En un informe publicado este lunes, la organización Human Rights Watch denunció que entre marzo de 2022 y junio de 2023 los guardias fronterizos de Arabia Saudita mataron a tiros a cientos de inmigrantes y solicitantes de asilo etíopes cuando intentaban cruzar en la frontera de Yemen hacia ese país. Según el reporte, que fue difundido en Londres, entre los muertos en esas circunstancias se encuentran hombres, mujeres y niños.

“Si estos crímenes se cometieron como parte de una política del gobierno saudí de matar inmigrantes, estos asesinatos, que parecen continuar, serían un crimen contra la humanidad”, advirtió la organización. En su página web, Human Rights Watch llamó a las autoridades de Arabia Saudita a “revocar de forma inmediata y urgente cualquier política de uso de la fuerza letal contra los migrantes y solicitantes de asilo. Agregó que “los países que se preocupen por esto deberían presionar para que se rindan cuentas, y la Organización de las Naciones Unidas debería investigar” al respecto.

Nadia Hardman, investigadora de Human Rights Watch sobre derechos de los refugiados y migrantes, manifestó que “el gasto de miles de millones en golf profesional, clubes de fútbol y grandes eventos de entretenimiento para mejorar la imagen de Arabia Saudita no debería desviar la atención de estos crímenes horrendos”.

El informe, titulado “‘Dispararon contra nosotros como una lluvia’: asesinatos masivos sauditas de migrantes etíopes en la frontera entre Yemen y Arabia Saudita”, se basa en las entrevistas a 42 personas, entre ellas 38 migrantes y solicitantes de asilo etíopes. También consiste en el análisis de 350 videos y fotografías publicados en redes sociales y en cientos de imágenes satelitales verificadas y geolocalizadas por la organización.

De acuerdo con la investigación, es habitual que grupos de migrantes de hasta 200 personas intenten cruzar la frontera hacia Arabia Saudita, y también es frecuente que estos grupos deban retroceder porque los guardias fronterizos los atacan. La investigación concluyó que esos guardias utilizaron armas explosivas como proyectiles de morteros. A partir de los testimonios, se reportaron 28 episodios en los que se utilizó ese tipo de armamento, y las imágenes satelitales que analizó la organización respaldan esos relatos.

Según Human Rights Watch, integrantes del Grupo de Expertos Forenses Independiente del Consejo de Rehabilitación para Víctimas de la Tortura analizaron los videos y las fotos que muestran a migrantes heridos o muertos. Ese grupo independiente concluyó que algunas de las heridas muestran “claros patrones consistentes con la explosión de munición con capacidad de producir calor y fragmentación”, mientras que otros tienen “características consistentes con heridas de armas de fuego”. También, según los testimonios, los guardias agredieron a los migrantes con piedras y barras de metal. Además, algunos migrantes fueron retenidos durante meses en centros de detención, agregan.

“Vi gente asesinada de una manera que nunca imaginé”, dijo a Human Rights Watch Hamdiya, una niña de 14 años que en febrero cruzó la frontera con un grupo de 60 personas a las que les dispararon. “Vi 30 personas muertas en el lugar”, afirmó. La sobreviviente fue ayudada por otros inmigrantes y por yemeníes a llegar a Saná, la capital de Yemen.

Otra sobreviviente, Dahabo, de 20 años, dijo a los investigadores que, en diciembre de 2022, al cruzar la frontera entre Yemen y Arabia Saudita, su grupo inmediatamente recibió disparos. “Mucha gente estaba muriendo. En un grupo de 200 migrantes sólo 50 personas sobrevivieron”, afirmó.

Los relatos también señalan que los grupos que llegan a Arabia Saudita están conformados por un número mayor de mujeres que de hombres y niños no acompañados. “Todos describen escenas de horror: cuerpos de mujeres, hombres y niños esparcidos por el paisaje montañoso, gravemente heridos, ya muertos y desmembrados”, señala la organización.

Human Rights Watch registra matanzas de migrantes en la frontera entre Yemen y Arabia Saudita desde 2014, pero desde entonces el número de personas muertas en esas circunstancias ha aumentado, afirma Hardman. “Los guardias saudíes saben o deberían saber que están disparando contra civiles desarmados”, agrega la investigadora.

Según datos de Human Rights Watch, alrededor de 750.000 etíopes viven en Arabia Saudita. Muchos de ellos migraron por razones económicas y otros porque sufrían violaciones de los derechos humanos en Etiopía.

La organización señala también que en 2014 registró casos de abuso y tortura contra migrantes en campos de detención regidos por traficantes en Yemen. Tiempo después, en 2018, documentó torturas y violaciones cometidas por guardias yemeníes contra etíopes y otros migrantes del cuerno de África en centros de detención.

Según informó el diario español La Razón, en junio la Organización Internacional para las Migraciones alertó de la muerte de “795 migrantes, mayoritariamente etíopes, en la región de Saada, al intentar cruzar a Arabia Saudita”, y el año pasado Amnistía Internacional denunció que ese país había devuelto de manera forzosa a cientos de miles de migrantes etíopes.