Este lunes, el extitular del Ministerio de Interior (MI) Luis Alberto Heber brindó una conferencia de prensa en la que habló sobre los motivos por los que dejó su cargo, tras las derivaciones que tuvo el caso del pasaporte entregado al narco Sebastián Marset, y aseguró que su renuncia se debió a “circunstancias políticas, no de gestión”. “Nosotros sí dimos una batalla contra el narcotráfico y no estamos vencidos, la seguimos dando”, afirmó Heber en su última aparición pública antes de asumir su banca en el Senado.

A principios de octubre, el MI presentó las cifras de delitos del tercer trimestre de 2023, según las cuales los homicidios, que aumentaron 25,2% en 2022, bajaron 1,6% en el primer semestre de 2023, pero subieron 37,5% si se compara con el mismo período de 2021 y 8,1% comparado con 2019. A su vez, las denuncias de violencia doméstica aumentaron 3,3% respecto del tercer trimestre del año pasado, igual porcentaje de aumento que hubo respecto de 2021.

Así las cosas, la diaria consultó a legisladores de la coalición para saber qué balance hacen de la gestión de Heber. El senador de Cabildo Abierto (CA) Guillermo Domenech subrayó que en su partido hacen un balance “crítico” de la gestión, porque entienden que “se debieron haber tomado medidas que no se tomaron y que hubieran redundado en una mejora significativa de la seguridad”. El senador y presidente de CA recordó que la medida fundamental que vienen reivindicando es que la Policía debe tener “más presencia en los barrios y que habría que reflotar las comisarías como lugar de referencia para la gente en materia de seguridad”, porque “la centralización no ha sido beneficiosa” y las comisarías ahora parecen “una oficina de trámite, más que nada”.

Además, Domenech señaló que sigue estando en el debe el tema de las cárceles, donde Uruguay “tiene un grán déficit”. En ese sentido, dijo que “hay que clasificar mejor a los presos, dar oportunidades de trabajo y generar incluso la obligación de que trabajen”. “La gente normalmente entiende que la cárcel es para mortificar; sin embargo, la Constitución precisamente señala que las cárceles no son para la mortificación sino para la reeducación, y me parece que el esfuerzo que hacemos en reeducación es insuficiente”, señaló. Por eso, en definitiva, Domenech dijo que el balance que hace CA de la gestión de Heber no es positivo, porque no era lo que esperaban.

El exfiscal y diputado colorado Gustavo Zubía (Tercera Vía), quien ha sido de los más críticos de la gestión del exministro dentro del oficialismo, recordó que sostenía que Heber tenía que “cambiar su ubicación”, por eso el cambio le parece “un buen avance, previendo futuras políticas de seguridad del ministerio”. Zubía dijo que a Heber “hay que reconocerle” que “la incautación de kilos de droga que ha logrado durante su mandato fue muy importante”, así como “las clausuras de bocas de pasta base”.

“Lo que me agravió es que seguimos con cifras de homicidios que están en la línea roja, y las rapiñas, que habían descendido, también aumentaron, muy poquito pero aumentaron. Quiere decir que el enfermo durante el [gobierno del] Frente [Amplio] tenía 43 grados de fiebre, con [Jorge] Larrañaga bajó a 41 y con Heber se elevó a 42”, comparó. Zubía sostuvo que se debe “controlar el territorio de Uruguay, cosa que se ha perdido, porque el control en horas de la noche lo tienen las bandas de narcotraficantes, no solamente en Montevideo sino también en el interior del país”.

Agregó que al novel titular del MI, Nicolás Martinelli, ya le pidió tener una audiencia, y espera reunirse con él para evaluar si “quiere continuar las políticas de Heber” o se pueden esbozar “determinados cambios importantes” que a Zubía le parecen “esenciales”, como “una movilización de la Policía muchísimo más intensa”. Adelantó que intentará “conversar con el hombre” para “poder convencerlo de cambiar la orientación”. “Pero no va a ser solamente a él; el presidente de la República [Luis Lacalle Pou] también espero que se convenza de que estamos en momentos difíciles y de que hay que cambiar el rumbo”, finalizó.

Blancos conformes

En filas del Partido Nacional la evaluación es mayormente positiva. La senadora Graciela Bianchi dijo que los números que mostró Heber este lunes en la conferencia de prensa fueron “mejores todavía” que los últimos conocidos, y agregó que “no es fácil resolver el tema de la inseguridad”, no solamente por el narcotráfico sino porque “hay problemas sociales y educativos”.

Además, Bianchi sostuvo que Heber “tuvo que hacerse cargo de un ministerio después de una impronta que había dejado Larrañaga, que es difícil de remontar, no en el sentido de las realizaciones sino en la opinión de la gente”, porque el fallecido ministro tenía “una personalidad muy fuerte, dejó la vida en la cancha, literalmente, y Heber, con otras características y con otra perspectiva de mediano y largo plazo, tuvo que remontar esa vara alta”.

“Creo que la gente todavía no apreció las mejoras que se están llevando a cabo. Después, se ligó la campaña de [Alejandro] Astesiano –que no sé por qué se la ligó él– y la de Marset, que, en este caso, que haya renunciado es [por un tema] político, pero no por el caso puntual de Marset en absoluto, porque el MI no cometió ningún error en eso”, sostuvo la legisladora.

A su vez, el senador blanco Sebastián da Silva destacó que Heber “fue el ministro más interpelado, y no por temas de abatimiento de los delitos sino por otros temas”, lo que, a su juicio, “habla específicamente de su gestión”. Aseguró que hoy Uruguay tiene menos delitos, entre muchas otras cosas, por lo actuado por Heber”. Además, Da Silva discrepa con la visión crítica de otros actores de la coalición, dado que, “comparado con el desastre que teníamos, de [Eduardo] Bonomi y Charles Carrera, los números dan bien y van a seguir mejorando”.

Por último, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, al ser consultado en una rueda de prensa este lunes sobre si el MI precisaba un lavado de cara por las cifras de delitos, respondió: “Estamos mucho mejor que antes; ahora, ¿estamos bien? No, nunca estamos conformes”. “Los datos, no los relatos, hablan de que todas las denuncias de delitos venían bajando y había una actitud de la Policía diferente, porque hay un respaldo; la [ley de urgente consideración] LUC le permitía un respaldo jurídico político a la Policía, y sintió que este gobierno protegía a quienes nos protegen”, analizó el jerarca.