Miles de soldados israelíes se están concentrando en la zona norte de la Franja de Gaza, preparando la invasión al territorio palestino, que está siendo bombardeado de manera ininterrumpida desde el sábado 7, día en el que comenzó la guerra.

El viernes el gobierno israelí dio un ultimátum de 24 horas que posteriormente extendió a la población palestina exhortándola a abandonar el norte de Gaza, lo que generó un enorme movimiento de personas hacia el sur de la Franja, donde se encuentra la frontera con Egipto.

Según estimaciones de organismos internacionales, más de un millón de personas de los algo más de dos millones que viven en Gaza debieron abandonar de manera forzosa sus hogares en dirección al sur, donde su seguridad tampoco está garantizada ni mucho menos, porque allí también suele haber ataques israelíes.

Pero además de vivir bajo bombardeos la población de Gaza está en una situación humanitaria extrema porque debido al bloqueo israelí está prácticamente sin energía eléctrica y con carencia de todo tipo de insumos, lo que está generando preocupación en la comunidad internacional. Autoridades sanitarias de Gaza informaron que hasta el momento 2.670 personas murieron y casi 10.000 fueron heridas desde que comenzaron los ataques israelíes.

En Israel las víctimas fatales, israelíes, pero también muchos ciudadanos extranjeros, son aproximadamente 1.300, la mayor parte de ellos asesinados por los ataques terroristas de Hamas que desencadenaron este nuevo conflicto armado.

Por otra parte, hay aproximadamente 150 personas que fueron secuestradas por los comandos de Hamas que permanecen cautivas en Gaza. En este contexto, es inminente la invasión del ejército israelí por tierra, que también estará apoyada por la aviación y por las fuerzas navales apostadas en el mar Mediterráneo.

En una conversación pública con soldados cerca de la frontera con Gaza, consignada por el diario israelí Haaretz, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Herzl Halevi, dijo: “Nuestra responsabilidad ahora es entrar en Gaza, ir a los lugares donde Hamas organiza, opera, planifica y ataca. Golpearlos severamente en todas partes, a cada comandante, a cada operativo, y destruir la infraestructura”.

El sábado, en una entrevista televisiva, el ministro Gideon Sa'ar afirmó que la Franja de Gaza “debe ser más pequeña al final de la guerra” y que “debe existir un área clasificada como zona de seguridad donde cualquiera que entre sea interceptado”.

Pero la guerra en curso está en camino de extenderse, particularmente por los enfrentamientos que las fuerzas israelíes están teniendo con las milicias de Hezbollah, la organización chií que opera en el sur del Líbano bajo el patrocinio de Irán.

Este domingo un obrero de la construcción árabe israelí murió como consecuencia de un ataque lanzado desde territorio libanés, que causó heridas a varios soldados israelíes.

Hablando sobre el conflicto, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, advirtió a Israel que muchos actores de la región están prontos para actuar “si las agresiones sionistas no cesan”, informó la agencia de noticias Fars. “Irán no permanecerá como un observador de la situación”, agregó el funcionario del gobierno teocrático de Teherán.

También la situación es extremadamente tensa en Cisjordania, el territorio gobernado por la Autoridad Palestina. En los últimos días hubo manifestaciones callejeras de palestinos en contra de los ataques israelíes a Gaza y hubo escaramuzas con las fuerzas de seguridad, pero cerca de 60 palestinos fueron asesinados en los últimos días a manos de milicias de colonos judíos, que actúan impunemente en la zona.

En el terreno diplomático, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió este domingo en El Cairo con el presidente egipcio, Abdelfatah El-Sisi, en el cierre de su gira por la región, en la que visitó Israel, Jordania, Qatar, Baréin y Arabia Saudita.

En el diálogo con el representante de Washington, El-Sisi destacó la importancia de “reducir la llama y garantizar que podamos llevar la asistencia necesaria a Gaza, que está bajo un asedio y su infraestructura está siendo reducida a cero”.

“Necesitas oír esto de nosotros, porque somos quienes conocemos la región y vivimos el día a día de lo que está pasando”, agregó el mandatario.

Por estas horas, según informó The Guardian, Egipto está intensificando su presencia militar en su cruce fronterizo de Rafah con Gaza, por el temor de que Israel intente empujar a cientos de miles de refugiados palestinos a través de la frontera hacia el desierto del Sinaí.

El Cairo expresó que la expulsión de tantos palestinos de sus hogares violaría el derecho internacional y representaría un riesgo para la seguridad nacional de Egipto, que además está atravesando una compleja situación económica.