La docente resbaló en los gastados escalones que datan de la década de 1950, cuando se construyó el local del liceo Juan Zorrilla de San Martín, considerado patrimonio histórico. Pero el valor arquitectónico del centro no ha sido un motivo para su mantenimiento, así como tampoco el tránsito continuo de alrededor de 1.700 estudiantes que lo recorren diariamente. En 1994 un ingeniero evaluó la construcción y sugirió hacer una nueva impermeabilización de la azotea y del gran tanque de agua que está encima del techo. El pedido se formuló de manera persistente ante las oficinas de mantenimiento del CES desde febrero de 2008, pero hasta el suceso del viernes no se había recibido respuesta, confiaron a la diaria autoridades del liceo. El agua del tanque y de la azotea se filtraba por las paredes, además había roturas en varias ramas de la cañería que descendían del tanque hacia el subsuelo. Esto hacía que varias paredes estuvieran constantemente húmedas y descascaradas, y que a menudo fuera necesario colocar una serie de recipientes debajo de las goteras.
¿Para cuándo?
La Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) se plegó ayer al paro general parcial del PIT-CNT. En diálogo con la diaria, Walter Zunino, presidente de Fenapes, consideró que el liceo Zorrilla "está en una situación similar a la que se vive en una cantidad de liceos de la capital y del interior del país, con problemas sanitarios, eléctricos y estructurales". El docente valoró: "Esto se da porque el mantenimiento de los edificios es algo extremadamente lento, pasan meses y años y no se arreglan, hay una lentitud y una burocracia enormes".
Por otra parte, el dirigente cuestionó cuándo comenzarán a construirse los 42 nuevos edificios cuyas obras fueron incluidas en el presupuesto quinquenal, de los cuales 21 sustituirán actuales centros y otros 21 serán nuevos liceos.
El detonante de la situación fue el viernes, cuando una profesora sufrió un golpe fuerte en el coxis, diagnosticado por médicos del Banco de Seguros del Estado. De inmediato la dirección del centro suspendió las clases; horas después el CES decidió cerrar el local e hizo las gestiones ante una empresa que comenzó a trabajar el sábado. El lunes el consejo volvió a determinar el cierre del local por el día, mientras que ayer no se había manifestado, por lo que se entendía que regía la última disposición.
El lunes a las 13.00 los docentes reunidos en asamblea pidieron al CES que se expidiera en un plazo de 48 horas realizando un diagnóstico, una inspección edilicia, un cronograma de obras (la impermeabilización del tanque y de la azotea continúa siendo lo principal) y el compromiso de cumplirlo. La siguiente asamblea es hoy a las 13.00 y a ella fueron invitados los consejeros de Secundaria. En función de la respuesta que reciban, evaluarán los pasos a seguir. Los actuales arreglos insumen e insumirán mucho más presupuesto y desgaste que si se hubieran hecho a tiempo.
Estudiantes también
El liceo Zorrilla tiene un activo gremio estudiantil que se movilizó de inmediato. Ayer un pizarrón daba cuenta de las cuatro reivindicaciones del sector: mejora en las condiciones edilicias, en los servicios sanitarios, solución al ausentismo docente y 6% del Producto Interno Bruto para la educación “ya”.
Los estudiantes en asamblea dispusieron el lunes hacer un paro hasta hoy inclusive, día en que se reunirán con las autoridades del CES. Para el viernes el gremio dispuso hacer un paro activo: una actividad desde las 13.00 a las 19.00 titulada “La gota que derramó al Zorrilla”, en la que tocarán bandas de música y se anuncia “tortas fritas, maquillaje artístico, malabares, etcétera”. “No nos conformamos con promesas, no nos conformamos con arreglar el liceo por arriba, no nos conformamos con tapar el hecho hasta que deje de ser público”.
Al cierre de esta edición no fue posible contar con la opinión de las autoridades del CES.