Un 20 de marzo de 2006 nacía la diaria, un pequeño periódico independiente cuyo enfoque de la agenda noticiosa marcó un antes y un después en la prensa local. En lugar de apostar a la inmediatez, apostaba al análisis en profundidad. En lugar de primicias, la diaria buscaba la originalidad en el enfoque. Allí donde los medios tradicionales se conformaban con una mera enumeración de hechos, el novel medio de prensa ponía sus energías en interpretarlos. “Si hay algo que nos pone orgullosos es que en estos 5.000 ejemplares publicamos solamente siete noticias”, contó un veterano periodista del periódico. Al principio, los lectores se mostraban desconcertados. “La gente llamaba para quejarse de que a su ejemplar le faltaban páginas, porque leían notas de 14.000 caracteres en las que no aparecía ni un solo acontecimiento”, rememoró este periodista. “Con el tiempo, sin embargo, la gente se fue acostumbrando y hoy en día, si llegamos a publicar una noticia, llaman para putearnos”, explicó.

¿Humor?: En las 5.000 ediciones de la diaria, El Faro del Fin del Mundo publicó solamente tres chistes que hicieron reír, algo que los expertos consideran “el más contundente intento por asesinar el humor jamás registrado”.