El ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, ratificó que la economía uruguaya crecerá a un ritmo “no inferior al 4%” y resaltó que esta cifra se logró a pesar del “entorno mundial adverso”. Consideró además que ese hecho es “destacable, ya que muchos países de la región no lograron sostener un crecimiento equivalente a su potencial”.
Las declaraciones fueron realizadas ayer a la salida del Consejo de Ministros, donde el secretario de Estado hizo un repaso de los indicadores económicos, una evaluación del estado actual de la economía y además de los avances sociales registrados.
Lorenzo hizo hincapié en que la proyección de crecimiento para este año y los dos siguientes se basa en el dinamismo de la inversión. “La naturaleza de este crecimiento se debe principalmente al incremento en la inversión productiva en todas sus formas”, dijo y pronosticó para 2013 y 2014 niveles de inversión productiva de 22% y 24% del PIB, respectivamente.
De acuerdo al comunicado de prensa de Presidencia de la República, en el Consejo de Ministros fueron analizadas las cifras divulgadas la semana pasada por el Banco Central del Uruguay (BCU), que mostraban un crecimiento interanual de la economía de 3% en el tercer trimestre del año. El ministro de Economía destacó que el dinamismo de la economía, “supera al de la región por octavo año consecutivo”, y agregó que ya había sido proyectado en 2010 en la primera programación presupuestal.
Sostuvo que Uruguay está adquiriendo un rasgo “muy distintivo” en referencia a que “la naturaleza de este crecimiento se debe a [...] un notorio incremento en la inversión productiva en todas sus formas”. Aseguró que “a diferencia de lo que sucedió por décadas, se logró revertir en la economía uruguaya el fenómeno del bajo dinamismo y la baja inversión”.
Por su parte, el presidente del BCU, Mario Bergara, indicó en un almuerzo con empresarios, productores, operadores inmobiliarios y periodistas de Colonia, que el país “ha dejado atrás un viejo modelo que veía al Uruguay como una Plaza Financiera Regional” y destacó el abandono del régimen de secreto bancario anterior “para dar paso a un enfoque integral de desarrollo que comprenda la articulación de sectores productivos y financieros en función de estrategia de desarrollo”. Asimismo, dijo que el cambio en el régimen de secreto bancario buscó combatir el lavado de dinero y está al servicio de una “sana inserción” en el mundo actual, con un mayor énfasis en la transparencia.
Invitado al ciclo de almuerzos “Políticas sustentables para un país en desarrollo”, insistió en la importancia de mantener controlada la inflación, en tanto “una inflación bajo control permite supervisar la volatilidad de precios relativos y limitar el riesgo asociado a inversiones de largo plazo”, además de disminuir la incertidumbre sobre el consumo y el ahorro, “evitando la aplicación del regresivo impuesto inflacionario”.
Durante su exposición, destacó especialmente el avance en la transparencia y las mejores prácticas de regulación y recordó que tanto la evaluación realizada por el FMI y el Banco Mundial “arrojan resultados muy positivos acerca del cumplimiento de los principios básicos de regulación y supervisión de bancos y otras entidades de intermediación financiera”.