Este miércoles fue el turno del Banco República (BROU). Las autoridades del banco estatal opinaron en el Parlamento sobre el proyecto de ley, elaborado por los senadores oficialistas Carlos Camy, Sergio Botana y Germán Coutinho, que pretende resolver la situación de los deudores en unidades reajustables (UR) del Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) y la Agencia Nacional de Vivienda (ANV). A entender de Botana, la comparecencia fue “excelente”. El senador nacionalista afirmó que el proyecto “se vota en el Senado en agosto” y “seguramente tendremos la aprobación definitiva de la ley en setiembre”, aunque esto implique el desglose de uno de los dos capítulos del proyecto.

El tema de los deudores en UR consiste en un grupo aproximado de 20.000 personas que tomaron créditos estatales para la construcción de viviendas y que entienden que fueron perjudicadas debido a la variable de ajuste de la UR: el índice medio de salarios. Por el aumento de los salarios en el largo plazo, además de ciertas cláusulas de refinanciación –como los denominados “colgamentos”–, sostienen que han pagado la casa más de una vez, pero siguen sin cancelar la deuda.

Para ellos, el proyecto establece la cancelación de la deuda siempre y cuando se reúnan determinados requisitos, como por ejemplo que el préstamo tenga 40 años de antigüedad. Para el resto de los deudores se prevén beneficios, como la disminución de los intereses. En total, el BHU resignaría unos 330 millones de dólares.

El presidente del BROU, Salvador Ferrer, dijo en una rueda de prensa que esto es “una decisión política” para “dar una solución a más de 20.000 familias que arrastran una situación compleja desde hace mucho tiempo”. Señaló que el banco estatal propuso a los legisladores que el proyecto incorpore “la creación de un fideicomiso”, que “liberaría recursos de la banca pública hacia el Estado”, es decir, “hacia todos los uruguayos”.

“Lo que estamos diciendo es que esos créditos en UR deberían ser movidos a un fideicomiso; eso implicaría una distribución de capital desde el BHU hacia ese fideicomiso, cuyo titular sería el gobierno”, a través del Ministerio de Economía y Finanzas o la ANV, “y eso implicaría una devolución de capital desde el BHU hacia la sociedad; creo que es muy importante como forma de contar con recursos adicionales”, explicó Ferrer.

Consultado sobre el posible “efecto contagio” sobre los deudores en unidades indexadas del BHU, algo que fue advertido por el directorio del BHU –que se opone al proyecto–, Ferrer sostuvo que “esos riesgos existen en cualquier circunstancia”, pero sugirió que la reestructuración de las deudas en UR no se realice “desde el sector bancario, sino desde un fideicomiso especialmente creado a esos efectos”.

Botana dijo en una rueda de prensa que este planteo del BROU será incorporado al proyecto. Afirmó que el fideicomiso “le dará transparencia a todo el proceso” porque “tendremos un problema encapsulado”.

En tanto, el senador frenteamplista José Nunes manifestó que “es una propuesta que hay que analizar”. No obstante, aclaró que el Frente Amplio tiene “una posición favorable a buscar una solución para el problema de los deudores en UR”, aunque formalmente todavía no ha fijado posición sobre el proyecto del oficialismo.

La supresión del BHU

En un capítulo aparte, el proyecto establece la supresión del BHU y dispone el traslado de sus cometidos y sus funcionarios al BROU, institución en la cual se creará la unidad organizativa “Créditos Hipotecarios”. A diferencia del capítulo de reestructuración de deudas en UR, esto requiere una mayoría especial de dos tercios de los votos en el Parlamento.

Al respecto, Ferrer expresó que, si bien hay “algunas discrepancias” en “algunos miembros del directorio”, el BROU tiene una “posición favorable” sobre la fusión de ambos bancos. “Estamos convencidos de que potencia el desarrollo de la banca pública hipotecaria”, afirmó, y aseguró que “en el mundo ya no existen bancos puramente hipotecarios” porque “se trabaja con un modelo más universal”. Señaló que, si se unen, el BROU podría aumentar en 100 millones de dólares la capacidad de crédito en “el negocio hipotecario”, lo cual “más que duplica lo que viene otorgando actualmente el BHU”.

Según Nunes, el directorio del BROU también sostuvo en comisión que “la conveniencia de la fusión de ambas instituciones no se fundamenta en la eventual solución” al problema de los deudores en UR. Desde la oposición “no vemos con buenos ojos, en este momento, la supresión del BHU”, expresó.

Botana admitió que en este capítulo del proyecto “estamos un poco más lejos de un acuerdo general”, pero “vamos a tratar de seguir negociando”. De todos modos, aseguró que a partir de la fusión entre ambos bancos el BROU “puede ofrecer tasas más bajas porque es un banco que no vive de eso”, es un banco que “no tiene que esquilmar a los deudores que tiene cautivos para poder seguir viviendo”.