La mayoría conservadora de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos dictaminó el viernes que el derecho constitucional a la libertad de expresión permite que ciertas empresas se nieguen a brindar servicios para casamientos de parejas del mismo sexo. El fallo fue a favor de la diseñadora web Lorie Smith, quien citó sus creencias religiosas cristianas para negarse a brindarle servicios a una pareja homosexual y desafió así una ley del estado de Colorado que prohíbe la discriminación basada en la orientación sexual. Con esta sentencia, los jueces evitaron que la mujer fuera penalizada por un tribunal inferior de Colorado.

El juez conservador Neil Gorsuch escribió en el fallo que la ley de Colorado obligaría a Smith a crear un discurso en el que ella no cree, lo que violaría la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que garantiza la libertad de expresión. “La Primera Enmienda contempla a Estados Unidos como un lugar rico y complejo donde todas las personas son libres de pensar y hablar como deseen, no como exige el gobierno”, argumentó el magistrado, y agregó que todas las formas de expresión, desde “imágenes, películas, pinturas, dibujos y grabados” hasta “la expresión oral y la palabra impresa”, pueden acogerse a las protecciones de esa disposición constitucional. “No puede ser menos cuando se trata de expresiones como las de la señora Smith, transmitidas a través de internet”, remató Gorsuch.

Por su parte, la jueza liberal Sonia Sotomayor, una de las tres que se opusieron a la decisión, escribió en su fallo en disidencia: “Hoy, la corte, por primera vez en su historia, otorga a un negocio abierto al público el derecho constitucional de negarse a atender a miembros de una clase protegida”. La magistrada agregó que, “al emitir esta nueva licencia para discriminar en un caso presentado por una empresa que busca negar a las parejas del mismo sexo el disfrute pleno e igualitario de sus servicios, el efecto simbólico inmediato de la decisión es marcar a los gays y lesbianas con un estatus de segunda clase”.

También el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, manifestó su rechazo a la decisión del máximo tribunal y en un comunicado aseguró que “ninguna persona debería enfrentar la discriminación simplemente por ser quien es o a quién ama”. “En términos más generales, la decisión de hoy debilita las leyes de larga data que protegen a todos los estadounidenses contra la discriminación en los lugares públicos, incluidas las personas de color, las personas con discapacidades, las personas religiosas y las mujeres”, agregó el mandatario, y dijo que teme que el fallo pueda habilitar más situaciones de discriminación.

Smith, que tiene un negocio de diseño de páginas web, demandó al estado de Colorado en 2016 porque dijo que le gustaría aceptar clientes que planean casamientos de personas heterosexuales, pero rechazar las solicitudes de parejas del mismo sexo que quieren el mismo servicio, según recordó la cadena NBC. Nunca fue sancionada por rechazar a una pareja del mismo sexo, pero presentó la demanda por “motivos hipotéticos”. La diseñadora web argumentó que, como “profesional creativa”, tiene derecho a la libertad de expresión para negarse a realizar un trabajo que entre en conflicto con sus creencias.

Una vez que se conoció la decisión de la Suprema Corte, Smith dijo en una rueda de prensa: “Esta es una victoria no sólo para mí, sino para todos nosotros, ya sea que compartan mis creencias o estén completamente en desacuerdo con ellas; la libertad de expresión es para todos”.

Un nuevo retroceso

El fallo fue condenado por organizaciones LGBTI+ y grupos que trabajan en la defensa de los derechos humanos en el país. “La decisión de la corte abre la puerta a cualquier negocio que afirme brindar servicios personalizados para discriminar a grupos históricamente marginados”, señaló en ese sentido David Cole, director legal nacional de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles.

En tanto, Kelley Robinson, presidenta de la organización Human Rights Campaign, calificó la sentencia de “una grieta profundamente preocupante en nuestro progreso, que debería alarmarnos a todos”, según consignó la agencia Reuters.

La decisión de la corte llega en un momento en que legisladores republicanos están impulsando leyes que apuntan a restringir los derechos de las personas LGBTI+ en distintos estados de tendencia conservadora, una arremetida que en el último tiempo se ensañó en particular contra la población trans.