo” Mujica.

“Tuve el gran honor de conocerlo por muchos años, de cultivar una amistad que para mí es un gran recuerdo. No solamente por el tiempo ocupado, sino por lo que fue la conceptualización y el mensaje que me dio un gran uruguayo. Nosotros, los uruguayos, tenemos que estar agradecidos de que haya tenido la oportunidad de acompañarnos tantos años para dar cuenta de los grandes valores que lo animaban, que son inspiradores para la vida de nuestro pequeño país”, finalizó.

A diferencia de Iglesias, Volonté habló largo y tendido; fue el orador más extenso de la jornada. “Después de ver y oír tan lindas cosas, lo primero que siento es que por allí, por todos lados, cundió la emoción; y cuando la emoción domina, la batalla está ganada. Las razones, las doctrinas y las grandilocuencias no superan los latidos del corazón. Y Mujica, entre otras cosas, fue maestro en latidos del corazón”, dijo Volonté.

El nacionalista llamó a “terminar la retórica” y a comprometerse con Mujica, porque la mejor manera de recordarlo es decir que se van a comprometer con su legado. Subrayó que “gente como Enrique y, en estos últimos años, como Pepe Mujica lograron que a Uruguay se le conociera mucho más que por el fútbol y otras virtudes que tenemos”.

“¿Por qué se lo conoció a Pepe Mujica? Por su sencillez y austeridad siendo presidente, eso lo reconoció el mundo entero. Porque a los que les tocan bandas, laureles y marchas a veces no logran vivir con austeridad y sencillez. Venían los periodistas de todo el mundo y no lo podían creer”, sostuvo. Para marcar la diferencia, subrayó que hubo grandes pensadores que se fueron, y de ellos quedará “algún pensamiento, pero ejemplo de vida no dejaron”.

Para finalizar, Volonté recordó una anécdota de agosto de 2009, en medio de la campaña que llevaría a Mujica a la presidencia, luego de ganarle en el balotaje a Lacalle Herrera. Dijo que el intelectual Alberto Methol Ferré, que estaba enfermo –falleció en noviembre de ese año–, le dijo: “Vamos a votar a Mujica, porque es el Herrera de los pobres”.

Homenaje a José Mujica, el 9 de setiembre, en el Centro de Formación para la Integración Regional.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Luego de las palabras, el evento terminó formalmente con el descubrimiento de una placa ubicada en el hall de entrada de la sede de CAF, con parte del discurso que dio Mujica en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, el 24 de setiembre de 2013, cuando era presidente: “Soy del Sur y vengo del Sur. Cargo inequívocamente con los millones de compatriotas pobres en las ciudades, en los páramos, en las selvas, en las pampas, en los socavones de la América Latina, patria común, que se está haciendo”.

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