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Punta Ballena (archivo, enero de 2023).

Foto: Ernesto Ryan

81 investigadoras e investigadores expresan su preocupación ante el proyecto Complejo Residencial Punta Ballena

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La misiva, firmada por académicos de diversas disciplinas que realizan investigación en la Universidad de la República y el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, fue subida al manifiesto de la web del Ministerio de Ambiente.

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Hace unos días informábamos que un grupo de privados, liderado por el magnate argentino Delfín Jorge Ezequiel Carballo y el abogado uruguayo Eduardo Carlos Carrera Hughes, busca construir 29 edificios, piscinas, calles, redes de saneamiento y conexión con servicios en la punta rocosa de Punta Ballena. El lugar es un punto caliente de biodiversidad, con especies de flora que están sólo allí, además de ser un lugar privilegiado para contemplar y gozar de la naturaleza.

Ahora, un grupo de 81 investigadoras e investigadores ha manifestado su “preocupación” ante la posible concreción de este emprendimiento inmobiliario mediante una carta que fue subida al “Manifiesto” del “Desarrollo residencial en Punta Ballena” de la web del Ministerio de Ambiente y dada a conocer públicamente.

“Punta Ballena se caracteriza por poseer un gran número de especies nativas vegetales y animales, las cuales en algunos casos son de distribución geográfica muy limitada e inclusive endémicas”, afirman, al tiempo que sostienen que el lugar “representa uno de los últimos relictos de vegetación costera autóctona, ambiente sumamente amenazado y en disminución en nuestro país” como consecuencia de la urbanización y otras actividades humanas.

También sostienen que no sólo su flora es de gran importancia: “Esta zona alberga un número importante de especies de invertebrados y vertebrados, tanto terrestres como acuáticos, que han sido declaradas prioritarias para la conservación en Uruguay”, y al respecto señalan que varias de esas especies “poseen un valor biológico y patrimonial único para el país y la región”. No por pasar “inadvertidas” algunas de esas especies dejan de ser importantes, sostienen: “resultan claves para el mantenimiento de diversos equilibrios ecológicos”, al tiempo que “son vulnerables a varios tipos de modificaciones ambientales”.

Hablan quienes investigan

Es por eso que señalan que, “teniendo en cuenta las características y el porte del emprendimiento, tanto durante su construcción como en caso de establecerse, los cambios irreversibles que generará en la estructura de este ecosistema costero impactarán sobre la biodiversidad, causando posiblemente la desaparición de la gran mayoría de estas especies”. A su entender, “los cambios que se producirán en este paisaje único de nuestro país” serán “profundos e irreparables, generando un cambio drástico en su fisonomía y percepción, privando a la sociedad del uso y disfrute de este ambiente tan singular y emblemático”.

Al respecto reseñan que en el Informe Nacional Voluntario Uruguay 2021, en los avances y metas relacionados con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sustentable hacia 2030, se destacaba como “prioridad estratégica y compromiso de Estado lograr una visión de desarrollo que asegure la sostenibilidad, que cuide los recursos naturales, combata la degradación y proteja la biodiversidad”. Por eso consideran que “nos encontramos en una situación que requiere enaltecer dicho compromiso para proteger una zona de alto valor ecosistémico, cultural y espiritual para la sociedad entera y a nivel global”.

También destacan que es importante entender “que una costa sana y atractiva para el turismo incluye diversidad de usos en armonía con las funciones ecológicas que valorizan la experiencia de visitantes y residentes” y entienden que “continuar la urbanización indiscriminada anulando ecosistemas emblemáticos y de importancia ambiental conducirá irremediablemente al empobrecimiento de la oferta turística y la calidad ambiental en toda la zona”. Agregan que la equidad intergeneracional en el acceso a servicios ecosistémicos “se verá fuertemente comprometida”, ya que “dejaremos a las futuras generaciones una costa debilitada y con menor resiliencia frente a los efectos del cambio climático, por propiciar un negocio inmobiliario”.

Cierran la misiva quedando “a disposición” para hacerle llegar al ministerio “material científico que respalda” los conceptos vertidos en la carta, al tiempo que solicitan tanto que “se convoque a una audiencia pública al respecto” como que “se detenga el avance de dicho proyecto”.

  • Lea la carta enviada:

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