El informe también refiere a otros cambios que se están produciendo en las formas de consumir, y que traerán importantes transformaciones en la próxima década. “Aunque no hay una bola de cristal que ayude a pronosticar con precisión cuál será el resultado práctico, es muy claro que los negocios tendrán que asumir un papel más activo en la comunicación que tengan con los consumidores. Quienes lo consigan, con toda seguridad estarán en mejor posición para aprovechar las oportunidades del futuro”, detalla. Entre los posibles cambios se resaltan las presiones para reducir la huella ecológica de carbono, proceso que exigirá “menos empaquetado y la eliminación de tamaños extra grandes, ya que el excedente simplemente se desperdicia”. Luego aporta: “De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, casi 50% de la cosecha comestible del mundo no llega a los hogares para su consumo”.
En ese sentido, en el futuro “no se tolerarán el desperdicio y las prácticas dañinas; el consumidor y las autoridades presionarán a las compañías para reducir el desperdicio e implementar nuevas prácticas de manufactura”, vislumbra, para concluir: “Con el fin de enfrentar esta nueva realidad, los negocios deben ver a la sustentabilidad como la base para la innovación, relevancia de la marca, crecimiento y creación de valor”.