En el marco de varias iniciativas contra las personas trans que han surgido en el último tiempo en Estados Unidos, el Congreso de Kentucky aprobó la semana pasada una ley que restringe los derechos de esta población, específicamente de quienes tienen menos de 18 años. La norma fue sancionada pese al veto que le impuso hace unos días el gobernador de este estado, el demócrata Andy Beshear, y de las objeciones de asociaciones médicas, funcionarios de la educación y madres y padres de niñas, niños y adolescentes trans.

La ley, que entrará en vigencia a mediados de este año, prohíbe que las niñeces y adolescencias trans puedan acceder a tratamientos de afirmación de género. Además, en el ámbito educativo, restringe qué baños y qué casilleros pueden utilizar, prohíbe la discusión sobre orientación sexual e identidad de género en las clases, y permite que docentes puedan negarse a utilizar los nombres y pronombres que elijan las y los estudiantes trans.

“Estamos negando a las familias, sus médicos y sus terapeutas su derecho a tomar decisiones médicamente informadas”, dijo la senadora demócrata Karen Berg durante el debate parlamentario, y remarcó que el proyecto de ley se presentó pocas semanas después de que su propio hijo trans, de 24 años, se suicidara. “Decir que este es un proyecto de ley que protege a los niños es completamente falso. Y llamar a esto un proyecto de ley sobre los derechos de los padres es una afrenta absolutamente despreciable para mí personalmente”, esgrimió.

Por su parte, el senador republicano Max Wise, que fue quien presentó la iniciativa, argumentó que “el objetivo es fortalecer la participación y la comunicación de los padres en la educación de los niños mientras se protege la seguridad de nuestros hijos”. En ese sentido, dijo que la ley “refuerza una atmósfera positiva en el salón de clases y elimina las distracciones innecesarias al exigir el uso de pronombres específicos en nuestras escuelas”.

Wise presentó el proyecto el 16 de marzo, luego de semanas de debate y maniobras políticas de última hora. Unos días después, Beshear lo vetó y advirtió que, de aprobarse, la ley podría conducir a un aumento del suicidio infantil y adolescente. De hecho, casi la mitad de las y los adolescentes trans en Estados Unidos experimentan pensamientos suicidas y más de un tercio intenta suicidarse, según cifras oficiales difundidas por The Washington Post. Sin embargo, los republicanos ganaron la pulseada en el terreno legislativo, ya que controlan tanto el Senado como la Cámara de Representantes de Kentucky.

La filial de Kentucky de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés) ya aseguró que presentará ante la Justicia un recurso contra la ley. “A toda la juventud trans que pueda verse afectada por esta legislación: te apoyamos y no dejaremos de luchar”, dijo la agrupación en un comunicado. Para quienes defienden la norma, agregó: “Nos vemos en la corte”.

La aprobación de esta ley tiene lugar en medio de una cantidad récord de proyectos de ley antitrans en todo el país. Sólo este año, se presentaron más de 470 iniciativas que intentan socavar derechos de las personas LGBTI+, de las cuales 190 son específicamente contra la población trans, según alertó la organización Human Rights Campaign.