El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, aseguró en el Día Internacional de los Trabajadores que “están por aprobarse modificaciones a la Ley de Negociación Colectiva para ajustarla a las normativas generales” de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En concreto, las modificaciones son cinco y están contenidas en un proyecto de ley que ya fue aprobado por la Cámara de Diputados el año pasado, por lo que sólo falta la aprobación en el Senado. De concretarse, podría ser el principio del fin de una discusión de años y años.

En 2009 fue promulgada la Ley de Negociación Colectiva en el sector privado. De inmediato, la Cámara de Comercio y la Cámara de Industrias elevaron una queja ante la OIT para denunciar el incumplimiento de varios convenios firmados por Uruguay vinculados a la negociación colectiva y la libertad sindical.

La queja del sector empresarial siguió su curso y, a mediados de 2019, Uruguay fue incluido en la conferencia anual de la OIT como uno de los 25 casos más graves de violaciones a los derechos laborales. En respuesta, el entonces ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, presentó un proyecto para corregir la situación, pero no hubo consenso en el Frente Amplio y la iniciativa fue archivada.

El proyecto actualmente en discusión es “un calco” del proyecto de Murro, admiten desde la coalición de gobierno. “Ser observado por la OIT es una situación que no podemos mantener. Uruguay tiene credenciales, historia, tradición que no está en línea con ser cuestionado a nivel nada menos que de la legislación laboral”, expresó el jueves en una rueda de prensa Mieres, tras comparecer ante la comisión de Asuntos Laborales y Seguridad Social del Senado que analiza el proyecto.

PIT-CNT: “Va a perjudicar mucho más que beneficiar”

La central sindical ha rechazado el proyecto desde siempre, sobre todo, porque una de las modificaciones suprime el principio de ultraactividad, esto es, la continuidad de las cláusulas de los convenios colectivos una vez vencidos sus plazos. En diálogo con la diaria, Jorge Bermúdez, integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, afirmó que este cambio “va a perjudicar mucho más que beneficiar la negociación”.

Si cae la ultraactividad, sostuvo, “los derechos conquistados en un convenio colectivo caducan con ese convenio y se deben discutir de nuevo”. A modo de ejemplo, mencionó que en el sector de la salud privada hay un acuerdo “firmado en 2018” que establece “la mejora en seis meses de la licencia maternal con el pago de 100% del salario”, “un ejemplo claro de que la caída de un acuerdo de ese tipo generaría mucho perjuicio”.

Bermúdez también visitó la comisión de Asuntos Laborales el jueves, en compañía de una delegación del Instituto Cuesta Duarte. En un documento que entregaron a los legisladores, al que tuvo acceso la diaria, los trabajadores marcan que en caso de aprobarse el proyecto, “Uruguay saldría del grupo de la mayoría de los países que regulan la ultraactividad para ingresar a una minoría que no lo hace”.

Es el principal cuestionamiento del PIT-CNT al proyecto. Respecto de las otras cuatro modificaciones, el documento del Cuesta Duarte sostiene que, si bien la exigencia a los sindicatos de tener personería jurídica ya está prevista en una ley aprobada recientemente, es una disposición que “va más allá de lo expresado por la OIT”.

En cuanto a la modificación que autoriza la negociación colectiva “con quien elijan los propios trabajadores” ante la ausencia de organización sindical, eliminando así la participación del sindicato de rama, el Instituto Cuesta Duarte sostiene que “en la práctica no se ha visto que un sindicato de rama celebre ni pretenda celebrar convenios colectivos de empresa en los que no cuente con organización sindical”.

Por último, acerca del cambio que elimina la intervención del Poder Ejecutivo en la determinación del nivel de negociación entre las partes, el Instituto Cuesta Duarte sostiene que “no acarrea consecuencias”, al igual que el cambio que borra la homologación obligatoria de los acuerdos por parte del gobierno.

Para Bermúdez, en general, las observaciones realizadas por la OIT a la Ley de Negociación Colectiva uruguaya muestran un desconocimiento de “la tradición en materia de la negociación colectiva existente en Uruguay”, que “es un buen ejemplo en el mundo”. A su juicio, “no es lógico” que Uruguay figure en la misma lista que Sudán, “que vive una guerra civil y la gente muere apilada”.

Cámaras empresariales: “Se ha avanzado mucho”

Entre Mieres y Bermúdez asistió a la comisión de Asuntos Laborales una numerosa delegación de las cámaras empresariales. En conversación con la diaria, Julio César Lestido, presidente de la Cámara de Comercio, afirmó que “se ha avanzado mucho” en responder a las observaciones de la OIT. “Somos conscientes de eso”, manifestó.

En junio la OIT realizará un congreso en el que podrían existir novedades sobre la posición de Uruguay. Un escenario posible es que, una vez aprobado el proyecto, la OIT levante las observaciones, pero igualmente las cámaras empresariales mantengan su queja. Esto porque el proyecto, según el sector empresarial, no contempla una de las observaciones de la OIT: la no intervención del Estado en los ajustes salariales.

“Este proyecto también está en falta con eso, al igual que el de Murro”, dijo a la diaria Gabriel Murara, vicepresidente de la Cámara de Industrias. “Nosotros lo que estamos buscando es que la Ley de Negociación Colectiva se adecue a lo que era antes de 2008”, afirmó. Consultado sobre si las modificaciones son suficientes para el retiro de la queja, Murara expresó: “Estamos arrimando la bocha al bochín. Cuando salga todo esto, evaluaremos con las cámaras a ver cómo sigue esto”.

Del mismo modo, Lestido apuntó que las cámaras empresariales esperarán a que el proyecto, que “puede sufrir algunas modificaciones”, se transforme en ley para pronunciarse al respecto. Añadió que en el próximo congreso de la OIT “puede ser que se trate el tema de Uruguay o no, [pero] nosotros primero tenemos que esperar a que salga el proyecto”.

Si Uruguay sigue incumpliendo las normas internacionales de la OIT, el país se expone a un incremento del control por parte del organismo internacional, que puede hacer visitas para entrevistarse tanto con el gobierno como con actores sociales.

La ultraactividad y la décima ronda

En junio comenzará una nueva ronda de los Consejos de Salarios, que abarcará a 75% de los trabajadores del sector privado. Según Mieres, si el proyecto se convierte en ley en los próximos días, los “beneficios” amparados por el criterio de ultraactividad “duran”, ya que la ley no tendría efecto retroactivo. El principio de no ultraactividad, sostuvo, “rige para los beneficios que se acuerden de aquí para adelante”.