La cancillería uruguaya planteó, en la última reunión de coordinadores nacionales ante el Grupo Mercado Común (GMC), una propuesta para modificar la resolución 32/00 del Mercosur, que establece la obligación de negociar en forma conjunta con terceros países o bloques acuerdos que establezcan preferencias arancelarias. En cambio, el gobierno uruguayo propone que se permita a un país o grupo de países del Mercosur negociar con terceros con el único requisito de informarle al GMC y mantenerlo al tanto de las conversaciones, a la vez que permita al resto de los integrantes del bloque sumarse al acuerdo si lo desean.

José Bayardi, presidente de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio (FA) y candidato a la presidencia de la fuerza política, dijo a la diaria que el canciller Rodolfo Nin Novoa ya había adelantado esta idea en la última reunión que mantuvo con los partidos políticos, el 24 de febrero. Bayardi valoró que si hay acuerdo con los demás países que integran el Mercosur, le parece “bien” la propuesta: “Tiene que quedar claro que no es una toma de postura unilateral; si hay acuerdo me parece bien”.

El programa del FA plantea como objetivo, dentro del capítulo de inserción internacional, “plantear a los socios del Mercosur la necesidad de concretar la agenda externa del bloque”. “La negociación conjunta es la prioridad, planteándose como alternativa la negociación de flexibilidades y formatos que permitan a los miembros del bloque avanzar a distintas velocidades”, señala a continuación el documento. La propuesta uruguaya plantea modificar la normativa del bloque para habilitar esa flexibilidad en todos los casos.

El diputado socialista Roberto Chiazzaro y el diputado del Movimiento de Participación Popular Daniel Caggiani cuestionaron la iniciativa de la cancillería uruguaya. “Me sorprende esa medida, porque por la vía de los hechos implica dejar de lado el concepto de unión aduanera y pasar a una zona de libre comercio, en la cual cada país tiene la potestad de negociar con quien quiera, independientemente del Mercosur”, afirmó Chiazzaro. Agregó que la propuesta “implica un retroceso en el proceso de integración regional y atenta contra una definición estratégica de Argentina y Brasil, de alianza estratégica”. “Yo no creo que en esa alianza estratégica estén de acuerdo con apartarse de las directivas del Mercosur. Ese mecanismo de la flexibilidad también se planteó cuando se quería un Tratado de Libre Comercio [TLC] con Estados Unidos, y también se le dijo que no se estaba de acuerdo. Esto está haciendo que Uruguay quede aislado”, consideró el diputado. En la reunión de coordinadores ante el GMC, el representante brasileño y el paraguayo adelantaron objeciones a la propuesta.

En cuanto al tema de fondo, Chiazzaro opinó que se tienen “expectativas sin fundamentos” sobre el impacto positivo de los TLC, cuando se ha demostrado “lo contrario”. Dijo que el principal problema de Uruguay a efectos de la integración es que tiene una oferta limitada a productos primarios. Recordó que Uruguay realiza las exportaciones con valor agregado hacia la región, y lo mismo le sucede a Argentina, “por eso [Mauricio] Macri no se despega de Brasil”. “Esa teoría de regionalismo abierto es notoriamente perjudicial para el país. No comparto el criterio del ministro, no se adecua al programa del FA y debilita al Mercosur”, cuestionó. Concluyó que la posición que adoptó el FA en ocasión de la discusión del Acuerdo de Liberalización del Comercio de Servicios “muestra cuál es la posición de la fuerza política sobre la integración”.

Caggiani remarcó que el FA “formalmente no está enterado de la propuesta” y que espera que la fuerza política sea consultada. Si bien consideró “importante que Uruguay busque flexibilización” en el Mercosur, “podría ser un poco inoportuno” y una “señal de debilidad” del bloque cuando se está en plena negociación con la Unión Europea y Argentina acaba de mejorar su oferta. Destacó en general la inconveniencia de que Uruguay “negocie aislado, sin la región”. “El Mercosur sigue siendo la mejor plataforma de negociación que tiene Uruguay”, sostuvo.

En tanto, el asesor en política internacional de la senadora Constanza Moreira (Casa Grande), Damián Rodríguez, consideró que, si bien “sería un error político no reconocer que el Mercosur atraviesa un proceso de estancamiento”, a lo largo de estos años el Mercosur “avanzó en el desarrollo de su agenda externa”. “Las negociaciones del Mercosur con la Unión Europea estuvieron largo tiempo estancadas, no por la falta de “flexibilidad” o “sinceramiento” del bloque, sino porque Francia se resistió fuertemente a las ofertas que estuvieron sobre la mesa. Francia [y también Argentina] resistía fuertemente la política de subsidios agrícolas que aparecieron en las negociaciones”, señaló.

Rodríguez también valoró que la iniciativa de la cancillería uruguaya es “apresurada” y que querer “‘flexibilizar’ [irse de la región] no es una buena estrategia política”. “El Uruguay integrado al mundo toma como plataforma de inserción la región. Así consta en el programa del FA, que en definitiva gobierna”, concluyó el asesor de Moreira.