El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, hizo “un llamamiento a todas las partes” enfrentadas en Yemen “para que ejerzan la máxima contención y eviten una mayor escalada e intensificación del conflicto”, según dijo el vocero del funcionario, Stéphane Dujarric. Guterres emitió esta declaración después del bombardeo lanzado este martes contra Saná, la capital yemení, por la coalición que lidera Arabia Saudita.

En Yemen se enfrentan esa coalición y los rebeldes hutíes, que el lunes habían atacado con drones el aeropuerto internacional de Abu Dabi, en Emiratos Árabes Unidos, en una ofensiva que dejó tres trabajadores muertos y seis heridos. Los ataques causaron un incendio y una explosión en los depósitos de combustible del aeropuerto.

Este martes, el bombardeo en Saná, ciudad controlada por los hutíes, dejó 12 muertos y 11 heridos, y fue el que mayor cantidad de víctimas causó desde 2017. Tuvo como blanco la casa de un oficial rebelde, el general Absullah Qassim al Junai, informó la agencia Efe. Uno de los muertos fue ese militar, cuya vivienda quedó totalmente destruida. Otras construcciones vecinas también sufrieron daños y este martes se buscaban víctimas entre los escombros.

La coalición liderada por Arabia Saudita informó que llevó a cabo “ataques aéreos separados contra bastiones y campamentos hutíes en Saná”, y manifestó que su objetivo son “líderes terroristas” en el norte de la capital. “En respuesta a la amenaza y a la necesidad militar, hemos comenzado a realizar ataques aéreos en Saná y tenemos como objetivo a líderes terroristas al norte de la capital”, dijo la alianza en un comunicado reproducido por la agencia oficial de noticias saudí SPA. Agregó que “la situación operativa requiere ataques continuos”.

Por su parte, Emiratos Árabes Unidos pidió este martes al Consejo de Seguridad de la ONU que se reúna para tratar los ataques en Abu Dabi. “Emiratos Árabes Unidos llama al Consejo de Seguridad a hablar con una sola voz y a unirse para condenar con firmeza y de forma inequívoca estos ataques terroristas”, manifestó en un comunicado la representante emiratí ante la ONU, Lana Nusseibeh. Agregó que el ataque hutí es una “escalada ilegal y alarmante” y “un avance en el intento de extender el terrorismo y el caos” en la región.

De acuerdo con Efe, los hutíes, que reivindicaron los ataques en Abu Dabi, habían amenazado días antes con tomar represalias contra Emiratos Árabes Unidos por respaldar a una fuerza paramilitar en Yemen. Esa fuerza había logrado tomar el control de una región del país que estaba en manos de los hutíes, la provincia de Shabwa. Según informó AFP, esto significó un revés para las milicias rebeldes, que intentan controlar una provincia vecina, Marib, que es el último bastión del gobierno respaldado por Arabia Saudita.

Este martes, en Marib, donde siguen los combates entre las dos partes, la coalición militar que lidera Arabia Saudita informó que abatió a 80 rebeldes. Pero los bombardeos también mataron a cinco civiles en ese lugar, según la agencia yemení Saba, que responde a los hutíes. Por otra parte, antes del ataque al aeropuerto hubo otro incidente en el que rebeldes capturaron un barco emiratí, el Rwabee, y mostraron imágenes de su supuesto cargamento militar.

Estos episodios alejan la posibilidad de terminar con un conflicto que dejó miles de desplazados y una crisis de desabastecimiento en el país.

Guterres lamentó este martes la violencia en Yemen y llamó a que las partes protejan a los civiles y “adhieran a los principios de proporcionalidad, distinción y precaución”. También la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos se refirió a la situación en Yemen y pidió a las partes en conflicto que tomen “todas las medidas posibles para verificar que los objetivos son realmente militares y suspender un ataque si se hace evidente que no lo son, o que la acción sería desproporcionada”, según dijo Ravina Shamdasani, portavoz de esa oficina.