Jen Bramley y Dave Whiteland integran My Society, organización orientada al uso de Datos Abiertos (DA) y el empoderamiento ciudadano. Este colectivo inglés creó varias iniciativas que fueron adaptadas a diversos países, incluido Uruguay. Esta semana, ambos visitaron el país para trabajar junto a DATA, organización con cometidos similares, en el proyecto Por mi barrio -inspirado en Fix My Street-, una plataforma web que recibirá denuncias de los vecinos sobre problemas barriales y los derivará a la dependencia municipal correspondiente, además de realizar el seguimiento del trámite online.
El mismo problema parece repetirse en distintas partes del mundo: Reino Unido, Noruega, Suiza, Malasia y Suecia, entre otros países. Hay un foco roto, una calle en malas condiciones, un árbol caído, un problema en un barrio, pero no se sabe con certeza a dónde reportar el asunto. Uruguay no es la excepción. En este sentido, tanto Fix My Street como Por mi barrio pretenden que, con un sólo clic, el reclamo se derive a la oficina competente. En sus orígenes la herramienta no contó con el apoyo del gobierno inglés, a diferencia de lo que ocurre con Por mi barrio, que acaba de firmar un acuerdo con la Intendencia de Montevideo (IM) para trabajar en conjunto y adaptar la plataforma a los sistemas del organismo. “Cuando se empezó a implementar Fix My Street fue bastante lento y se hizo sin consultar a los councils [municipalidades]; las personas hacían reportes directamente. Eso fue molesto, pero a medida que la gente veía la utilidad de la herramienta la empezaron a adoptar, y desde los councils también pasó a ser útil, porque servía para demostrar qué se estaba haciendo”, señaló Whiteland.
Otra de las diferencias entre los proyectos es que Por mi barrio está trabajando de forma offline para que “la plataforma vaya a los barrios”, contó Mariana Mas, integrante de DATA. Por eso, se firmó un acuerdo con la Defensoría del Vecino y ya se están realizando talleres en los barrios. Una de las primeras reuniones tuvo lugar en el barrio La Paloma, en la zona del Cerro, pero se prevé extender la interacción a toda la capital. Al respecto, Mas aseguró que la forma más efectiva de hacer llegar la plataforma a los vecinos es que se apropien de ella, sobre todo para hacer uso de sus derechos como ciudadanos. De esta forma, las reuniones con los vecinos pretenden construir la aplicación de forma colectiva y atender las necesidades de la población. También se piensa trabajar con comunidades específicas, como jóvenes o mujeres. Además de realizar los talleres, DATA está trabajando en el desarrollo de la aplicación y se pretende el lanzamiento de la versión 1.0 para junio y la 2.0 para fin de año.
“En el caso de Montevideo, había apertura para realizar un proyecto de este tipo”, comentó Mas. A diferencia de Reino Unido, Uruguay está comenzando a liberar datos, y por eso hay mucha voluntad, agregó Fernando Uval, también integrante de DATA. Muchas veces la apertura depende de los actores involucrados y del uso que se haga de los datos, expresó. Según Mas, hay un empuje importante de actores como la IM y la Agencia para el Desarrollo del Gobierno de Gestión Electrónica y la Sociedad de la Información y el Conocimiento, que están trabajando con DA y tienen ejemplos como el catálogo de DA o el portal de Compras Estatales.
Allá
Whiteland comentó que en su país es “bastante bueno” el caudal de DA, incluso cuando se realizó Fix My Street; no obstante, el obstáculo fue determinar quiénes eran los responsables de solucionar los distintos problemas. A diferencia de Uruguay, en el que prácticamente no se usan, una de las bases de datos más importantes en Reino Unido son los códigos postales, que sirven para ubicarse en el mapa, ya que muy pocas personas tienen el mismo código.
Además de Fix My Street, My Society cuenta con otras iniciativas como Fix My Transport, que sirve para reportar problemas vinculados al transporte público, y Pombola, que permite monitorear el trabajo de los integrantes del Parlamento. La diferencia, contó Whiteland, es que la primera plataforma es más sencilla porque los reclamos se reúnen en un solo responsable, los councils, mientras que en lo que respecta a la segunda herramienta hay varias empresas privadas que tienen asignada una ruta y a su vez están controladas por los municipios.
Por otro lado, Pombola surgió hace diez años, y si bien antes de su implementación había registro sobre quién votaba qué en el Parlamento, la información no estaba organizada en forma de datos. Mediante la conjunción de dos herramientas informáticas se logró aportar datos sobre los representantes, su historia y a qué ciudadanos representaba la persona según el código postal al que pertenecía. “Eso, combinado con qué temas votan, se convierte en una herramienta poderosa”, aseguró Whiteland. El integrante de My Society expresó que esta información llega a diario a 30.000 personas interesadas en saber sobre los parlamentarios y otras temáticas.