Marilyn Monroe, la mafia y los Kennedy; judaísmo bíblico y el conflicto de Gaza; perspectivas ambientales catastróficas; Groenlandia y los vikingos; el desierto de Sahara; la distribución obscena de la riqueza mundial; el Big Bang; los Baumgartner; el plástico, los Templarios, la peste bubónica y Putin; los antibióticos, Moria Casán y Ricardo Corazón de León... La lista sigue, pero para muestra basta. Doscientas páginas y José Luis Baumgartner se sienta a conversar con sus lectores sobre muchas de sus perplejidades, pesquisas, preocupaciones, preguntas y certezas. Nos invita a tomar un “rubio licor” al final de un capítulo, se disculpa porque tiene que ir al baño al final de otro. Seriedad y humor conviven en sus páginas, con un lenguaje cuidado y desenfadado a la vez, en el que no faltan las puteadas y las palabras escritas a lo Peloduro en transcripción fonética antiortográfica.

La segunda persona gramatical emerge con frecuencia y la coloquialidad convive con el relato ameno y documentado sobre los temas más diversos sin escatimar puntos de vista y opiniones.

Entre los muchos datos que el libro nos tira como pedradas, uno me hizo desconfiar y tuve que recurrir a la calculadora y aceptar con sorpresa y desagrado que la fortuna de Jeff Bezos equivale a haber ganado diez mil dólares por hora desde el nacimiento de Jesús hasta el presente. La abierta y desprejuiciada sensibilidad política y social de Baumgartner contagia su estremecimiento ante este y otros tantos síntomas preocupantes de nuestra entreverada sociedad humana, tan inmensamente pequeña, breve y condenada a la extinción –a la larga o no tanto– en un universo más que longevo y espacialmente inabarcable; también la astrofísica y la biología asoman entre sus capítulos. Siendo un hombre de izquierda, revela en el capítulo 74 su admiración por Enrique Iglesias (no el cantante) y también deja entrever su pesimismo en palabras de Mark Twain, que califica al ser humano como la criatura más detestable.

La expansión del desierto, título que me consta no es de su autoría, remite literalmente a uno de los capítulos sobre el Sahara –desierto presente de pasado fértil– y metafóricamente a lo que del mundo nos queda por liquidar, tal como reza el subtítulo.

Es un libro que va a sacudir nuestra modorra dejándonos con ganas de leer, conversar, pensar y escribir sobre el mundo que nos toca transitar. Quién sabe si el mundo se va a enterar y alterar por nuestras disquisiciones, pero algo es algo.

Baumgartner tiene una biografía tan variada como su literatura; algo nos cuenta en los primeros capítulos. Ejerció con placer y entusiasmo la abogacía (según él mismo reconoce); fue secretario letrado de la Corte Electoral; fundó en los años 70 el diario Ya, rápidamente clausurado, y fue periodista en Mate amargo y del semanario Voces. En los años 70 colaboró con el MLN (Movimiento de Liberación Nacional), desarrollando negocios para financiar a la organización y estuvo siete años preso durante la dictadura. Su narrativa se nutre de anécdotas cosechadas durante su larga experiencia profesional y personal, y sus ensayos revelan un espíritu inquieto, lector y organizado. Herrera, el Pulpa Etchamendi, Aparicio Saravia y el Escuadrón de la Muerte ocupan un volumen cada uno. En la boca del lobo (2004) es una novela que nutre su trama en su experiencia personal como militante y víctima de la represión estatal. Ha publicado un par de libros de relatos y una novela sobre el dictador boliviano Melgarejo. El original proyecto Crónica desaforada (2005) es un particular y muy poco académico relato de la historia uruguaya desde 1950 a 2005, contada como lo haría un tío a sus sobrinos en los almuerzos de domingo. Fin de Siglo ha editado la mayoría de ello.

La expansión del desierto de José Luis Baumgartner, 2023, Fin de Siglo.