Ingresá

De no creer

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Consumidores sienten menos confianza en la economía y temen alza de precios.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

El Índice de Confianza del Consumidor en la economía que elabora la Universidad Católica cayó en marzo 2,3% en su segundo descenso consecutivo, explicado por “el importante deterioro de la percepción de la situación económica del país (-5,1%), una menor disminución de la percepción de la situación económica personal (-1,4%) y la estabilidad de la predisposición de compra de bienes (-0,1%).

En la base de la moderación de la confianza de los consumidores uruguayos de cara al futuro próximo se ubicó la información publicada el mes pasado por el Banco Central en el sentido de una expectativa de menor crecimiento económico del país respecto de los años precedentes, que marcaron un punto de inflexión en cuanto a las tasas históricas de expansión de la actividad local.

El informe recuerda el peso que el registro inflacionario anualizado a marzo, de 8,2%, tiene sobre las expectativas de agentes y consumidores respecto de la evolución económica local. Explica que habitualmente las mujeres son más pesimistas que los hombres en materia de expectativas sobre precios, “lo que podría estar asociado a un relativo mayor contacto con la administración del presupuesto familiar en el día a día”. Pero si se compara el resultado de esta medición en el primer trimestre con relación a igual mes del año pasado, “surge que los hombres serían los que están cambiando más rápidamente sus expectativas”.

El análisis por franjas etarias arroja entre sus resultados la constatación de grupos con “memoria” de períodos en los que la inflación “se descontrolaba”, así como de otros que son “hijos” de la inflación de un dígito. “Sin embargo, el fuerte aumento de las expectativas en febrero fue particularmente importante” en el grupo “de 30 a 39 años” (70,1%).

Los consumidores menos educados suelen ser más temerosos en cuanto a expectativas de alza de precios, aunque a marzo los más educados incrementaron sus precauciones.

En sintonía, también los de menor nivel socioeconómico presentaron mayores expectativas inflacionarias durante los últimos tres años, “y la dinámica esperada de precios cae a medida aque aumenta el nivel socioeconómico”.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura