En el Tribunal Distrital de Estocolmo, la capital de Suecia, empezó este martes un esperado juicio en el que dos exdirectivos de la compañía petrolera sueca Lundin Oil son acusados de colaborar en crímenes contra la humanidad perpetrados en Sudán.

La empresa Lundin firmó a fines de los años 90 un contrato con el gobierno sudanés, por entonces liderado por Omar al-Bashir, para realizar prospecciones petrolíferas en el denominado bloque 5A, situado en una zona del sur del país, que en ese momento estaba afectada por la larga guerra civil que vivió el país africano, que comenzó en 1983 y finalizó en 2005. Posteriormente, en 2011, la zona donde operó la petrolera sueca pasó a ser parte de Sudán del Sur, cuando este país logró la independencia.

De acuerdo a lo que informó Efe, la Fiscalía sueca acusa al expresidente del consejo de administración de la firma Ian Lundin y a su exdirector ejecutivo Alex Schneiter de que la firma de estos acuerdos con las autoridades sudanesas implicaba crear las condiciones que permitiesen a la empresa realizar su actividad en una zona entonces bajo control de los rebeldes opuestos al gobierno de Al-Bashir.

De acuerdo a la acusación de la Fiscalía sueca, los dos dirigentes de la empresa fueron cómplices de crímenes contra la humanidad por haber pedido al gobierno de la época que garantizara la seguridad de la empresa en estos lugares, sabiendo que ello implicaría el uso de la “fuerza militar”.

“Hicieron esta solicitud sabiendo, o al menos siendo indiferentes, al hecho de que el ejército y las milicias estaban librando una guerra en violación del derecho internacional humanitario”, expresó el fiscal general Krister Petersson en un comunicado.

El ejército sudanés, junto con sus aliados, “llevó a cabo operaciones militares para tomar el control de la zona y crear las condiciones para la exploración petrolera por parte de Lundin Oil”, según la acusación emitida en 2021.

Estos ataques abarcaron desde “bombardeos aéreos hasta disparos contra civiles desde helicópteros armados, secuestros, saqueos e incendios de aldeas y cultivos”.

Las exigencias de Lundin implicaron que el ejército realizase ofensivas en la zona y bajo conocimiento de que las operaciones incluían “ataques sistemáticos contra civiles o indiscriminados”, según la acusación.

De acuerdo con informes de varias ONG que trabajaron durante años en la zona, la acción de los militares sudaneses en el lugar donde se encontraba el yacimiento y sus alrededores provocó la muerte de decenas de miles de personas y obligó a más de 100.000 a desplazarse.

Tanto Lundin como Schneiter, este último de nacionalidad suiza, se declaran inocentes de los cargos, que se centran en el período que va desde 1999 a 2003, cuando la firma sueca vendió las acciones que tenía en Sudán a otra empresa petrolera, Orron Energy.

El martes, en el juzgado, en un breve contacto con los medios de prensa, consignado por Associated Press, Lundin dijo que las acusaciones son “totalmente falsas”. “Estamos deseosos de defendernos en la corte”, expresó el empresario junto a su abogado. Según se informó, se prevé que el juicio sea largo y que finalice recién en 2026. En caso de ser declarados culpables, los dos acusados pueden ser condenados a cadena perpetua. La Fiscalía también exigió la confiscación de 2.400 millones de coronas suecas (aproximadamente 216 millones de dólares) a la compañía Orron Energy.

El proceso judicial que empezó este martes es la culminación de una extensa investigación que empezó en 2010 y que se concretó 11 años después con la presentación de una acusación formal contra los exdirectivos de la compañía petrolera.

A lo largo del proceso se espera que declaren más de 60 testigos, en el que será el juicio más largo de la historia de Suecia. Entre quienes deberán subir al estrado figura el ex primer ministro y exministro de Relaciones Exteriores sueco Carl Bildt, que formaba parte del consejo de administración de Lundin en los años en que se firmó el controversial contrato.

Bildt, integrante del partido liberal conservador Los Moderados, fue primer ministro entre 1991 y 1994 y canciller entre 2006 y 2014.