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Memorial de los desaparecidos, en el Parque Vaz Ferreira del Cerro de Montevideo. / Foto: Javier Calvelo (archivo, diciembre de 2008)

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Memorial de los Detenidos Desaparecidos en el Cerro se convirtió en el Monumento Histórico más joven de la historia del país.

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El Memorial en Recordación de los Detenidos Desaparecidos fue declarado ayer Monumento Histórico Nacional y se convirtió así en la construcción más joven en la historia del país en conseguir esa distinción. Se trata de la obra de los arquitectos Martha Kohen y Ruben Otero, inaugurada el 10 de diciembre de 2001 en el parque Vaz Ferreira del Cerro de Montevideo, y consta de dos muros de vidrio apoyados en una estructura de cemento, donde figuran los nombres de los por entonces 174 detenidos desaparecidos uruguayos. Fue iniciativa de una comisión creada en 1999, integrada por 33 miembros y que contó con el apoyo de la Intendencia de Montevideo (IM), la Junta Departamental y la Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU). Integraron esa comisión los ex legisladores nacionalistas Alberto Zumarán, Juan Martín Posadas y Manuel Singlet, el dirigente Rodolfo Sienra, el entonces dirigente colorado Víctor Vaillant, el intendente frenteamplista de ese momento, Mariano Arana, los dirigentes del Frente Amplio Liber Seregni, Tabaré Caputti y Héctor Lescano, los representantes de la Universidad de la República (Udelar) Jorge Brovetto, Eduardo Touyá y Samuel Lichtenzstejn, los artistas Ignacio Iturria, José Carbajal, Ruben Rada, Mario Benedetti, China Zorrilla, Héctor Tosar, Idea Vilariño y Carlos Maggi, los futbolistas Enzo Francescoli y Fernando Morena, el obispo católico Pablo Galimberti, el cura Luis Perico Pérez Aguirre, el pastor Amin Ilhe, el rabino Daniel Kripper, el dirigente del PIT-CNT José D’Elía, el periodista Víctor Hugo Morales, el médico Gregorio Martirena, el maestro Héctor Florit, el abogado Javier Miranda, y Elisa Dellepiane y Matilde Rodríguez Larreta, viudas de Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, respectivamente.

En silencio

Hoy se realizará la 19ª Marcha del Silencio, bajo la consigna histórica “Verdad, justicia, memoria y nunca más”, al cumplirse 38 años de los asesinatos en Buenos Aires de Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz. La movilización saldrá a las 19.00 desde Rivera y Jackson y llegará a la plaza Libertad, donde se cantará el Himno Nacional. La Coordinadora de Apoyo a Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos recordó mediante un comunicado que “las pautas” de la marcha son: “en silencio, sin banderas ni consignas partidarias” y propuso como consigna particular de este año las preguntas: “¿Dónde están? ¿Por qué el silencio?”.

En tanto, a las 10.30 se realizará un homenaje a Michelini en el Cementerio Central, mientras que a las 11.30 se homenajeará a Gutiérrez Ruiz en el Cementerio del Buceo. A las 16.00 se colocará otra de las Marcas de la Resistencia, frente al local del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos, ubicado en Yi 1538.

La ceremonia se desarrolló ayer en la sala Dorada de la IM y contó con la oratoria del subsecretario del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Óscar Gómez, la titular de la IM, Ana Olivera, Arana, Rodríguez Larreta y la integrante de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos Milka González.

Rodríguez Larreta leyó una carta de la comisión sobre los objetivos del Memorial, que decía que se trata de “una reparación simbólica” que “procura dejar testimonio de un período de la historia y con ello colaborar en la prevención” de situaciones similares. Arana destacó la integración de “aquella comisión de los 33”, conformada con “gente de diversas orientaciones políticas, religiosas y distintas formaciones”, que “procuraron confluir en una aspiración que felizmente se concretó”.

Luego Arana destacó las características del Memorial, cuyos diseñadores ganaron el concurso en 1999, y lo comparó con el Memorial del Holocausto, a pesar de “ser tan distinto uno del otro”. Destacó que su ubicación en el Cerro es “algo emblemático”, porque ese barrio “tiene algo profundamente arraigado a la localización de gente que fue perseguida por razones económicas u otras”. “Pero también es un ámbito vinculado a lo popular, por localizar gente trabajadora de toda la vida”, agregó. Sobre la arquitectura opinó que se trata de una obra “casi minimalista”, que representa “un espacio de serena reflexión”, e invitó a visitar el Memorial “subiendo desde la playa” del Cerro. “Allí están los dos muros de doble cristal vidriado donde están escritos los nombres de los que hasta ese entonces eran los desaparecidos. Algunos, por suerte, aparecieron, aunque no precisamente con vida. Pero al menos sabemos dónde estuvieron sus restos, que es lo mínimo que les podemos brindar a los familiares y a toda la ciudadanía uruguaya”, afirmó.

Por su parte, Olivera contó que en 2011 fue la Facultad de Arquitectura de la Udelar la que promovió la declaración de Monumento Histórico Nacional para el Memorial y que la definición, “un día antes de la marcha” del 20 de mayo, “nos pone frente a frente con nuestro pasado, con lo que queremos construir y sobre qué bases queremos construir”.

Recordó el año 2001, el de la inauguración del Memorial, como “lleno de dificultades”. “Aún recuerdo cómo hicimos los primeros días para cuidarlo. Hasta una custodia con caballos pusimos en ese momento”, agregó. Pero aseguró que ahora “ese Cerro se ha transformado en un lugar de reflexión” que los “propios vecinos cuidan” y son los que “informan cómo está la luz y si hay algún tipo de vandalismo”.

Gómez dijo que la declaración de Monumento Histórico Nacional es un acto administrativo del MEC y que quienes argumentaron a favor fueron los integrantes de la Comisión de Patrimonio de esa cartera. Explicó que, además de los fundamentos “arquitectónicos” de la obra, “hay un tema de identidad nacional”: “Qué cosas nos distinguen y qué cosas nos hermanan y qué cosas nos hacen sentir como nación”, culminó.

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