Ayer comenzaron a dictarse clases en el Liceo Juan Zorrilla de San Martín Nº4 de Montevideo. A partir de las 13.00 los estudiantes hicieron un paro de actividades y se manifestaron en los alrededores del centro educativo con toques de música y otras actividades artísticas. La medida de protesta desarrollada por los liceales se extendió hasta entrada la tarde y, a partir de hoy, se espera que vuelva todo a la normalidad.
Desde la dirección de la institución se informó a la diaria que las condiciones para el dictado de clases están dadas, puesto que las autoridades del Consejo de Educación Secundaria (CES) trabajaron sobre lo urgente y se comprometieron a generar un cronograma de obras edilicias para ir concretando en los próximos meses.
Cabe recordar que desde el viernes 12 de agosto no se dictan clases, cuando una docente se cayó por las escaleras del centro, debido a la falta de mantenimiento del edificio, y se dio un golpe en el coxis. La accidentada tiene licencia médica hasta el 28 de agosto, y todavía no está asegurado si se reintegrará o se le extenderá el seguro médico por unos días más.
El golpe sufrido por la profesora hizo reaccionar a todos los componentes del liceo, estudiantes y Sala Docente, y desde entonces se han manifestado desarrollando diversas acciones y efectuando reclamos públicos de mejoras edilicias. “Generamos un movimiento importante que tuvo carácter de comunitario, porque fue una comunidad la que se movió, no fueron los docentes, los estudiantes y la dirección por separado”, dijeron con orgullo integrantes del Zorrilla.
Por otra parte, destacaron que llegaron a obtener lo que querían, “una respuesta del CES”. El consejero de CES, Fernando Tomeo, recorrió el liceo la semana pasada y se comprometió a generar un plan de obras y, en caso de que no se cumpla lo prometido, la comunidad educativa se encargará de recordar los compromisos asumidos.
Hasta el momento se llevaron adelante las obras más urgentes: cambio de cañerías, para evitar la intensa salida de agua de los tanques, arreglos en la membrana del techo por donde se filtraba agua, entre otras. A largo plazo queda pendiente el pintado de paredes, arreglos de humedad, cambio de aberturas exteriores, ventanas y puertas -que al ser de chapa y hierro están oxidadas o corroídas- y arreglos en el patio interior, por mencionar algunos.