Este jueves, el Ministerio de Salud Pública (MSP) celebró un acuerdo con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) para que, a partir de mitad de mayo, se comience a vacunar contra el virus del papiloma humano (HPV, por sus siglas en inglés) a los niños y niñas de 11 años o más en las escuelas de las capitales departamentales.

Según informaron las autoridades de las dos instituciones, en este momento se está transitando la etapa de coordinación de la campaña, que implica la capacitación de los docentes e informar a las familias sobre la posibilidad de acceder a la vacuna de forma gratuita -no es obligatoria- para mujeres y hombres que tengan entre 11 y 26 años. Además de las capitales, se contempla ofrecer la prestación en lugares estratégicos, pero eso se desarrollará en otras etapas.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y en la actualidad plantea “un gran desafío para los sistemas sanitarios del mundo”, sostuvo la ministra de Salud Pública, Karina Rando. A nivel global, luego de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer “es la primera causa de muerte” y la primera en menores de 70 años, ya que se denomina “muerte prematura”.

Específicamente en el caso de las mujeres de Uruguay, los tipos de cáncer con más incidencia son de mama, colorrectal, pulmonar y de cuello uterino. De cáncer de cuello uterino se diagnostican “más de 300 casos y 140 fallecimientos” anuales por esta causa. Sobre estas cifras, la jerarca explicó que la cartera, a través del Programa Nacional del Cáncer, tiene el objetivo de disminuir la incidencia de la mortalidad de todos los tipos de cáncer, en particular, los tres más incidentes en las mujeres de Uruguay.

La situación de Uruguay “es intermedia” entre los países en desarrollo y los desarrollados. El país ocupa “el cuarto lugar” de incidencia y los “picos mayores” se presentan entre los 40 y 45 años en incidencia” y el pico de mortalidad es “entre los 60 y los 65 años”. Las tasas de incidencia y mortalidad vienen en descenso, aunque “sigue siendo importante que aumente la adhesión a la vacunación” y “que la población sepa” que puede recurrir a la vacunación incluso en situaciones particulares, por ejemplo, luego de haber comenzado su vida sexual.

De hecho, de los tres tipos de cáncer mencionados “el de cuello de útero es 100% prevenible” a través de la aplicación de la vacuna. A nivel global, a fines de 2022, la OMS anunció una estrategia para la eliminación de este tipo de cáncer, que plantea “90% de cobertura en menores de 15 años con la vacuna, 70% de las mujeres con test de HPV a los 35 y a los 45 años y 90% de tratamiento de lesiones premalignas y malignas en cuello uterino”.

En Uruguay la vacuna se implementó en 2013 para las niñas nacidas en 2001 que en ese momento tenían 12 años y la aplicación era de tres dosis. En 2017 se pasó a dos dosis para adolescentes de hasta 15 años con intervalo de seis meses y tres dosis para mayores de 15. Al año siguiente, en 2018, se empezó la vacunación a los varones a partir de los 11 años con dos dosis.

Finalmente, en 2022, se estableció que el cambio sea para ambos sexos entre 11 y 26 años, es decir, dosis con seis meses de intervalo. Aunque todavía no se prevén cambios, la OMS ya empezó a recomendar una única dosis, que la Comisión Asesora de Vacunas “ya está valorando”.

Por último, en cuanto a la seguridad de esta vacuna, las autoridades indicaron que si bien “al principio hubo varias experiencias que consideraban que la vacuna no era segura”, luego de 15 años de aplicación “se sabe que es totalmente segura” y que aunque “tiene efectos secundarios locales, como toda vacuna”, por ejemplo, dolor en la zona de la aplicación, “el beneficio supera ampliamente el riesgo”.