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Luis Alberto Lacalle, ayer, en la despedida de año de la lista 71 en el Hipódromo de Maroñas. Foto: Nicolás Celaya.

¿Me trajiste a la nena?

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Luis Alberto Lacalle participó en despedida de año de la 71 en el hipódromo de Maroñas.

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Unas 1.000 personas pagaron 300 pesos para despedir el año en la fiesta de la Lista 71, al ritmo de Sonora Borinquen, en el Hipódromo de Maroñas, y compartir una noche con los líderes del Partido Nacional. Fueron el ex candidato a la presidencia Luis Lacalle Pou, el ex presidente de la República Luis Alberto Lacalle Herrera, el senador Gustavo Penadés, los diputados Jaime Trobo, Gustavo Borsari, y la diputada electa Gloria Rodríguez; también estaban los ediles Adriana Balcarce, Daniel Martínez y Miguel Di Ruocco, y el ex comisionado parlamentario Álvaro Garcé. El compañero de fórmula de Lacalle Pou, Jorge Larrañaga, estaba invitado pero no fue.

Rejas verdes, escaleras de mármol. Señoras y señores acicalados esperando que se abrieran las puertas del Hipódromo de Maroñas, abanicándose. Dos hombres en zancos con pelucas y ropa celeste. Mujeres de todas las edades, muchas de ellas vestidas de azul o celeste, sonrientes, mirándose en el reflejo de los vidrios de la puerta de la entrada, arreglándose el maquillaje. Dentro, carteles celestes que rezaban “Somos vos, somos tu voz”. Dos modelos vestidas de negro con lentejuelas. A las 20.30 se abrieron las puertas y se formaron dos filas; a la izquierda, la de las personas que querían entrar; a la derecha, la de las que querían saludar y abrazar a los dirigentes. La fila de la izquierda duró lo que demoró en llegar Lacalle Pou, unos cinco minutos. El líder del PN transpiró, tomó agua sin gas, saludó, se sacó fotos y besó a todos los invitados. Mozos iban y venían con bandejas llenas de aperitivos, coca, whisky, cerveza y un cóctel sin alcohol. La fiesta se empezó a armar.

“Vos le das un beso a Lacalle y a Lacalle hijo y te doy 100 pesos”, le dijo un joven de unos 13 años a un niño, y corrieron hacia donde estaban padre e hijo. El niño perdió la apuesta; todos los dirigentes habían subido al estrado para hablar. En ese momento, Lacalle Herrera mostró sus manos rojas, hinchadas, y comentó: “Hace años, en San José, saludamos a 3.000 personas y me quedaron las manos así”, parecen las de “un hombre que ordeñó 1.000 vacas”. La primera en hablar fue la diputada electa Rodríguez; dijo que “cuando se quiere, se puede”; el segundo fue Borsari, que preguntó “¿qué es perder una elección cuando hemos ganado el futuro?” y se respondió: nada, porque han cambiado “el paradigma”, ahora hacen “política por la positiva”. Penadés aclaró que el Partido de la Concertación no es una mera suma de partidos, sino que es la suma de los que “quieren construir”. Lacalle Pou aseguró que goza de una “inmensa paz”, que está “feliz” y es “un tipo agradecido” porque pertenece al “mejor partido del mundo, de gente que deja todo y sale de su casa a construir”.

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