“Uruguay, país de oportunidades: certezas para seguir creciendo con seguridad y equidad” es el título del encuentro que se realizará el 2 de abril en el hotel Conrad de Punta del Este, en el que participará el presidente Mujica acompañado por su gabinete. Será la segunda edición del evento, que en febrero de 2010 tuvo al entonces mandatario electo dando un mensaje de tranquilidad y llamando a invertir en Uruguay.
La presentación de la conferencia de abril tuvo lugar ayer en en el hotel Radisson, con la participación del presidente de la Cámara de la Construcción, Ignacio Otegui; el gerente de la Cámara Mercantil, Gonzalo González; el presidente de la Unión de Exportadores, Alejandro Bzurovski; el dueño de Buquebus, Juan Carlos López Mena; y el embajador itinerante de Uruguay, Julio Baraibar.
Otegui afirmó que el principal objetivo del evento es “generar certezas”, aludiendo a los cambios tributarios que algunos sectores del FA propusieron a través de la prensa; sostuvo que “el país salió fortalecido” luego de la disertación de Mujica el verano pasado, porque “era un presidente que no había asumido y generaba mucha incertidumbre en algunos sectores”.
Desde la administración, Baraibar afirmó que la región vive una coyuntura positiva en la que Uruguay es “el mimado”; valoró positivamente el evento asegurando que no sólo beneficia al sector privado y al gobierno sino “a todo el país”. “Hay una ola de inversores muy positiva porque ofrecen las tres cosas fundamentales: generan empleo, traen tecnología y fabrican productos para la exportación”, destacó.
Haceme señas
En conversación con la diaria, Otegui señaló que existe “preocupación e incertidumbre de mucha gente”, por lo que “el evento busca generar certezas”. “No hay duda de que esta situación genera preocupación en inversores locales y externos”, sostuvo el directivo refiriéndose al debate tributario; el país “tiene un buen escenario para crecer en la medida en que se mantenga la línea, el respeto a la inversión y las condiciones acordadas: no debemos desaprovechar eso”. Interpretó que hasta ahora hay “discusiones en la interna del gobierno” y “no cambios anunciados”, pero “la discusión debería ser más reservada para no generar expectativas, ni de un lado ni del otro, ni que algunos aparezcan como triunfantes y otros como derrotados”. “Cuanto más reservadas, menos chances de hacer daño tienen”, recomendó al oficialismo.
Bzurovski expresó que “no se puede evaluar las cosas en base a trascendidos” y que, por lo tanto, la convocatoria tiene como eje “la certeza”. “Tratamos de incluir esa palabra porque precisamos transmitir niveles de certezas y seguridades al más alto nivel”, para aclarar: “Nadie está pidiendo certezas de que los empresarios vamos a ganar, porque estamos acostumbrados a arriesgar”, pero reclamó que “no se cambien los aspectos tributarios que inciden en la rentabilidad de los proyectos, ni [se hagan] cambios jurídicos que no den la certeza que se necesita” para hacer negocios.
González coincidió en que “las certezas no pueden ser absolutas porque cada día se presentan cambios en el entorno” y ello “implica riesgos a asumir”, aunque se debe “definir claramente hacia dónde queremos ir”. “Son propuestas [las del FA] que no están formalizadas, redactadas, estudiadas [...] pero todas son tomadas en cuenta por los inversores, los empresarios nacionales y extranjeros”, informó.
López Mena negó estar preocupado y también minimizó los cambios debatidos, en tanto “son trascendidos: no hay nada oficial”. “Quizás esta reunión sea un buen momento para que el gobierno aclare la situación”, sugirió.
Cambia, todo cambia
Sin embargo, los cambios anunciados el año pasado por el equipo económico con relación a la Ley de Promoción de Inversiones son otro tema. Incluyeron aumentar el valor agregado de las exportaciones, la generación de puestos de trabajo de calidad y la promoción a la radicación de proyectos en zonas de contextos vulnerables. “Eso me parece bien”, valoró Otegui. “Todo lo que implique ir generando inversiones de mayor y de mejor calidad que se inserten en el rumbo productivo del país me parece bárbaro”, explicó.
López Mena sostuvo que los cambios son “inevitables” y que “bien hechos, con inteligencia, con consultas, son buenos”. “No me preocupan los cambios si se hacen de manera inteligente y consensuada”, recalcó. González señaló que las modificaciones “van en una línea adecuada para que las empresas tengan en el mercado una presencia permanente y no esporádica”. Enfatizó que implican “un renunciamiento del Estado a determinados impuestos, que está recuperando por otra vía, por el efecto multiplicador que tienen las inversiones en todas las demás actividades”. Por su parte, Bzurovski evaluó que Uruguay “no es el mismo país en 2011 que en 2005-2006: hoy el problema principal no es la tasa de desempleo sino generar empleos de calidad y, por supuesto, incorporar valor agregado a las exportaciones”, su ramo de actividad. “Compartimos los cambios: la Ley de Inversiones se está modificando y está bien que así sea”, concluyó.