Mientras las miradas deportivas apuntan a Qatar, la selección uruguaya de básquetbol disputará dos partidos claves en la aspiración de llegar al Mundial 2023; las expectativas van por otro lado. Se habla de la lista de Diego Alonso, del debut contra Corea del Sur y de si Ronald Araújo llega al primer partido. Especulaciones que permanecerán latentes bien arriba en la agenda deportiva.

Sigilosos, en un segundo -o tercer- plano, los basquetbolistas uruguayos tendrán una doble ventana en las Clasificatorias que puede resultar clave. El viernes a las 23.30, la celeste enfrentará a México y el lunes 21.10 a Puerto Rico; ambos partidos de visitante y con rivales directos. Ganar los dos pondría a la celeste en la fila del check in. Un triunfo, se firma. Volver con las manos vacías sería un golpazo.

Uruguay cerrará en febrero, con Estados Unidos y México de local. A falta de cuatro fechas para culminar el certamen que la deposita en el Mundial 2023, la celeste está en el segundo escalón del grupo, igual que México y Brasil. Un punto arriba de Puerto Rico y bastante atrás de Estados Unidos, que va a clasificar, aunque la matemática estire la confirmación un rato más. De todos esos, tres van directo: los yanquis y dos más. El mejor cuarto también clasifica, y ese es un premio que por ahora se mira de reojo, pero también puede llegar a seducir.

¿Qué tenemos?

Estas ventanas de Clasificatorias son bravas, ya que las principales figuras de nivel mundial no defenderán a sus selecciones. La NBA, la G-League y la Euroliga no paran ni tienen la obligación de prestar jugadores. Por tanto, casi todas las selecciones fuertes pierden potencial.

Uruguay parecía estar en buena posición en ese escenario, con Santiago Véscovi como única ausencia obligada por estar jugando en el básquetbol universitario estadounidense. Pero lo sanitario sumó ausencias a la lista que emparejaron la realidad de otros seleccionados: Mathias Calfani (recuperándose de una operación en la rodilla) y Luciano Parodi (desgarro) tampoco estarán.

Como frutilla de una torta agria, llegó la noticia de que tampoco estará Agustín Ubal. El jugador del Barcelona que milita -a préstamo- en el Bilbao Basket, se perdió el arranque de temporada de la ACB de España y el club dijo que no estaba en condiciones físicas de viajar a jugar por Uruguay. Lo llamativo fue que la joya celeste tuvo minutos en los últimos dos partidos de los vascos.

La lista de viajeros la integran Jayson Granger (Reyer Venezia, Italia), Salvador Zanotta (Peñarol), Bruno Fitipaldo (Tenerife, España), Joaquín Osimani (Goes), Joaquín Rodríguez (Obras Sanitarias, Argentina), Emiliano Serres (Obras Sanitarias, Argentina), Theo Metzger (Aguada), Gonzalo Iglesias (Clavijo, España), Martín Rojas (Biguá), Sebastián Ottonello (Defensor Sporting), Kiril Wachsmann (Malvín) y Esteban Batista (Olimpia).

El plantel viajó el domingo pasado rumbo a México, donde se sumaron los jugadores que juegan en Europa. La preocupación recae en uno de los gemelos de Batista. El jugador no estuvo presente en los últimos dos partidos de las alas rojas por Liga Uruguaya y llegará con lo justo a esta doble fecha. Es vital tenerlo.

Más allá de las bajas, tener a Granger y a Fitipaldo es una gran ventaja, ya que son jugadores de una calidad que no abunda en estas ventanas sin figuras. Por tanto, desde ahí deberá nacer lo mejor de la celeste, que sin dudas apoyará su juego en la generación y el goleo de Jay y Fiti.

Ante los aztecas será clave controlar el ritmo de juego, más siendo visitantes. Jugar ofensivas largas y no entrar en el ida y vuelta que proponen los equipos centroamericanos que a la larga va a ser imposible de sostener. Es un equipo que crece mucho en estados de confianza, por lo que sacarlos de la zona de confort va a ser fundamental. La defensa deberá ser intensa, seguramente con cambios de hombre en las cortinas directas a excepción del pivot defensor.

Si Batista está bien de salud, va a tener ventajas en el juego interno, y generar desde sus posteos siempre es una alternativa válida. También es clave para aprovechar descargas cortas. Los internos en un rol secundario serán de vital relevancia para ofender a México en una zona donde tiene algunas falencias.

¿Y de ellos qué?

México es un rival de notoria experiencia que todavía no encontró un recambio generacional fuerte y está utilizando los coletazos de una generación que fue exitosa. La falencia: por momentos es un equipo lento y tosco, anunciado. La virtud: tienen mil batallas arriba y dan un paso adelante en partidos de relevancia.

Paul Stoll y Paco Cruz son los encargados de marcar el ritmo y llevar el goleo. Gabriel Girón y Héctor Hernández son internos pesados y difíciles de bancar en un sector de la cancha donde será baja Daniel Amigo, de los mejores interiores mexicanos del momento. Integra el plantel el conocido Orlando Méndez, quien jugó en Peñarol la Liga Uruguaya pasada.

El encuentro será en el gimnasio Manuel Bernardo Aguirre de la ciudad de Chihuahua, con capacidad para 10.530 espectadores.