Los cambios que introducirá la reforma curricular de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) en bachillerato están en pleno proceso de discusión. Aún no hay programas dados a conocer, pero recientemente fue presentado un documento preliminar, elaborado por equipos de las direcciones generales de Educación Secundaria y Técnico-Profesional, bajo la órbita de la Dirección Ejecutiva de Políticas Educativas, que establece las currículas propuestas para la educación media superior de Secundaria y la Universidad del Trabajo del Uruguay.

Pero antes de que Robert Silva, presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), emita públicamente el documento, se difundió un borrador que ya anticipaba algunos de las modificaciones que trae la reforma educativa y propició la disconformidad de diversos colectivos docentes.

Filosofía es una de las asignaturas en cuestión. Con el primer borrador sobre la mesa, el grupo Profesores de Filosofía Autoconvocados (PFA) cuestionó que se redujera la carga horaria de la asignatura en cuarto grado y que en sexto se eliminara. “Las autoridades son tan desprolijas que no piensan de manera coherente los cambios, generando primero la estructura, pero sin considerar verdaderamente las competencias y los contenidos”, arguyeron a través de un comunicado.

El documento preliminar oficial, que es el que recibirá próximamente la Asamblea Técnico Docente para discutir, no cambia la visión precedente de los docentes de Filosofía. De permanecer tal cual está, en cuarto año Filosofía tendría una hora menos de carga horaria, destinada a Crítica de los saberes, y se agrega como taller opcional Argumentación y debate. En quinto año Filosofía está presente en el trayecto exploratorio, en el espacio de Ciencias Sociales y Humanidades, pero no se muestra la carga horaria ni, como en todas las demás, los contenidos. Por último, en sexto año, se sustituye Filosofía por Epistemología, y tampoco se adjudica la carga horaria.

Cecilia Larrosa, docente de Filosofía y vocera de PFA, destacó a la diaria que los cambios introducidos en el último documento “se hicieron para evitar el incremento del rechazo al borrador, que realiza un recorte, no solamente de horas de trabajo para distintos docentes, sino también de los contenidos”. Sin embargo, continúa la preocupación por “vaciamiento de contenido”.

Implicancias de los cambios

Uno de los reclamos fundamentales del colectivo docente de Filosofía cuando se dio a conocer el primer borrador es que, en sexto año, la asignatura desaparecía. En el documento actual es sustituida por Epistemología. Para Larrosa, sin embargo, no se trata de un “sinónimo”. Según señaló, con el Plan 2006, que rige actualmente, Filosofía es brindada en sexto a través de contenidos como Filosofía política, Derechos humanos, Bioética, Estética, entre otros temas, que consideró “esenciales para que los estudiantes comiencen a cuestionarse y reflexionar”.

La Epistemología, en tanto, explicó que puede ser dictada desde dos visiones: por un lado, “como estudio de conocimiento en general”, que, aseguró, “ya se hace en todas las unidades programáticas de cuarto, quinto y sexto año”. Por otro lado, como “sinónimo de ciencias, que se encuentra en quinto año”. De hacerse esta última sustitución, para Larrosa “no hay un plan a largo plazo, porque en formación docente, con la reformulación de planes, también se hace un recorte y se elimina Historia de las Ciencias, entonces, realmente hay una incoherencia, que pareciera que está sin tiempo de análisis”.

En lo que respecta a cuarto año, en el primer borrador se perdía la carga horaria, y para el segundo se agregó la posibilidad de cursar Argumentación y Debate como opcional, que puede ser dictada por los docentes de Filosofía, algo que se mantuvo en el documento preliminar difundido. Larrosa analizó que la pérdida de carga horaria para los trabajadores sucede de igual manera, debido a que lo opcional no garantiza la conformación del grupo y el dictado de las clases.

Además, habló de una “pérdida de contenidos”: “No es lo mismo pensar la teoría y reflexionar el debate a tener talleres e ir directo a la práctica”, dijo. Según explicó, al colectivo docente le interesa que “la teoría de la argumentación sea pensada no sólo para ganar discusiones, sino para que puedan reflexionar sobre sus posturas, buscar argumentos, justificaciones, y que encuentren falacias en las posturas ajenas”. Con el cambio a taller, la docente se preguntó “qué tipo de sociedad estamos intentando construir cuando todos los estudiantes aprenden a ganar”.

A su vez, Larrosa dijo que la asignatura quedó sólo titulada como “Filosofía”, pero no tienen claro “objetivos, metas, temáticas”, lo que lleva a un “desdibujamiento de la asignatura, si antes teníamos Filosofía y Crítica de los Saberes, y ahora solo Filosofía, con menos horas y sin un programa”. “Es preocupante”, resumió, y dijo que ello también aplica para quinto y sexto año, en donde la incertidumbre se acrecienta, al no tener la carga horaria pautada ni los programas.

Rechazo general

Desde PFA no sólo hay un rechazo a los cambios que la reforma introduce preliminarmente a Filosofía, sino también a la transformación educativa en general. “Desde nuestro colectivo nos interesa realmente rechazar la concepción de educación y los fundamentos de la transformación, que a los hechos es un recorte presupuestal disfrazado”, manifestó Larrosa.

Hizo énfasis, por otro lado, en la necesidad de que “se escuche la voz de los docentes y que haya una construcción colectiva de los programas”. “No creemos que el Plan 2006 sea perfecto y que no haya nada para cambiar en la educación, pero sí creemos que es importante que haya una construcción colectiva”, remarcó.

Lo esbozado es también compartido por la Coordinadora en defensa de la Filosofía y su enseñanza, que está conformada por diversos colectivos de docentes organizados y aislados. El grupo se creó recientemente, luego de que se publicara el primer borrador y la Asociación de Filosofía del Uruguay convocara a una asamblea general para analizarlo.

Adelina Pintos es vocera de la Coordinadora y, en conversación con la diaria, afirmó que la reforma educativa tiene “un enfoque economicista, tecnicista, que incorpora un nuevo lenguaje de mercado y el hablar de competencia, como si ya no enseñáramos habilidades”. En ese entendido, señaló que los docentes son “defensores de una educación integral, que apueste al desarrollo del ser humano en sus distintas dimensiones y no especializado hacia un sector”.

Al igual que Larrosa, se detuvo en la importancia de la construcción colectiva y la “participación real”. Según narró, el Plan 2006 “fue producto de la participación colectiva y tiene una lógica de continuidad”, contrariamente a lo que se plantea por la ANEP en la actualidad, que consideró como “un mosaico del cual no estamos viendo bien cuál sería la continuidad filosófica de todo el trayecto”.

En busca de una “participación real”

La Coordinadora se creó con el fin de delimitar planes de acción ante los cambios curriculares. Es así que el 9 de setiembre realizarán una actividad pública en el Parque Rodó para “sacar la Filosofía a la calle” y mostrar su “relevancia”. Este sábado, además, se encontrarán en una nueva asamblea y en esa ocasión tendrán que definir una respuesta concreta: si elegir manifestar sus preocupaciones de manera formal o no hacerlo.

En la tarde del lunes, los docentes de Filosofía recibieron un mail de la Inspección de la asignatura en el que se les solicita sugerencias para la elaboración de los programas del primer año de Filosofía. Así lo contó Pintos, quien opinó que se trata de una “encrucijada”, porque se trata de “un puzzle armado que quieren que completemos” y, “políticamente participar de eso da pie para que después digan que consultaron, pero no es una real participación, es una pseudo participación”. Asimismo, aseguró que la Inspección “no ha tenido mucha injerencia en este proceso, sino que viene aceptando y recibiendo las solicitudes de arriba”. Destacó, por último, el corto plazo que les dieron de análisis: de aquí a fin de mes.

El colectivo docente afiliado a la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) se pronunció recientemente en una línea similar a lo esbozado por los demás docentes. “El proceso de la transformación educativa se ha caracterizado, en su totalidad por un marcado autoritarismo, generando cambios en la educación, sin participación del colectivo docente ni estudiantil, a puertas cerradas y con una improvisación vergonzosa e irrespetuosa hacia la ciudadanía”, aseguraron a través de un comunicado.

Particularmente sobre Filosofía, manifestaron que el perfil de egreso del estudiante que se plantea bajo las modificaciones que propone la ANEP “configura un sujeto plano, unidimensional, acrítico y maleable”. A su vez, argumentaron que los cambios “implicarán precariedad y flexibilización laboral de las profesoras y los profesores de Filosofía y configuran un futuro incierto para muchísimos estudiantes que actualmente cursan el profesorado en formación docente”.

Por último, también hicieron énfasis en “lo insuficiente” de la información disponible actualmente con el documento difundido, por lo que exigieron que “se arroje claridad sobre el futuro de la Filosofía en nuestra currícula liceal, principalmente en lo relacionado con las cargas horarias y los programas en cuarto, quinto y sexto año”.