El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, habló este martes, en una rueda de prensa, sobre la entrevista que le hizo el programa Santo y seña al narcotraficante Sebastián Marset y que se emitió este domingo, en la que planteó su voluntad de negociar con la Fiscalía para que sus familiares se entreguen. Si bien dijo que no vio la entrevista, el mandatario afirmó que leyó las repercusiones que tuvo, e hizo algunos comentarios.

“El resumen es: el gobierno, a través de sus ministerios, en este caso, del Interior y, eventualmente, cancillería, hace las averiguaciones necesarias, generó las alertas que había que generar”, recopiló Lacalle Pou, y aseguró que “el gobierno no negocia con narcotraficantes –eso está meridianamente claro, no debería ni decirlo–; esperemos que la coordinación de las distintas policías sea efectiva para poder llevar a cabo lo que hay que hacer”, sostuvo, en referencia a dar con el paradero del narcotraficante, que se presume que está en algún punto de América del Sur.

Consultado sobre las declaraciones del intendente de Canelones y precandidato frenteamplista, Yamandú Orsi, quien sostuvo que le “sorprende” que el “relato” de Marset “coincida casi un 100%” con el del gobierno, Lacalle Pou dijo que no tiene “tiempo” para dedicarle “a cada uno que habla”. “Un amigo mío siempre decía: o subimos el nivel o bajamos el volumen”.

El viaje a China

Sobre el reciente viaje a China en busca de avanzar en un acuerdo de libre comercio entre ambos países, el mandatario afirmó que el saldo fueron 24 acuerdos en diferentes áreas, “que significan posibilidades puntuales, actuales, para mucha gente del sector exportador de nuestro país, en varios rubros”, y aseguró que “la intención de China es acelerar la asociación de libre comercio; eso para nosotros es una muy buena noticia”.

“Al mismo tiempo, tenemos que tratar de conversar con los socios del Mercosur para tratar de avanzar todos; siempre hemos dicho: tenemos mucha más espalda si vamos juntos que si vamos separados, lo que Uruguay no va a hacer es frenar, porque Uruguay se quiere abrir al mundo”, concluyó.