El brutal ataque sorpresa perpetrado por Hamas en Israel el 7 de octubre alteró una vez más el tablero en Medio Oriente. La devastadora respuesta del gobierno de Benjamin Netanyahu sobre Gaza hizo que Brasil la calificara de genocidio y que Naciones Unidas reclamara el respeto de las “reglas” de la guerra. Las contradicciones internas de los principales actores del conflicto hacen difícil pensar en una salida en el corto plazo.