En el club Welcome, a tono con el rojo predominante, Gustavo Zubía lanzó oficialmente este miércoles su precandidatura a la presidencia por el Partido Colorado (PC). Ante un público predominantemente mayor, el diputado se presentó como una opción electoral de “centroderecha”, con “una filosofía democrática, republicana y liberal” y con un marcado énfasis en la seguridad pública.

En su primer acto, el exfiscal coordinó su entrada con una cuerda de seis tambores, aunque no hizo el menor intento de acompañar el ritmo con un baile. Al inicio de su discurso, Zubía repasó sus años como fiscal de “menores infractores” en Montevideo y recordó cuando en 2018, “por problemas y desavenencias con la Fiscalía, me aparté y me dediqué a la actividad política para lograr impulsar las ideas que no había logrado como fiscal”.

Una de estas iniciativas es la habilitación de los allanamientos nocturnos. Por este tema Zubía ha elaborado, junto al diputado Eduardo Lust, un proyecto de ley interpretativo de la Constitución, y desestimó posibles “excesos” durante los operativos. “Toda participación de profesionales al actuar puede llevar a excesos. Un médico cuando está operando puede cometer excesos. Un abogado cuando está defendiendo puede cometer excesos. Es decir, el exceso es parte del peligro que tiene el actuar. Lo otro que queda es no actuar”, manifestó.

Para Zubía, el Ministerio del Interior “está actuando muy poco” en el territorio. “No entiendo cómo no hay en la noche de Montevideo piquetes de policías, auxiliados si es necesario por [las] Fuerzas Armadas, con la [Guardia] Republicana a la cabeza, deteniendo vehículos, deteniendo personas, chequeando antecedentes, visualizando lo que se porta, es decir, atacando en serio el delito”. “Es momento de empezar a operar en serio en los temas de seguridad”, subrayó.

Durante este período de gobierno, su primero como integrante del sistema político, Zubía ha sido muy crítico con la gestión del ahora exministro del Interior Luis Alberto Heber. A través de X, el exfiscal pide de manera recurrente declarar la emergencia nacional en seguridad pública, tal como figura en el “Compromiso por el país”, y alude a las políticas de seguridad del presidente salvadoreño, Nayib Bukele.

El perfil

A sus 70 años, Zubía competirá por primera vez en la interna colorada contra el expresidente de la Administración Nacional de Educación Pública, Robert Silva, el expresidente de Antel, Gabriel Gurméndez, el ministro de Turismo, Tabaré Viera, el exdirector de Telecomunicaciones, Guzmán Acosta y Lara, y el abogado Andrés Ojeda.

Zubía opinó en rueda de prensa que su precandidatura pretende “ser una opción de nuevas inquietudes” dentro del PC. “Yo espero canalizar una nueva fuerza vinculada, sobre todo, con los temas de seguridad”, señaló, y definió a su sector, Tercera Vía, como un grupo con “una filosofía democrática, republicana y liberal, y quizás podamos ubicarlo en centroderecha por una reivindicación de valores que en los últimos tiempos se han ido perdiendo”.

Consultado sobre la disputa interna en el PC, expresó: “El as que tengo en la manga es que hasta ahora vengo gastando 135.000 pesos en este acto que estamos organizando; no he gastado más, capaz, con suerte, puedo gastar un poquito más y podemos llegar en mejor posición”.

Esta será la segunda campaña electoral del actual diputado por Montevideo. En 2018, Zubía dejó la Fiscalía para incursionar en política partidaria a través del Partido de la Gente, en aquel entonces bajo el mando del empresario Edgardo Novick. Sin embargo, al poco tiempo rompió con Novick y, luego de considerar lanzarse él mismo como precandidato, terminó apoyando la precandidatura del expresidente Julio María Sanguinetti en la interna colorada de junio de 2019, que ganó Ernesto Talvi.

El líder de Tercera Vía es hijo del general Eduardo Zubía y sobrino del general Rodolfo Zubía, ambos jerarcas militares durante la dictadura cívico-militar. Su padre, de hecho, fue embajador uruguayo extraordinario y plenipotenciario en Brasil en 1978.

En el acto de este miércoles Zubía aprovechó para cuestionar el “llamado homenaje” que el Frente Amplio le realizó a Silvia Reyes, Diana Maidanik y Laura Raggio, “las muchachas de abril”, quienes fueron acribilladas el 21 de abril de 1974 en un operativo de la dictadura comandado por los militares José Nino Gavazzo y Juan Rebollo.

Según Zubía, las tres víctimas “fueron integrantes del movimiento tupamaro” y “fueron abatidas en un procedimiento donde hubo uso de armas de fuego por parte de ellas y por parte de las fuerzas de seguridad de la época”. Afirmó, antes de ser interrumpido por los aplausos del público presente, que “por ese hecho lamentablemente hay un conocido general [Rebollo] procesado al día de hoy... Una injusticia mayúscula”.