El proyecto del puente que cruzaría la Laguna Garzón, uniendo los departamentos de Maldonado y Rocha, fue dado a conocer ayer en conferencia de prensa. Además del arquitecto Rafael Viñoly, responsable del diseño -reconocido por proyectar el Aeropuerto Internacional de Carrasco-, estuvo presente el ministro de Transporte y Obras Públicas, Enrique Pintado; la ministra de Turismo y Deporte, Liliam Kechichian; y la saliente ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Graciela Muslera, quien se retiró de la conferencia sin hacer declaraciones.
Según describió el arquitecto, el puente bosquejado es acorde al entorno y a los cuidados que requiere la laguna. La discusión “balsa vs puente” fue fundamental para elaborar el diseño, ya que a partir de esa dicotomía armó “un diseño de 22 balsas flotantes conectadas entre sí”, “lo que condiciona sí o sí la necesidad de reducir el tráfico”. Éstas estarán unidas por una “planta conciliadora” de madera, que podrá cambiar de forma de una temporada a otra. A modo de ejemplo, proyectó tres alternativas: un puente clásico, uno con forma de circunferencia y otro similar a la letra U.
Especificó que su propuesta minimiza el impacto ambiental y visual, al mismo tiempo que genera un motivo de interés turístico. Según estimaciones, el costo total de la obra no debería superar los 3.800.000 dólares. En cuanto a la opinión negativa de hacer un puente en la zona, Viñoly opinó que sigue pensando lo mismo, aunque se manifestó afín a una política de desarrollo sustentable. Criticó que desde el inicio la discusión estuvo centrada en la construcción del puente. Sin embargo, debería haberse centrado en la falta de proyección a largo plazo que caracteriza al país.
La resolución final de construir el puente todavía está a estudio de la Dirección Nacional de Medio Ambiente y la decisión dependerá, entre otros factores, del impacto ambiental.