“Acá se ve el escudo de mi cuadro, que es el Deportivo Maldonado. Siempre detrás del deporte, apoyando y practicando especialmente fútbol”. Así fue el inicio de la entrevista que Andrés Rapetti, alcalde del Municipio de Maldonado, mantuvo con la diaria en la antigua estación de AFE, donde funciona la administración municipal.

El alcalde habló sobre la gestión del municipio, la regulación de la actividad de los artesanos, la situación del cementerio y el Centro Cultural Maldonado Nuevo, así como sobre su proyección para las próximas elecciones departamentales. Sobre esto último, consideró que el Partido Nacional (PN) en Maldonado cuenta con el respaldo público de la gestión de Enrique Antía, algo que se observa en los votos que permitieron su reelección. “Negar eso es negar la opinión pública, que masivamente le dio la victoria al PN. Creo que hacer las cosas bien, como las hemos venido haciendo, es la garantía del PN para seguir en el gobierno”, apuntó. Según Rapetti, el futuro de Maldonado “tiene más que ver con lo que haga el PN que con la oposición”.

¿Cómo evalúas los resultados de la capacitación de las 32 árbitras que formó el Municipio de Maldonado?

El viernes fue la graduación. Se habían anotado 80: íbamos armando un grupo y terminamos haciendo dos. El momento más emotivo [durante mi gestión] fue cuando inauguramos el proyecto de continuidad educativa para personas con discapacidad en el comunal del barrio Lausana. Pero [la graduación] fue un momento de los más emotivos porque sé que ayudamos a solucionar un problema para las ligas de fútbol infantil que no tenían árbitros porque se estaban yendo a las formativas de la liga mayor, a la liga senior, porque cobraban mejor.

Acá hay dos ligas de fútbol infantil: la Liga Fernandina, y la Liga Maldonadense, que incluyen los cuadros de Maldonado y San Carlos, con casi 30 clubes. Son 3.000 niños de los cuales 200 son niñas, y ese número va creciendo. Que tuvieran problemas para fijar las fechas por falta de árbitros es tremendo.

Se conjugaron dos cosas. Por un lado, el apoyo al deporte, que es uno de los objetivos de nuestra gestión -siempre sin invadir o sin ir más allá de la Dirección de Deportes, ya que no competimos, tratamos de complementarnos-, y solucionar un problema que tiene el fútbol infantil; por una década, por lo menos, aspiramos a que no falten árbitros para fijar una fecha en el fútbol infantil. Por otro, la mirada de género para darles un espacio a las mujeres que, aunque no está vedado, tiene dificultades porque no se accede al arbitraje con facilidad. Además esto da una posibilidad de tener una alternativa laboral, porque el arbitraje en el fútbol se cobra y si se afianzan en el arbitraje pueden sacar un salario interesante.

Esto se enraba también con otro apoyo al fútbol infantil con el proyecto de mejoras en las infraestructuras, en los escenarios deportivos de los niños: la construcción de canchas sintéticas. Creamos el Fondo de Apoyo al Deporte Infantil, que va a estar orientado en 2022 a la construcción de canchas sintéticas para los clubes de nuestra jurisdicción. Finalmente, el intendente [Enrique] Antía hizo propio: quiso departamentalizar la idea y hacer canchitas en todo el departamento de Maldonado, pero canchitas públicas; en Maldonado, por ejemplo, va a ser el estadio La Loma, en San Carlos va a ser el Cedemcar, también en Aiguá, en Piriápolis, Pan de Azúcar, Gregorio Aznárez. Lo que en principio iba ser un proyecto local terminó siendo más abarcativo. Hicimos un llamado a los clubes en el que las bases les daban hasta 30% del puntaje a aquellos clubes que tuvieran el fútbol femenino consolidado, y lo hicimos de forma tal que los clubes obtenían un punto por niña federada.

¿Con qué panorama se encontraron respecto de la presencia de niñas dentro de los clubes?

Hay clubes que tienen una estructura deportiva, con equipos propios femeninos, otros que las tenían asimiladas con los niños y pueden jugar en grupos mixtos hasta los 12 años, así que también tenían la posibilidad, por ese lado, de tener puntaje. El problema lo estamos teniendo no tanto en fútbol infantil sino a nivel de formativas en el fútbol femenino por la falta de espacio. Sé que Antía quiere hacer un complejo específico para el fútbol femenino, para que no tengan este problema locativo. Sé que hay un cambio de paradigma brutal, mi propia hija está jugando al fútbol y sus amigas también.

Lo veo en las nuevas generaciones, que han encontrado un espacio que estaba realmente vedado, y los gobernantes tenemos que hacernos eco de esos cambios, que además son cambios que están bien. Hay cosas que a uno no le terminan de cerrar, pero esto realmente es un cambio integrador. En el mismo sentido, el tema del arbitraje femenino.

¿El municipio podría ayudar a agilizar la aprobación del proyecto de decreto para regular la actividad en la vía pública de los artistas y los artesanos de Maldonado, que se presentó en 2020? ¿Cómo han mediado en este conflicto?

Compete al municipio todo lo que es venta estática callejera, todo lo que es venta ambulante. No tengo otro marco regulatorio que incluya a los artesanos. Nos hemos reunido con ellos en varias oportunidades y ellos no se sienten contemplados ni en venta estática callejera ni en venta ambulante; ellos son artesanos y han presentado un decreto en la Junta Departamental. Son tiempos diferentes a los del municipio. A veces tienen otros temas para tratar o tienen avenencias políticas o sectoriales. Yo he comparecido en la junta con el alcalde de Punta del Este, Andrés Carballal, e hicimos nuestros aportes y sugerencias -que ya se las habíamos planteado a los artesanos-, pero bueno, esa normativa no está. Por ahora la única figura que tenemos es la de venta ambulante hasta que salga el reglamento de venta artesanal, con el cual estoy de acuerdo.

La peatonal no es el único espacio de trabajo. Es uno de ellos sí porque las personas van allí en carácter comercial y es donde se realizan ventas. Por eso ellos necesitan la peatonal, pero nosotros como gobernantes tenemos que hacer un equilibrio entre todas las partes interesadas, y los artesanos tienen la oposición -y la siguen teniendo- del comercio constituido.

Lo primero que hicimos fue juntarnos con los artesanos para saber cuántos eran y poner un límite sobre todo en esos lugares más conflictivos, como era la peatonal, que no tenía que ser necesariamente el único lugar. Elevamos esa nómina a la Junta Departamental para que el Colectivo de Artesanos Itinerantes pudiera estar relevado. Porque no es una cuestión de llegar de cualquier país o de cualquier lugar del mundo, tenemos que tener un orden.

De parte nuestra siempre hubo la mejor intención. Es más, les dimos espacio para trabajar en la feria que antes no tenían, porque trabajaban sueltos en los canales de acceso o donde podían. Les dimos un lugar en el corazón de la feria y le llamamos “El rincón artesanal”, y han venido trabajando ahí y han trabajado bien.

El colectivo ya está relevado, es el de personas que son de acá de Maldonado. Nosotros no tenemos esa visión internacionalista de “viajo por el mundo y hago lo que quiero”, pero en la medida en que no afecte la convivencia a través de la figura del copermisionario, se pueden hacer excepciones, siempre y cuando no nos veamos desbordados ni cuestionados por el comercio constituido.

Quiero aclarar algo: se han levantado artesanos de la peatonal que no tenían permiso o que tenían mal comportamiento, y ha venido la Policía, los ha llevado y se les ha retenido la mercadería, que se les devolvió después, pero no eran del colectivo de artesanos de Maldonado, al contrario. Esos son los que manchan la imagen de los que quieren trabajar en orden y respetando la convivencia. Yo doy oportunidades, pero no me tiembla el pulso cuando alguien altera los hábitos de convivencia, porque me eligieron para gobernar y tomar medidas; a veces no son simpáticas, pero cuando lo hemos hecho, lo hemos hecho a favor del trabajo y no en contra. Los comerciantes o los usuarios de la peatonal, cuando se quejan, se quejan de todos, no hacen diferenciación, y te puedo asegurar que 100% del colectivo con el que nosotros trabajamos tiene un comportamiento ejemplar.

¿Qué consideraciones haces sobre el estado del cementerio y la ausencia de un horno crematorio?

No comparto que el cementerio esté en malas condiciones, el año pasado invertimos un millón de pesos en pintarlo, en hidrolavarlo y limpiarlo todo. Lo dejamos en impecables condiciones para el 1º de noviembre. Ahora estamos haciendo a nuevo los baños del cementerio viejo, con accesibilidad. Los baños estaban en mal estado y lo reconozco, pero los estamos arreglando, son mejoras importantes para los usuarios y para la estructura.

Ahora viene un ala nueva del cementerio que no es presupuesto del municipio, sino que sale de la Dirección de Planeamiento de la intendencia y se hizo una previsión de cuatro millones de dólares para la ampliación de una memoria descriptiva, de una licitación que no pasó por el Municipio de Maldonado. Vamos a tener la responsabilidad de la gestión de ese espacio, que está previsto para la instalación de un horno crematorio, pero no es que haya un presupuesto ni una previsión específica de cómo se va a gestionar. Se dejó el espacio para el horno, pero Antía expresó que primero está el cementerio y después el horno, no es algo que haya previsto el municipio.

Es sensible, toca emociones a flor de piel, inclusive para los funcionarios que reciben la presión de la población que va en un estado complejo ahí, y me consta que hacen un trabajo de contención importante. Hemos pedido también apoyo psicológico, con coach motivacional. Lo hicimos en el comunal de Lausana, fuera del cementerio, para que salieran un poco de ahí. Eso funcionó como una primera experiencia que está siendo evaluada por recursos humanos del municipio.

Tenemos problemas estructurales, por ejemplo, en los panteones subterráneos. Es un cementerio que tiene más de 100 años y la capa freática está muy alta y se nos llena de agua. A veces, cuando tenemos sepulcros, que cada vez son menos, tenemos que desagotar con barométrica en los nichos más viejos subterráneos. Pero por más que uno saque todo eso, la capa freática me lo va a volver a llenar.

Hemos hecho aportes que no estaban previstos, por ejemplo, en urnarios que no tenían puerta y abren las urnas y se roban huesos, entonces se prevé la colocación de puertas.

El Centro Cultural Maldonado Nuevo está en la órbita del Municipio de Maldonado desde esta gestión. ¿Cómo evalúas el proceso?

Adhiriendo al concepto “gobierno de cercanía”, entendimos que podía pasar algo rotundamente fermental ahí adentro y lo estamos logrando ahora. Es abismal la diferencia de cómo el centro va creciendo y se va metiendo en la comunidad.

Cuando fuimos a conocer lo que se estaba haciendo, en 2016, estaban haciendo los pilotajes para los cimientos, es algo que quedó a caballo de dos administraciones, lo construyó la administración de [Óscar] de los Santos y se termina de construir en la administración de Antía.

El barrio, en líneas generales -no está comprobado en estadística-, quería un polideportivo como el que habían hecho en Cerro Pelado, con piscina. Se decidió en su momento -y no lo estoy criticando porque me parece una experiencia interesante a evaluar- que fuera un polideportivo a Cerro Pelado y el Centro Cultural a Maldonado Nuevo.

Ahora, yo siempre lo comparo con la formación de Uruguay: primero se fundó Uruguay y después había que crear a los uruguayos, es decir, primero creamos este estado y después, que los que viven acá adentro se sientan parte de esa identidad provincial que los integraba al resto de las Provincias Unidas, que es lo que éramos y lo que seguimos siendo.

Hace unos meses se habló de la inauguración. ¿A qué se debió?

Pasó a ser un Centro Nacional de Cultura, gracias al Ministerio de Educación y Cultura [MEC], lo que le permite al municipio no sólo depender de la Dirección de Cultura, sino también tener conexiones a nivel nacional.

¿Se les asignó presupuesto por parte del MEC?

Estoy esperando más apoyo del que estoy recibiendo, todo es progresivo. Pero soy paciente y sé que no somos el ombligo del mundo. Por lo pronto, tenemos previstos 300.000 pesos para la biblioteca sobre recursos naturales. Martín Ferrario, encargado de bienes culturales, y el biólogo Adrián Aspiroz, por el MEC, están trabajando con el Instituto de Letras del MEC para eso. Queremos hacer una inversión en un telescopio para hacer observatorio del cielo, una biblioteca digital, queremos hacer algo para todas las edades y que sea referencia para que investigadores y niños se empapen en el tema del humedal.

¿Cómo proyectas las elecciones departamentales internas en Maldonado de acuerdo a la situación política?

No me van a ver nunca de boina blanca porque uso la boina que heredé de mi abuelo, que es gris y con visera. No la usé nunca [la boina blanca] y no la voy a usar ahora. Puntualmente, mi partido [PN] está muy bien posicionado a nivel departamental. Es más parejo a nivel nacional por los porcentajes, más allá de cómo vota Maldonado.

Antes era el PN en el interior, y el Partido Colorado en la capital. Ahora es el Frente Amplio en la capital y el PN en el interior o, eventualmente, la coalición multicolor en el resto del país. Estamos mucho mejor en Maldonado, pero identifico claramente eso en base a las gestiones del intendente Antía o más atrás en la gestión de Domingo Burgueño.

Este departamento fue tradicionalmente colorado; los blancos ganaron en 1958 con [Francisco] Salazar, como consejo departamental de Gobierno, cuando se dio una alianza a nivel nacional. En esa ola cayó Maldonado y lo perdieron enseguida, hasta que ganó Burgueño en 1989 y comenzó la administración en 1990.

Mi abuelo era un caudillo colorado de Aiguá y jamás en Aiguá vio perder al Partido Colorado. Él falleció en febrero de 1989 y Burgueño ganó en noviembre. O sea, hay un antes y un después de la gestión de Burgueño. Hay diez años de gobierno de Antía en plena crisis, que fue muy difícil, y vinieron diez años de Frente Amplio. La gente tuvo la posibilidad de comparar y le dio al PN la posibilidad de volver, especialmente a Antía, que ha gobernando como partido, porque [el sector] Unión y Cambio participó en la gestión liderado por Antía y no por nada tenemos 21 ediles en la Junta Departamental. Hay una gestión respaldada por los votos, negar eso es negar la opinión pública, que masivamente le dio la victoria al Partido Nacional. Creo que hacer las cosas bien, como las hemos venido haciendo, es la garantía del PN para seguir en el gobierno.

No hay que precipitarse en los tiempos políticos. Cuando empezamos a trabajar y me preguntan de política, yo tengo que agachar el lomo y trabajar porque me votaron para gestionar y es lo que tengo que hacer. Eso no significa que no haya un tiempo político que se nos viene arriba. Tenemos que ir perfilando el partido y los sectores.

Mucha gente me plantea que sea el sucesor de Antía -no sólo como candidato a intendente-, pero no hay que poner la carreta delante de los bueyes. Como candidato se gana o no se gana. Hoy no tengo apuro por ser candidato a intendente; no es mi tiempo todavía, no es algo que esté evaluando. Voy a acompañar porque he estado en política desde niño y como alcalde también vengo de una estructura partidaria a la que le debo una participación política a mi partido y a mi departamento.

¿Cómo ves al Frente Amplio?

El Frente Amplio se ha partido y eso lo podemos ver en los diez años a nivel departamental y los 15 a nivel nacional; lo dejaron debilitado. Aun así, creo que el futuro tiene más que ver con lo que haga el PN que con la oposición.

El sector de Darío Pérez, no podemos olvidar, fue el sector que votó todas las excepciones que permitieron reactivar el sector de la construcción. Y quiero recordar, para quienes viven de la construcción, que muchas veces [las excepciones] no son las más lindas de votar, pero fue lo que permitió salir de la crisis, gracias al PN con el apoyo de Cabildo 1813. Darío Pérez tiene un perfil muy orejano, muy similar al PN. No por nada en 1984 fue militante en la lista 504, en el Movimiento Nacional de Rocha. Tiene un perfil muy blanco y eso le ha dado muchos problemas en el Frente Amplio. En el PN consideramos que somos un partido de hombres y mujeres libres, sin mano de yeso, y hay otras estructuras políticas que no tienen esa flexibilidad.