“Aquí se respira lucha”, decía la pancarta que extendieron los estudiantes la entrada del Liceo Miranda, en el momento en el que fueron desalojados. Bruno Volpi, vocero del Gremio Estudiantil del Miranda (GEM), explicó a la diaria que una vez que la intimación para que desocupen les llegó, aprovecharon los minutos contados que tenían para, antes de salir, cantar juntos el himno nacional.

El Miranda es uno de los liceos que, por segunda vez en dos semanas consecutivas, fue ocupado por el gremio estudiantil. Este jueves, además del Miranda, a nivel de educación media también fue ocupado por el estudiantado el liceo Zorrilla, en tanto en la Escuela Técnica Superior Marítima de la Universidad del Trabajo (UTU) los estudiantes se declararon en paro activo y realizaron dos movilizaciones. A nivel terciario, en los Institutos Normales de Montevideo el gremio estudiantil continuó con distintas actividades en el marco de un paro activo que comenzó el miércoles y seguirá durante el viernes.Fuera de Montevideo, el Centro Regional de Profesores (CERP) Sur, en Atlántida, fue ocupado por el Centro de Estudiantes (CECA).

Tanto en el Miranda como en el Zorrilla, los reclamos datan de tiempo atrás. En cuanto al primero, Volpi resumió que “lo más urgente” es la necesidad de tener equipos multidisciplinarios, la accesibilidad para personas en situación de discapacidad, que se reactive la reforma en las zonas del liceo “abandonadas” y que se inicien en las partes edilicias que “están en estado paupérrimo”. Por último, piden la renuncia de la directora del liceo. Los estudiantes “ocupan hasta que las autoridades se ocupen”, manifestó el GEM a través de un comunicado. Es que, según afirmaron los estudiantes, hasta el momento no han tenido soluciones ni instancias de negociación suficientes para abordar los distintos puntos que reclaman desde el año pasado.

En esta desocupación ninguna autoridad de Secundaria se presentó ni se contactó con el estudiantado, algo que califican como de moneda corriente. Volpi explicó que el único que se acercó y les brindó una reunión fue el consejero docente en el Consejo Directivo Central (Codicen), Julián Mazzoni, quien se comprometió a hacerle llegar una solicitud de reunión a la directora general de Educación Secundaria, Jenifer Cherro. Aún así, destacan que anteriormente tuvieron una instancia de diálogo con el consejero político en el Codicen, Juan Gabito, y con la Inspección de Institutos y Liceos.

Por otra parte, en el comunicado mostraron su preocupación por “posibles sanciones” a los estudiantes agremiados y consideraron que existe “un acto de persecución gremial y criminalización de la protesta”. El “acto pedagógico está interrumpido, y es responsabilidad de las autoridades resolver esto”, finalizaron.

Ocupación en el liceo Zorrilla

El miércoles 17 de mayo el Gremio Estudiantil del Zorrilla (GEZ) decidió convocar a una ocupación del centro educativo, ya que consideraban que no estaban siendo escuchados por la Dirección General de Educación Secundaria, a pesar de tener reivindicaciones “históricas”.

Una semana y un día después, “se volvió a tomar la misma medida para reiterar los mismos planteos que aún no han sido atendidos”, exclamó a la diaria Lucía Senaa, vocera del GEZ. En esta ocasión, sin embargo, contó que tuvieron que concretar la ocupación más tarde, porque cuando llegaron al liceo, antes de que abran sus puertas, la dirección les notificó que desde Inspección enviaron la orden de que no abran el liceo para que no puedan ocupar. “Lo consideramos un arrebato de nuestro derecho a manifestarnos”, esgrimió Senaa. Fue así que decidieron apoyar las medidas tomadas por el gremio del Miranda y, posteriormente, sobre las 14.00, volver al Zorrilla y efectuar la ocupación.

Según manifestó, “una y otra vez” reiteraron la misma plataforma reivindicativa de la mano del pedido de tener una mesa de negociación con autoridades “competentes” que tengan “la capacidad y el conocimiento” para poder atender a los reclamos. En esa línea, especificó que el presidente del Codicen, Robert Silva, o la directora general de Secundaria, Jenifer Cherro, serían las autoridades indicadas, ya que ni la dirección del centro educativo ni la Inspección pueden solucionar sus reclamos, por ejemplo, la necesidad de un protocolo para situaciones de violencia y de acoso.

Al igual que dos de las principales reivindicaciones del GEM, el GEZ reiteró la necesidad de un equipo multidisciplinario, ya que cuentan con una sola psicóloga para más de 1.800 estudiantes que, en suma, tiene muy pocas horas en el centro educativo, según Senaa. Por otro lado, puntualizó en la importancia de una “mejora en las condiciones edilicias”, que también abarca la situación de que el Zorrilla “no es accesible” para personas en situación de discapacidad. De hecho, Senaa narró que la única rampa que hay fue construida por las familias de estudiantes del centro y que, además de ubicarse en la Dirección, “cuando llueve se moja y es resbaloso”.

Por último, Senaa destacó la necesidad de contar con más becas alimenticias, boletos, artículos de higiene gratuitos. “Vamos a seguir reivindicando que lo que queremos es una mesa de negociación, un diálogo, sentarnos a hablar y poder plantear lo que necesitamos, pero hasta que las autoridades no nos habiliten la mesa, vamos a seguir ocupando”, sentenció.

Paro activo en UTU

A las 10.00 y a las 19.00, el Centro de Estudiantes de la Escuela Marítima (CEEMA), se movilizó a las afueras de la institución. Jerónimo Esteves, vocero del gremio, dijo a la diaria que cuentan con 100% de adhesión del estudiantado, por lo que las movilizaciones se dividieron por turnos, dado que el intermedio cuenta con pocos grupos.

En el primer caso, repartieron volantes a los vehículos que pasaban por los alrededores para explicar sus reclamos. En la tarde, cortaron la ruta con pancartas, hicieron “un poco de ruido”, y también distribuyeron volantes. Al mismo tiempo, durante todo el día se declararon en paro activo.

La falta de pasantías para el estudiantado es la principal reivindicación y se trata de un “reclamo histórico”, según esbozó Esteves. En esa línea, explicó que en la carrera marítima tienen que cursar una pasantía obligatoria, de 180 días, en la que se embarcan y así pueden ejercer el título internacionalmente.

Sin embargo, Esteves afirmó que hace catorce años que la UTU “no consigue” esas pasantías ni tienen un “buque escuela” para hacerlas. Esta carencia genera que quienes egresan lo hacen con un título que no es el final y, por tanto, no les habilita a navegar.

En 2019, la UTU hizo un convenio con la Administración Nacional de Puertos (ANP) para que los estudiantes puedan realizar los embarques de práctica, pero ese año fue la única generación que lo pudo hacer. A fines del año pasado, Esteves contó que lograron desarchivar el convenio con la ANP, pero el coordinador del área “tiene algunas diferencias con parte del contenido del convenio y, por ese motivo, se ha estirado”.

En otro orden, el CEEMA reclamó ante la “falta de docentes”. Si bien el estudiante explicó que la situación ha mejorado, “aún hay asignaturas” que no tienen. El tercer punto reivindicativo también refiere a las pasantías: según explicó Esteves, el coordinador de embarque propuso que quienes ingresen a la tecnicatura el año que viene, no podrán hacer las prácticas en paralelo al cursado de la carrera. “No es más ni menos que estirar la carrera”, aseguró el estudiante, quien también indicó que el tiempo de demora no solo dependerá de las posibilidades individuales, sino también de “la capacidad de conseguir las prácticas”.

En ese contexto, la semana pasada el gremio realizó una asamblea y resolvió, junto a las medidas de lucha esbozadas, pedir la renuncia del coordinador de embarque. “Está hace dos años y consideramos que tiene un historial totalmente negativo en el tiempo que lleva como coordinador”, manifestó Esteves. Asimismo, explicó que el coordinador es además docente, y que también han tenido quejas referidas al aula.

En tanto, señaló que “lo más seguro” es que las medidas continúen durante la semana que viene, a pesar de que con las movilizaciones recibieron dos invitaciones: asistir a una mesa de diálogo con el departamento de la parte marítima de UTU, y a la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Representantes.

Ocupación en el Cerp Sur

A partir de las 10.00 el Cerp, ubicado en Atlántida, fue ocupado por el gremio estudiantil. La principal razón: “incumplimiento de becas”. En diálogo con la diaria, Azul Gallo, vocera del CECA, contó que si bien las problemáticas del centro son varias, decidieron centrarse en esa porque necesitan una “solución ya”.

El Cerp Sur cuenta con tres sistemas de becas: la completa, que incluye la residencia, la alimentación -almuerzo y cena-, y el transporte. La segunda beca implica el transporte y la alimentación, y la tercera sólo el almuerzo o sólo el transporte. Las becas referidas al transporte son el dilema actual. Gallo explicó que el Cerp Sur cuenta con dos “micros” que tienen licitación: uno transita por la Costa, y otro atraviesa San Jacinto, Barros Blancos, Pando, la Montañesa, Empalme Olmos y Sauce, dependiendo de la demanda del día. La beca que se brinda, puede abarcar el boleto de uno de los micros o de los ómnibus de línea.

En el caso de los micros, señaló que “históricamente” cualquier estudiante se subía porque nunca se llevó un control. A principios de este año, el de la Costa dejó de funcionar y nunca se terminó de arreglar, mientras que el de San Jacinto reiteradamente ha tenido fallas y el funcionamiento es alternado, indicó la estudiante.

Fue así que se abrieron períodos para que los estudiantes puedan anotarse a la beca para transportarse en los ómnibus de línea, pero con “problemas de comunicación” sobre las fechas en el medio y el rezago histórico de no anotarse para recibir la beca, la mayoría del estudiantado se quedó “sin voucher, sin micro, sin nada”. Eso se debe, también, a que “se mandaron cartas para pedir la beca especial y todavía estamos esperando las homologaciones”, según Gallo.

La consecuencia directa es que los estudiantes que requieren de la beca están pagando los boletos, y aquellos que viven en los alrededores de San Jacinto, incluso, tienen menos transporte y se pierden de tiempo de clase o tienen horas de espera. Gallo planteó que el turno matutino inicia a las 07.30 pero hay disponible un ómnibus de línea recién a las 08.15. A su vez, el turno finaliza a las 13.30 pero las opciones de ómnibus son a las 11.00 o a las 17.00.

La última falla del micro de esta dirección se trata del desempañador. Desde el 15 de mayo hasta el día de hoy aún no se les ha brindado soluciones, más que probar con dos ventiladores para que cumplan la función. “Va a estar a prueba, pero eso no es una solución, porque no corresponde. El micro tiene un desempañador que tiene que funcionar y el presupuesto tiene que estar”, sentenció Gallo.

Los estudiantes fueron desocupados y luego volvieron a ocupar. En tanto, la estudiante contó que la directora del centro se reunió con las autoridades del Consejo de Formación en Educación y les solicitó la plataforma reivindicativa para presentarla. “Tenemos esperanza de que estén dispuestos a leerla y dar una respuesta. Y, si no, seguiremos reuniéndonos en Asamblea y veremos qué hacemos”, dijo.