El universo de propuestas gastronómicas que ofrece Colonia del Sacramento es sumamente variado, ya sea por la calidad y diversidad de los platos que ofrecen los distintos comercios del sector hasta por los precios. Esa ciudad también ofrece una diversidad de sitios especializada en comida rápida que están nutridos de una excelente calidad.

En Colonia del Sacramento, desde hace 30 años funciona la parrillada El Portón, ubicada en avenida General Flores, entre Intendente Suárez y Washington Barbot. Los amantes de las porciones generososas de carnes asadas están de parabienes en ese lugar. Tanto los braseros, para dos o cuatro personas, como las porciones de distintos cortes, cubren las necesidades de los apetitos más voraces, de modo que la relación entre calidad, cantidad y precio es altamente ventajosa para los visitantes. Ese lugar, en el cual se destaca una atención muy cálida por parte de los integrantes de la familia Martínez y de sus empleados, también cuenta con una carta que toma en cuenta a paladares que buscan otro tipo de posibilidades más allá de las carnes asadas. Además, El Portón ofrece una carta de postres caseros que invita a probarlos. A pocos metros de ese lugar, en la esquina conformada por Intendente Suárez y 18 de Julio, la familia Martínez abrió, hace poco tiempo, El otro portón, que desarrolla una cocina de tipo gourmet, así como una variada gama de cócteles para disfrutar, donde la relación calidad – precio también resulta muy conveniente.

Siguiendo con las propuestas gastronómicas llevadas adelante por familias colonienses, Casa Viera y Anita, también son dignas de conocer. En el extremo de General Flores, a pocos metros del Río de la Plata, se encuentra Casa Viera. Allí, el chef Serafín Viera ofrece “cocina de hogar”, con platos clásicos, como la milanesa de lomo empanada en panko, hasta posibilidades más rebuscadas y refinadas, como algunas recetas hechas con langostinos grillados acompañados por ensaladas. Una recomendación para quienes visiten este restorán: los ravioles de cordero braseado, con salsa crema de tomates cherrys confitados acompañadas por brotes de rúcula y trigo sarraceno crocante. A la hora de los postres, el helado artesanal de moka, con turrón de chocolate y vainilla, se lleva todos los aplausos.

A pocas cuadras de ese lugar, en 18 de Julio esquina Ituzaingó, Serafín y su hermano Federico están al frente de Anita Rotisería. Allí resulta posible degustar una amplia lista de ensaladas, empanadas y focaccias, hechas de masa madre, con una variedad de rellenos muy amplia. Aparte de las empanadas criollas, vale la probar las rellenas de cordero braseado y aquellas que en su interior guardan mermelada de morrón rojo, cebolla y queso.

Siguiendo camino por las calles empedradas, ya en el denominado Barrio Histórico, frente a la Basílica se encuentra Qué tupé, el lugar ideal para los fanáticos de los pescados y mariscos. La pesca del día a las finas hierbas y el salmón con salsa de camarones, son altamente disfrutables, al igual que la mariscada de ñoquis y otras alternativas de pastas caseras. En las noches estivales que nos aguardan, los postres y tragos también resultarán gratas compañías en esa privilegiada esquina coloniense.