El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se propone reconocer a Palestina como Estado en la primera mitad de este año y hacerlo junto a otros países europeos. Con ese objetivo inició una ronda de contactos y una gira para transmitir su posición a otros gobiernos.

El viernes visitó Noruega, donde se reunió con el primer ministro, Jonas Gahr Store. “Estamos listos para reconocer el Estado de Palestina y que cuente con el lugar que le corresponde en la ONU”, dijo el gobernante noruego después del encuentro.

La siguiente parada de la gira fue Irlanda, uno de los estados con los que el presidente del gobierno español ya contaba antes de partir –además de Malta y Eslovenia– para declarar el reconocimiento de Palestina en conjunto. Su par irlandés, el primer ministro Simon Harris, coincidió con Sánchez en que el momento de reconocer a Palestina está “más cerca” y también en que es urgente lograr un cese del fuego y hacer llegar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. “No hay palabras” para describir la situación que se vive en ese territorio palestino, agregó Harris.

El jueves llamó a revisar las relaciones entre la Unión Europea e Israel. “Si bien puede haber una gran variedad de opiniones en toda la Unión Europea, creo que está surgiendo una visión muy clara, y ya era hora, de que es necesario que haya un cese inmediato de la violencia”, dijo al canal RTÉ desde Bruselas, donde le había manifestado esta posición a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

El anterior primer ministro irlandés, Leo Varadkar, le había enviado a Von der Leyen una carta, firmada también por el gobierno de España, que llamaba a revisar el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel.

Después de visitar Dublín, Sánchez tenía previsto volver a Madrid, donde recibirá el lunes al nuevo primer ministro portugués, Luis Montenegro, y ese mismo día partirá a Eslovenia para reunirse con su par, Robert Golob. La gira seguirá el miércoles en Bélgica, donde tiene previsto dialogar con el primer ministro, Alexander de Croo.

La cancillería israelí rechazó la iniciativa de Sánchez y afirmó que equivale a darle “una recompensa al terrorismo”.

Choques diplomáticos

Sánchez y De Croo protagonizaron a fines de noviembre las primeras tensiones diplomáticas entre gobiernos europeos e Israel por la situación en la Franja de Gaza.

Para entonces, la respuesta militar que el gobierno de Benjamin Netanyahu lanzó ante los ataques cometidos por Hamas el 7 de octubre ya había dejado 15.000 muertos en ese territorio palestino (una cifra que desde entonces creció a 33.600), en su mayoría mujeres y niños.

Esa situación generó manifestaciones de repudio en países de Medio Oriente y también tensiones diplomáticas con gobiernos de otras regiones. El de Bolivia rompió relaciones con Israel, el de Sudáfrica retiró a todos sus diplomáticos, y los de Turquía, Colombia, Chile y Honduras llamaron a consultas a sus embajadores.

El 24 de noviembre, De Croo señaló que en su ofensiva Israel debía “respetar el derecho humanitario internacional” y Sánchez dijo que tenía dudas de que lo estuviera haciendo. “El número de palestinos muertos es insoportable”, afirmó el presidente español.

Eli Cohen, entonces ministro de Relaciones Exteriores de Israel, ordenó que los embajadores de Bélgica y España fueran convocados para “una conversación de severa reprimenda”. Acusó a los gobernantes de esos países de apoyar el terrorismo y les reprochó que no hubieran “atribuido a Hamas la responsabilidad total de los crímenes contra la humanidad que cometió al masacrar” a israelíes y también “al utilizar a los palestinos como escudos humanos”. Además, dispuso que la embajadora israelí en Madrid regresara a su país.

En esas declaraciones, Sánchez también había instado al gobierno de Netanyahu a tener un “enfoque global” del conflicto que incluyera a Cisjordania y Jerusalén Este, no sólo a la Franja de Gaza, y a reconocer a Palestina como Estado, algo a lo que Israel se opone.

Si bien de los 193 estados que integran la Organización de las Naciones Unidas 138 reconocen el Estado de Palestina –entre ellos, Uruguay, desde 2011, y otros 25 países de América Latina y el Caribe–, son pocos los países europeos que aparecen en esa lista. De los 27 que hoy integran la Unión Europea, sólo se cuentan Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, Hungría, Polonia, República Checa, Rumania y Suecia.

Otros 13 países del bloque, si bien no reconocen un Estado palestino, tienen una representación diplomática en Jerusalén Este o Ramala, informó La Sexta. Entre ellos, figuran Alemania, Francia, Italia y España.

En 2018, el entonces ministro de Relaciones Exteriores español, Josep Borrell, dijo que el reconocimiento de Palestina “está sobre la mesa”, pero no hubo más avances en esa dirección hasta ahora.

Críticas internas

En noviembre, el opositor Alberto Núñez Feijóo, líder del derechista Partido Popular (PP), acusó a Sánchez de haber roto un “consenso” de la Unión Europea al defender públicamente, en ese momento, la creación de un Estado palestino. Al mismo tiempo, las organizaciones políticas situadas a la izquierda del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del presidente del gobierno lo acusaban de actuar con tibieza frente a lo que estaba ocurriendo en la Franja de Gaza. También en los últimos días Sánchez recibió críticas por su política ante este conflicto.

Núñez Feijóo acusó al líder del PSOE de tener “ansias de protagonismo”, de estar “desesperado” y de utilizar la política exterior como “cortafuegos” de sus problemas políticos internos. En el Parlamento, el presidente del PP dijo que el reconocimiento de Palestina debe ser “resultado de un proceso negociador y tiene que contar con suficiente masa crítica de más países con peso”. En respuesta, Sánchez acusó a Núñez Feijóo de no tener ni conocimiento ni interés en temas internacionales y agregó: “¿Esta es su propuesta para la política internacional, depender de lo que decidan y hagan otros?”.

Para el líder de Vox, Santiago Abascal, “se puede apoyar [un Estado palestino] con condiciones, pero no en estas circunstancias”. El dirigente de extrema derecha agregó: “Nosotros nunca vamos a apoyar un Estado palestino controlado por sus aplaudidores de Hamas y controlado por Qatar”.

Desde la izquierda, uno de los portavoces de Podemos, Javier Sánchez Serna, acusó a Sánchez de actuar movido por intereses electoralistas. “Nos parece preocupante que se hable de reconocer al Estado de Palestina antes del verano, coincidiendo un poco con las elecciones europeas, mientras se sigue con la compraventa de armas a Israel”, afirmó.

Si bien el ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares, dijo que desde octubre España no vende armas a Israel, Eldiario.es informó que hay indicios de que sí vende municiones, y que así consta en el portal oficial DataComex.

En el Parlamento, la líder de Podemos, Ione Belarra, llamó al gobierno a romper relaciones diplomáticas con Israel. Lo mismo pidieron integrantes de los partidos independentistas Esquerra Republicana de Catalunya y Bildu, que también reclamó sanciones económicas.

A su vez, Íñigo Errejón, portavoz de Sumar, alianza que es socia del PSOE en el Ejecutivo, dijo que “en Gaza lo que está ocurriendo es un genocidio y, frente a este genocidio, hace falta un embargo total de armas, de compra y de venta de armas, y hace falta romper las relaciones comerciales”.

En defensa de su iniciativa, Sánchez argumentó que la posición favorable al reconocimiento de Palestina se está abriendo paso en Europa. “Creo que, honestamente, estamos haciendo lo que podemos y lo que debemos”, dijo. “La comunidad internacional no podrá ayudar a Palestina si no la reconoce”, concluyó.

El de Sánchez no es el único gobierno que apunta en esta dirección. Recientemente, David Cameron, el ministro de Relaciones Exteriores británico, argumentó que el reconocimiento del Estado palestino haría “irreversible” el camino hacia una solución de dos estados en este conflicto, y el martes su par de Australia, Penny Wong, respaldó su postura. La ministra dijo que el debate internacional que se está dando sobre el reconocimiento de Palestina como Estado es “la única esperanza para romper el interminable ciclo de violencia” que vive la región.

La ONU discute la posibilidad de sumar a Palestina

El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mantuvo esta semana dos reuniones para tratar una petición de que Palestina pase de su condición actual de observador a la de Estado miembro de esa organización con plenos derechos.

Vanessa Frazier, la embajadora de Malta, que ejerce la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad, dijo que todavía no se llegó a una posición común al respecto y que hay cinco países que “quieren dar más tiempo” al Comité de Adhesiones, según citó la agencia Efe. Agregó que existe “una mayoría” de países a favor de admitir a Palestina en la ONU y que no hay “objeciones sobre las aptitudes de cualificación” que tiene para integrarse.

Sin embargo, el camino no está allanado. En el Comité de Adhesiones están representados los 15 países que integran el Consejo de Seguridad y se requiere del voto favorable de nueve de ellos para el ingreso de un nuevo Estado a la ONU. Pero también se necesita que los países con derecho a veto no lo apliquen en este caso. Uno de ellos es Estados Unidos, alineado en este punto con la posición israelí.

El jueves, el portavoz del Departamento de Estado Mathew Miller manifestó que si bien su país apoya la creación de un Estado palestino, no cree que deba lograrse por “la vía Naciones Unidas”, sino mediante el “diálogo” de los palestinos con Israel y otros países de la región, tal como defiende el gobierno de Benjamin Netanyahu.