En diálogo con la diaria, la presidenta de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), Carmen Sánchez, explicó que la Semana Emprendedora Global en esta edición tiene el objetivo de “poner en agenda el emprendimiento y sensibilizar sobre la cultura emprendedora”. Particularmente, este año el foco de la conmemoración estuvo puesto en fomentar el desarrollo de las competencias emprendedoras en edades tempranas, algo que desde el organismo observan como una necesidad.
Es así que, entre el 12 y el 14 de noviembre en Fundación la Muralla, ANDE junto a la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y UTU realizaron varias actividades dirigidas a liceales con el objetivo de “trabajar de forma lúdica las habilidades para emprender”, indicó Sánchez.
La iniciativa fue “desafiante” para ANDE, ya que no suele trabajar con público de esa edad; sin embargo, hubo una buena receptividad por parte de los adolescentes, señaló. Entre los talleres, destacó el de audiovisual y el de robótica, que ofreció la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).
Lo que se busca es generar en los adolescentes “habilidades para emprender, que no necesariamente tienen que ver con formar un emprendimiento o poner un negocio, sino en tener habilidades blandas, como ser más proactivo, no tener aversión al riesgo y el trabajo en equipo”, señaló Sánchez. En ese sentido, recordó que a partir de la reforma educativa impulsada por el gobierno, se incluyó en la currícula el emprendedurismo.
“Ir a un trabajo dependiente o seguir una carrera no necesariamente son las únicas opciones; también hay otra opción que es desarrollar uno mismo su propio emprendimiento y creo que ese es el principal objetivo, y si en alguno despertamos ese bichito de que puede haber otra posibilidad, nosotros ya nos sentimos súper satisfechos”, manifestó Sánchez.
Por su parte, Ana Laura Trías, coordinadora de la Red Uruguay Emprendedora, contó que a partir de la reforma educativa se creó un plan piloto de formación para docentes de liceos rurales sobre emprendedurismo, a partir del cual ya se capacitaron 50 profesores.
Ventajas y desafíos de emprender en Uruguay
Consultada respecto a si hubo un aumento en la cantidad de emprendimientos en el país, Sánchez indicó que si se observan los datos de los últimos 20 años se ve que hay una tendencia creciente. Por otra parte, dijo que la tasa de actividad emprendedora aumentó considerablemente durante la pandemia y el primer año de pospandemia, debido a que muchas personas perdieron o redujeron sus ingresos.
La presidenta de ANDE consideró que el emprendedurismo ha logrado ponerse en agenda, al punto de que durante las elecciones nacionales el tema, así como el apoyo a medianas y pequeñas empresas, estuvo presente en los programas de todos los candidatos.
Para Sánchez, la idea de tener un emprendimiento propio se ha popularizado al punto de que algunas personas deciden hacerlo después de que se jubilan, en la medida en que se alarga la vida laboral. En este marco es que se observa un impulso de la llamada “economía plateada”, ya que no sólo los adultos mayores comienzan a emprender, sino que también se crean productos y servicios dirigidos a la población de más de 60 años.
Respecto a cuáles son las ventajas de emprender en Uruguay, Sánchez mencionó que la principal es el ecosistema de apoyo que existe, dado que comenzar a emprender en solitario es una tarea difícil. “Hoy en día hay un ecosistema maduro, consistente, hay mucha coordinación entre las instituciones, donde si tú vas a pedir apoyo a un lado, quizás esa institución no sea la mejor y te derive a otra institución. Hay mucha complementariedad”, expresó.
Además, recordó que el Estado destina fondos públicos, de los cuales algunos son no reembolsables, para empezar a emprender. No obstante, reconoció que tal vez hace falta destinar más recursos para la segunda etapa o para “el momento de aceleración” de los proyectos.
En cuanto a los desafíos, la presidenta de ANDE planteó que aún queda trabajo por hacer para facilitar los trámites que les exige el Estado a los emprendedores. “Se ha trabajado mucho en exoneraciones impositivas, exoneraciones patronales, por ejemplo, para los primeros años del funcionamiento del emprendimiento, de hecho en este gobierno con la LUC [ley de urgente consideración] se levantaron algunas de esas restricciones, pero todavía quedan muchas trabas burocráticas para que a la hora de emprender sea más sencillo”, consideró.
La evolución de la Red Uruguay Emprendedor
La Red Uruguay Emprendedor está conformada por más de 100 instituciones públicas y privadas, entre ellas ministerios, gobiernos departamentales, universidades, incubadoras, cámaras empresariales. Del total, 60% dan apoyo a emprendimientos en Montevideo y 40% en el interior.
Trías contó a la diaria que el surgimiento de un ecosistema emprendedor en el país se remonta a 2001, cuando se creó Ingenio, que fue la primera incubadora, en este caso de empresas del Laboratorio Tecnológico del Uruguay. En 2007, con el apoyo económico del Banco Interamericano de Desarrollo, nació la red, que fue “creciendo de forma orgánica”, sumando instituciones tanto públicas como privadas que buscaban impulsar emprendimientos, ya sea otorgando financiamiento o brindando capacitaciones.
Con la ANII liderando la red, a partir de 2012, se llegó a una mayor articulación entre los integrantes, ya que anteriormente había un grado de ineficiencia debido a que varias instituciones hacían lo mismo, por lo que no se lograba optimizar los recursos, apuntó Trías. “Fuimos haciendo un camino más sostenido, más de largo plazo, identificando si teníamos instrumentos de apoyo para cada etapa del emprendimiento”, detalló.
Finalmente, en 2018, cuando la Red Uruguay Emprendedor pasó a ser coordinada por ANDE, se amplió aún más la llegada a los emprendedores. “ANII está enfocada mucho más en la innovación y está buenísimo apuntar hacia ahí, pero hay un montón de otros emprendimientos que, de repente, no se sentían tan identificados, y tampoco las instituciones”, explicó la coordinadora de la Red Uruguay Emprendedor.
La pandemia también fue un momento de inflexión para la red: “Nos puso sobre la mesa que había un montón de gente que estaba emprendiendo por necesidad, desconociendo todos los programas que existen de apoyo, y empezamos a mirar el ecosistema para ver qué tipo de instrumentos de apoyo teníamos para este gente, que a veces no tienen emprendimientos dinámicos —que generan empleo, innovación o que van a exportar— pero que sí son autoempleo, que sí mueven la aguja o generan el sustento de su familia o en su localidad”, ilustró Trías.
“Durante muchos años pusimos mucho foco en los casos de éxito [...] Entonces el estereotipo de persona emprendedora siempre era un varón, tecnológico, universitario, que hacía una mega app y la pegaba. Después empezamos a identificar que hay un montón de otros y que, por suerte, tenemos un ecosistema de apoyo para todos”, concluyó.