Este domingo se celebran las elecciones presidenciales en Argentina y la mayoría de las encuestas de intención de voto augura que el candidato más votado será el ultraderechista Javier Milei, de La Libertad Avanza, aunque no reuniría los votos necesarios para ganar en primera vuelta. La posibilidad de que eventualmente pueda llegar a la Casa Rosada un señor que prometió derogar la ley de aborto y terminar con la educación sexual integral (ESI), que niega la existencia de la brecha de género salarial y de la violencia de género, y que quiere cerrar el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad -entre otras cosas-, mantiene en alerta a mujeres autoconvocadas, activistas y referentes feministas que, en el sprint final, redoblan esfuerzos para advertir qué es lo que se juega para ellas en las urnas.

Porque, como dijo la periodista argentina especializada en género Luciana Peker en una columna publicada poco después de las elecciones primarias de agosto: “La libertad de las mujeres no avanza, retrocede”.

Es bastante distópico que esto pueda pasar en el país de la “marea verde” que conquistó el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, y motivó a feministas de tantos países de la región a impulsar sus propias luchas. En un país pionero en América Latina por haber sancionado muchas otras leyes que protegen derechos de mujeres y disidencias, como la ley integral de violencia de género (2009), la de matrimonio igualitario (2010) o la de identidad de género (2012).

Así como lo hicieron en su momento Donald Trump en Estados Unidos o Jair Bolsonaro en Brasil, Milei llegó a este punto de la campaña electoral con un discurso fuertemente antifeminista y antigénero que, tal como establece el manual antiderechos, busca erradicar la supuesta “ideología de género”. En nombre de esa cruzada, ya anunció su intención de realizar un plebiscito para revocar la ley de aborto votada a fines de 2020, algo que ratifica La Libertad Avanza en su plataforma electoral, en la que aboga por “proteger al niño desde la concepción”.

Esa misma plataforma es la que propone “eliminar la obligatoriedad de la ESI en todos los niveles de enseñanza”. Pero, además, en el país del “Ni una menos”, el partido de Milei también plantea liberar la tenencia de armas de fuego, lo que entre otras cosas podría agravar la ya compleja situación de los femicidios: en 2022 hubo un femicidio cada 39 horas, según el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina. 23% fue cometido con un arma de fuego.

Reivindicar genocidas y renunciar a la paternidad

La Libertad Avanza es el partido de Milei pero no está Milei solo. Lo acompañan en su misión otras y otros que durante esta campaña han hecho declaraciones igual o más graves que su líder. Su propia compañera de fórmula para la vicepresidencia, Victoria Villarruel, dejó claro que reivindica a los genocidas condenados por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura cívico-militar argentina -que niega, con el argumento de que fue “un conflicto armado interno, una guerra de baja intensidad”, como dijo en 2021- y llegó a decir que “no hubo 30.000 desaparecidos” en ese período.

En las últimas horas generó polémica otra integrante de sus filas, Lilia Lemoine, candidata a diputada, que dijo en una entrevista radial que propondrá un proyecto para que los varones puedan elegir renunciar a la paternidad y al pago de la cuota alimentaria, porque no le “parece justo que un hombre tenga que hacerse cargo económicamente de una criatura hasta los 18 años cuando no lo quiso tener”. “Ya que las mujeres tienen el privilegio de matar a sus hijos y renunciar a ser madres [en referencia al aborto], ¿por qué los hombres por ley tienen que mantener a una criatura porque quizás les dijeron ‘sí, sí, acabá adentro que tomo la pastilla’ o le pinchan un forro?”, argumentó. “Hay muchas mujeres que para enganchar a un tipo hacen estas cosas y se aprovechan del tipo en medio de la calentura. Mi abuela me lo contaba”, agregó, con cero dudas pero también con cero datos que la respalden.

Según explicó, el proyecto que plantea presentar otorgará 15 días a la mujer para comunicarle a su pareja del embarazo “y el padre puede decidir si va a hacerse cargo del hijo o no”. Cuando los periodistas le preguntaron qué pasaría en caso de que sea el hombre el que no use un método anticonceptivo, Lemoine respondió: “Si el hombre no se cuida y la mujer se da cuenta, es violación, entonces la mujer hace la denuncia por violación y toma la pastilla del día después”.

Frente a esto, organizaciones y activistas feministas respondieron con datos. Amnistía Internacional aseguró que en Argentina hay más de un millón y medio de mujeres a cargo de hogares monomarentales en donde viven más de tres millones de niñas, niños y adolescentes, y que tres de cada cinco de esos hogares “no reciben la cuota alimentaria en tiempo y forma”. “No se necesita ninguna ley. Se necesita que los padres paguen la cuota alimentaria para que haya menos niños y niñas pobres”, escribió en Twitter la periodista Florencia Alcaraz, codirectora del medio de comunicación feminista LatFem, en referencia a los mismos datos.

El voto de las mujeres contra la ultraderecha

En este escenario, surgieron distintas iniciativas que apuntan a generar conciencia sobre la importancia del voto femenino en esta elección. Es que si bien hay estudios que muestran que el voto a Milei es principalmente masculino, la mayoría de las 11 millones de personas que no fueron a votar en las elecciones primarias son mujeres, afirma la periodista argentina y también codirectora de LatFem Agustina Paz Frontera en un análisis publicado esta semana en el medio feminista español Pikara.

Una de esas iniciativas recorre las redes de distintos medios y periodistas feministas con el hashtag #NosotrasVamosAVotar. En las placas que circularon esta última semana, esgrimen múltiples razones para que las mujeres vayan a las urnas: “Porque queremos más espacios que nos ayuden a cuidar a nuestros hijos e hijas”; “porque queremos un Estado que nos ayude para cobrar la cuota alimentaria”; “porque queremos vivir seguras sin más armas en la calle”; “porque queremos que nuestros hijos e hijas crezcan en una sociedad con memoria”; “porque queremos un Estado que cuide a los chicos y chicas de la violencia en casa”. Además, la campaña brega por “más becas para que nadie se quede sin estudiar” y que “nuestras madres y abuelas sigan teniendo jubilación, remedios gratuitos y obra social”.

Otra iniciativa que empezó a circular en redes la semana pasada responde al nombre #DependeDeNosotras y también busca transmitir por qué el voto de las mujeres es clave. La campaña, coordinada por un “colectivo de mujeres autoconvocadas y apartidario”, de acuerdo con Télam, muestra videos donde mujeres de distintas edades, profesiones y rincones del país relatan en primera persona cómo el acceso a determinadas políticas públicas en materia de salud y educación, por ejemplo, ha impactado en sus vidas.

Entre el viernes y este jueves ya se publicaron 23 videos en la página de Instagram. En uno de ellos, una docente de una escuela secundaria para adultos cuenta que muchas de sus estudiantes “son mujeres y son madres” y que “pueden estudiar e incluso ir a la escuela con sus hijos” porque la institución “es pública, gratuita y está en su barrio”. “Me preocupa que, si la educación se privatiza o se arancela, ya no puedan estudiar”, reflexiona.

Otro de los testimonios es el de la periodista Noelia Barral Grigera, que cuenta que fue diagnosticada con endometriosis a los 17 años y que no sufre más dolores desde que empezó un tratamiento con pastillas anticonceptivas. “Una de cada diez mujeres padecen esta enfermedad. Las pastillas para su tratamiento son caras, pero por suerte en la Argentina por ley son gratuitas. Me da temor que las millones de mujeres que las necesitamos podamos perder el derecho a su acceso gratuito”, señala en el video.

También hay una madre que expresa su preocupación por “un futuro donde niñas y niños no conozcan sus derechos a una infancia libre de abusos, porque ya no haya ESI en las escuelas”.

Los feminismos argentinos se movilizaron en las calles el 28 de setiembre, en el marco del Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, una fecha que, dada la coyuntura actual, estuvo enfocada en advertir sobre las consecuencias del avance de las derechas.