Héctor Shalom, director del Centro Ana Frank de Buenos Aires y representante de la fundación que también lleva el nombre de la niña alemana con descendencia judía, ha mantenido varias reuniones en Uruguay para terminar de concretar la puesta en marcha de un proyecto que está viajando por el mundo. Más concretamente, viene desde Ámsterdam, sede principal de la Casa Ana Frank, donde funciona un museo en el lugar en el que, junto a su familia, la niña estuvo escondida durante dos años escapando de los nazis.

En concreto, en Uruguay se instalarán muestras itinerantes sobre derechos humanos. La principal se llama “Ana Frank, una historia vigente”, e incluye fotos y textos de la historia de la niña y también del surgimiento y desarrollo del nazismo, explicó Shalom a la diaria. Además, habrá una conexión con dos paneles que tratarán sobre mecanismos y procedimientos del nazismo, y la forma en que se reflejó en las últimas dictaduras latinoamericanas. Una segunda muestra hará foco en la discriminación y violencia en la actualidad, con particular acento en la violencia basada en género.

Shalom detalló que la muestra consiste en una sucesión de banners, y que quienes la visiten serán guiados por adolescentes y jóvenes voluntarios. Para ello se realizará una convocatoria a jóvenes para que concurran a dos jornadas intensivas de capacitación en la temática y así ser comunicadores de las muestras. Como se prevé que buena parte de quienes visiten las muestras sean niños y jóvenes, se apunta a explotar las potencialidades de la educación entre pares y a rescatar el valor de la palabra de joven a joven. Shalom destacó que, además, la posibilidad de ser guía es una experiencia “de empoderamiento juvenil” y “de fortalecimiento de capacidades de comunicación”.

Las muestras parten su recorrido desde el nazismo y la Segunda Guerra Mundial pero desembocan en situaciones de discriminación y violencia que ocurren en la actualidad y son más cercanas para los jóvenes. Según Shalom, se busca plantear conceptos sobre cómo “el nazismo es una escuela que le ha enseñando al mundo a perseguir, a aniquilar, a construir visiones conspirativas”. Si bien resta ultimar detalles, se planifica instalarla en cuatro lugares de Montevideo: el Parlamento, el complejo Sacude del Barrio Municipal, en el Cerro y en la cárcel de Punta de Rieles. Sobre este último lugar, existe la idea de capacitar a las propias personas privadas de libertad para que sean los guías de la muestra, no sólo ante sus pares sino también ante gente que esté de visita en la cárcel.

Shalom contó que uno de los conceptos más fuertes que se trabajan es “que una situación de violencia involucra a cuatro roles o actores: víctima, victimario, observador pasivo y protector”. “Ana Frank fue una chiquita escondida dos años, que escribió un diario pero lo pudo escribir porque fue protegida. El rol de protector es un rol muy importante, a instalar entre los pares frente a la discriminación y la violencia”, dijo, y agregó que es necesario trabajar sobre quiénes cumplen esos roles en distintas situaciones cotidianas, además de sobre qué responsabilidades tiene cada uno de ellos. “Finalmente, el sujeto está expuesto a las tres actitudes posibles: sumarse a los agresores, con lo que se gana impunidad, defender a la víctima, que implica correr riesgos, o mirar para otro lado”, indicó. Según Shalom, trabajar a partir de una situación como la de Ana Frank y el contexto en el que ocurrió ayuda a pensar los mecanismos con los que operan las relaciones más cercanas, y sirve para lograr un mayor involucramiento de los jóvenes en un rol activo de responsabilidad hacia los pares.

Por cada muestra se espera capacitar a 30 o 40 personas, y está planificado que las actividades se desarrollen entre octubre y noviembre. El proyecto en Uruguay también es impulsado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y para su realización se coordinará con diversos actores del Estado. De esa forma, la Casa Ana Frank cumple con su objetivo de generar proyectos en el marco de los sistemas educativos de diversos países sobre la temática de derechos humanos. Precisamente, Shalom señaló que la organización se ha planteado “sacar el museo a recorrer el mundo”.